Gaspar Rivera, el septuagenario encarcelado por encubrir los asesinatos en Manzanares de los empresarios Juan Miguel Isla y Jesús González Borrajo, a manos supuestamente del corredor de fincas Antonio Caba, está “desconcertado” porque se le deniegue la libertad provisional otra vez, pese haber colaborado con la justicia para esclarecer ambos crímenes.
“Alguien falta a su palabra. No entendemos la falta de sintonía entre la fiscalía y el juez instructor. Se alcanzó un acuerdo y no se sabe bien porque se le deniega la libertad cuando no hay más pruebas contra él que las de ser el encubridor”, asegura en declaraciones a Lanza Abel Miranda, el abogado de Rivera.
Con arraigo familiar en Valdepeñas, Rivera, de 73 años, lleva siete meses en prisión provisional y cumple todos los requisitos para salir hasta que se celebren los juicios, o cambie su situación procesal porque aparezcan nuevas pruebas que lo impliquen directamente en las muertes, “mientras tanto lo normal es que estuviera en libertad”, remarca el abogado.
No habrían aparecido los restos de González Borrajo
Sin su confesión a petición propia a finales de mayo nunca habría aparecido el cuerpo del segundo empresario, Jesús González Borrajo, que desapareció en Manzanares en 2019. Es más el caso estaba archivado hasta que Rivera “limpió su conciencia” ante el fiscal jefe Luis Huete y dio detalles que permitieron localizar los restos en un sondeo profundo y estrecho de un viñedo.
Contó lo que sabía del caso Isla cuando fue detenido en marzo
En cuanto al crimen de Juan Miguel Isla, por el que sigue en prisión preventiva desde mediados de marzo, Miranda asegura que en cuando fue detenido como sospechoso “contó todo lo que sabía y corroboró las hipótesis de la Guardia Civil”, lo que permitió llegar al pozo de Valdepeñas en el que aparecieron los restos de Isla.
El abogado de Rivera reconoce que han recibido como un jarro de agua fría la nueva negativa a su puesta en libertad (ya se le denegó la libertad provisional en junio), “ahora teníamos esperanzas de conseguirlo”, asegura.
Tampoco entiende las explicaciones del juez titular del juzgado de instrucción número 2 de Manzanares que lleva el caso, que habla de que fundamenta la negativa a que salga en libertad “en base a que en este momento del procedimiento (diligencias previas 368/2022) persisten las causas que justificaron la prisión preventiva acordada en marzo de 2023. Estando, además, pendientes diligencias de investigación necesarias para determinar el grado de participación de G.R.E. en los hechos que se investigan”, dice textualmente el auto.
“En la investigación de cualquier asunto se practican pruebas constantemente y se pone en libertad provisional a personas con imputaciones más graves que la de Rivera”. El caso más cercano en Ciudad Real es el Pepe Lomas, acusado y encarcelado por el homicidio de un intruso que se coló en su chalé en la Atalaya en el verano de 2021, que salió en libertad bajo fianza a los diez meses. De hecho sigue libre, con la obligación de acudir al juzgado cada quince días, en espera del juicio que todavía no tiene fecha.
Apelará a la Audiencia de Ciudad Real
“Lo que hay que valorar en este caso son las pruebas que hay contra él en el momento en el que se solicita la libertad provisional”, insiste el letrado, que en unos días presentará un nuevo recurso de apelación al auto de denegación de la excarcelación.
Antonio Caba sigue sin declarar
Antonio Caba por su parte guarda silencio, es el principal acusado de los dos asesinatos y desaparición forzada de los empresarios, con los que tenía tratos en Manzanares. Desde su detención en marzo y su imputación primero por el caso Isla y luego por el crimen de González Borrajo se ha acogido a su derecho a no declarar.
Rivera y Caba están en encarcelados en la prisión de Herrera de La Mancha (Manzanares), pero en módulos distintos y con medidas para que no coincidan.
El fiscal jefe de Ciudad Real Luis Huete no se opone a la puesta en libertad de este hombre, al que por ahora solo acusa de encubrimiento, tal y como cuenta su abogado.
