El 49 Concurso Regional de Calidad de Vinos de la 59 edición de la Feria Nacional del Campo de Manzanares (Fercam) ha sido este miércoles el escenario perfecto para la puesta en valor de la enorme transformación que han tenido los caldos de esta tierra en las últimas décadas y para la promoción del consumo.
Treinta y tres bodegas han participado en este certamen que, según ha destacado el director de Fercam, Pablo Camacho, “es el más antiguo de España y el segundo más longevo de Europa”. En total han competido 104 muestras y han predominado los blancos, por delante de tintos jóvenes, crianzas y espumosos.
La celebración de este concurso de calidad ha marcado el pistoletazo de salida de la programación organizada en torno a Fercam, que ocupará el recinto ferial del 3 al 7 de julio con 197 expositores relacionados con el sector primario. Este viernes tendrá lugar el certamen de aceite de oliva virgen extra y el lunes el certamen de queso manchego.
De gran prestigio a nivel regional y nacional, Pablo Camacho ha expresado que “una de las cosas que más ha llamado la atención del Ministerio de Agricultura han sido estos concursos”, en alusión a las conversaciones mantenidas para conseguir la implicación del Gobierno central en la feria, que este año organizará varias actividades.
La promoción del consumo de vino en Castilla-La Mancha
El gasto medio en vino que realizan los españoles al año es de 25 euros, sin embargo, en Castilla-La Mancha apenas llega a los 12 euros, a la cola de España. Pablo Camacho ha insistido en fomentar la cultura en torno al vino, del que depende gran parte de la economía de las poblaciones de la provincia.
En comunidades autónomas como el País Vasco, el gasto llega a los 41 euros, y todo pese a que Castilla-La Mancha es “el principal viñedo del mundo”. Por eso, Pablo Camacho ha indicado que “las administraciones públicas tenemos que potenciar las actividades de promoción”, a través de este tipo de certámenes y de jornadas, como ‘Manzanares, tierra de vinos’.
De los destilados a vinos de consumo en boca
Al frente del Concurso Regional de Calidad de Vinos de Fercam desde hace treinta años, el experto catador Félix Yañez ha confesado que en las últimas décadas la elaboración del vino en Castilla-La Mancha ha sufrido un cambio trascendental. Ha sido como “la noche y el día”, pues las bodegas han pasado de la elaboración de vinos para la destilación a la producción de vinos destinados a consumo de boca.
En todo este tiempo, las técnicas han tenido que adaptarse a la nueva realidad y las bodegas han demostrado que, en esta zona, “en contra de opiniones formadas”, se pueden hacer vinos de alta calidad, “comparables a los que se pueden hacer en otras regiones del mundo”.
En la actualidad, cooperativas y bodegas aplican “criterios de cultivo en el campo adecuados, plantan variedades idóneas y utilizan técnicas de elaboración adecuadas”, por lo que dan lugar a vinos particulares de esta tierra, pero donde la calidad es incuestionable.
Los vinos blancos vuelven a destacar por sus aromas
Como no podía ser de otra forma, Félix Yáñez ha confirmado que los vinos tintos del concurso de Manzanares han destacado por sus “esplendorosos colores”. Aunque el color es un problema de las zonas cálidas, en las muestras han estado presentes “con aromas frutales importantes y equilibrios en boca con un tanino dulce natural procedente de la uva”.
La calidad no ha estado reducida a los tintos, pues el experto ha advertido que los vinos blancos “han vuelto a confirmar la evolución importante que ha habido en los últimos años”, fruto en parte de la reconversión varietal, pero también de las mejoras en las bodegas, “con controles de la fermentación y selección de épocas de vendimia”.
Entre los blancos hay “grandes descubrimientos”, pues aparecen algunos de “aromas muy altos y equilibrados, frescos, agradables y sedosos en el paso por la boca”, muy diferentes al concepto de vino blanco de hace 30 años, que eran “planos, con pocos aromas y acidez mermada, agradables, pero no esplendorosos”.
Las puntuaciones de los expertos catadores han confirmado estas valoraciones. Félix Yáñez ha señalado que muchos vinos han sobrepasado los 92 puntos en una escala de 0 a 100, según la ficha marcada por la Oficina Internacional de la Viña y el Vino. Tiene en cuenta la apariencia visual, el aroma, y la intensidad, entre otros factores.