Al calor de las movilizaciones feministas del 8 de marzo, la Escuela de Ciudadanos de Manzanares hizo de púlpito para la defensa del feminismo como uno de los pilares de la democracia. Escritores y periodistas, Nuria Varela e Isaías Lafuente defendieron este viernes que “el feminismo es para todo el mundo”, un movimiento integrador que persigue un mundo justo, sostenible y fraterno, ante un auditorio de 300 personas.
Tres siglos de lucha feminista para alcanzar las cotas de igualdad que hoy existen en España, con luces, pero también con muchas sombras. Autora de ‘Feminismo para principiantes’, un libro imprescindible en cualquier biblioteca, Nuria Varela insistió en la importancia de conocer la historia. Tras el ‘sueño de igualdad’ de la II República, la España franquista se convirtió en un lugar “irrespirable” para los hombres, pero “invivible” para las mujeres. Tuvieron que esperar a los años 70 y 80 para recuperar algunos de los derechos que aparecieron en papel durante la República.
Con varios libros de historia sobre las mujeres que “desbrozaron el camino de la igualdad”, Isaías Lafuente coincidió en que es necesario mirar al pasado para ver que “en algunas materias no hemos avanzado lo suficiente”. Autor de la biografía novelada de Clara Campoamor, mujer olvidada hasta hace bien poco y que ahora abanderan algunos partidos, Lafuente recordó que se enfrentó al Partido Radical cuando, tras prometer el derecho al voto de las mujeres, dio marcha atrás.
El sentido de la huelga de mujeres
Más de 350.000 personas en Madrid, 200.000 en Valencia y actos en cada rincón de España en el pasado 8M. Isaías Lafuente y Nuria Varela hablaron del movimiento feminista como “proyecto colectivo y emancipador” y del sentido de la huelga de mujeres, con discrepancias incluidas que estimularon el debate. La escritora destacó que fue una huelga laboral, estudiantil, de consumo y de cuidados, y puso el acento en especial en este punto.
Frente a las dudas de Isaías Lafuente sobre la cierta marginación del hombre en la huelga de mujeres y del éxito en el ámbito laboral, en parte porque los sindicatos mayoritarios convocaron 2 horas en vez de las 24 a las que animaba el movimiento feminista, Nuria Varela destacó que la huelga es la herramienta de las mujeres para denunciar que un sistema que no reconoce el trabajo de cuidados es “insostenible”. “Ni agradecido, ni pagado”, dicen las mujeres, que el pasado 8-M trataron de hacer notar que lo importante no era que sonara o no la radio, sino que no hubiera nadie para hacer la cena, unos trabajos de cuidados que son “inaplazables”.
El patriarcado y el velo de la igualdad
De la mano de términos como “el velo de la igualdad”, Nuria Varela introdujo algunos de los conceptos que maneja el feminismo. La escritora apuntó que las nuevas generaciones crecieron en una aparente igualdad: en los años 80 fue la incorporación en masa de la mujer a la universidad y empezaron a tener la patria potestad de su descendencia. Sin embargo, ahí estaban los techos de cristal en el trabajo, el problema de la corresponsabilidad en los cuidados y la violencia.
“El patriarcado es invisible a costa de ser normal”. Nuria Varela explicó que el “sentido común” es patriarcal, “porque está construido sobre una costumbre, una forma de hablar, una religión”, que mantiene el sistema de dominación del hombre sobre la mujer, muchas veces a costa de “fake news”. “La Revolución Francesa, de la libertad, igualdad y fraternidad, fue un desastre para la mujer, y nadie nos lo ha contado”, aludió.
Las cifras
Casi 1.000 mujeres han sido asesinadas por el terrorismo machista desde el año 2000 en España, las mujeres asalariadas tendrían que trabajar 79 días más al año para percibir de media la misma retribución que los hombres y las madres solas con algún hijo dedican menos tiempo a las tareas del hogar que las casadas sin hijos. Son solo algunas de las cifras aportadas por Nuria Varela en su obra ‘Cansadas’.
Por lo menos hoy hay cifras, destacó el responsable de la Unidad de Vigilancia Lingüística de Cadena Ser. Lafuente apuntó que España empezó a contabilizar las muertes por violencia de género en 2003 y destacó que en la protección de las mujeres “no se puede dar ni un paso atrás”, al mismo tiempo que criticó el interés de algunas fuerzas políticas por “disolver la violencia de género en otras violencias incomparables”.
No todo es violencia física o psíquica, sino también sexual, económica, verbal. Nuria Varela reconoció que “no hay casi mujer que no haya sufrido un episodio de violencia sexual a lo largo de la vida”, incluso, “está normalizado y ni tan siquiera entre nosotras lo hablamos”.
Las sombras en la educación, la justicia y la RAE
El papel de la educación para caminar hacia una sociedad en igualdad estuvo desde el primer momento en el punto de mira de los dos ponentes. Nuria Varela afirmó que “el gran fracaso como sociedad es que no hemos llevado la igualdad en el aula”, porque la escuela ofrece modelos de comportamiento y quita y pone valor a las cosas. “Ningún niño nace maltratador, ¿qué sociedad estamos haciendo si niños de 15 y 16 años están violando y maltratando a sus primeras novias?, se preguntó.
A este respecto, Isaías Lafuente echó mano de estadísticas. “Las mayores cifras de maltrato se dan en las franjas de edad de 20 a 30 y de 40 a 50, es decir, entre gente que ha crecido y madurado en democracia”. Y otro dato: más de 1.600 menores con edades comprendidas entre los 14 y 17 años están protegidas por el Sistema BioGén de seguimiento integral en los casos de violencia de género.
Ante un público llegado de puntos de toda la provincia y profesionales de muchos Centros de la Mujer, Varela lamentó que las aulas sean lugares “androcéntricos” –la visión del hombre ocupa un papel central-, donde la mujer queda invisibilizada, donde ni siquiera aparece en los libros de texto. Varela exigió “más herramientas del feminismo en las aulas y lamentó que todavía hoy en día haya personas que se “dejan la piel” en este sentido frente a claustros “resistentes, patriarcales y machistas”.
Si la educación preocupa, la justicia también. De poco sirvieron los miles de mujeres en la calle y muchos hombres frente a las sentencias de La Manada o de Juana Rivas. Nuria Varela lamentó que los juzgados especializados en violencia de género no cuenten con personal especializado, y aprovechó para lanzar varios dardos a la Real Academia de la Lengua, “una institución cerrada a las mujeres” y formada por “militantes machistas” que “insultan todas las semanas a las mujeres desde sus editoriales”. “La violencia simbólica existe y la lengua es determinante para avanzar en igualdad”, añadió.
La reacción patriarcal frente a un valor democrático
‘El feminismo imparable, el machismo contrataca’ tituló la ponencia la Escuela de Ciudadanos o más bien Escuela de Ciudadanía, tras la petición que hizo la misma Nuria Varela en favor del lenguaje inclusivo. Los ponentes no eludieron hacer referencia a la reacción machista que representan algunas fuerzas políticas como Vox. Isaías Lafuente fue muy claro al mostrar su preocupación ante el hecho de que este partido “pueda determinar la agenda del resto de fuerzas políticas”. “Los principios tienen que estar por encima del oportunismo en el ámbito personal, en las empresas y en la política”, insistió el periodista, que considera que “la democracia no se puede entender sin feminismo ni el feminismo sin democracia, porque significa luchar por la igualdad”.
Nieva destaca su apuesta por las políticas de igualdad
Acompañado de los ponentes, el alcalde de Manzanares, Julián Nieva, destacó el compromiso por las políticas de igualdad en el Ayuntamiento de Manzanares y recordó los premios concedidos al expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero y a la presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, Yolanda Besteiro, por su contribución a la lucha feminista.
