El multipartidismo ha llegado para quedarse en el escenario político y la fragmentación parlamentaria condicionará la gobernabilidad en un país con nuevos actores políticos. El reconocido politólogo Pablo Simón puso este viernes por la noche el broche al undécimo curso de la Escuela de Ciudadanos de Manzanares en este tiempo inusual marcado por el resultado de las recientes elecciones generales del 28 de abril y el comienzo de la campaña de las municipales, autonómicas y europeas del próximo 26 de mayo.
Dispuesto a contestar la pregunta ‘¿El final del principio?’, el director de la revista Politikon dio las claves del nuevo mapa político en España a lo largo de una intensa charla de más de dos horas con muchas preguntas y sin ninguna prisa. La época del bipartidismo imperfecto ha acabado y Simón auguró que en las próximas elecciones habrá “un nuevo récord” en fragmentación parlamentaria.
España se incorporó a este sistema de partidos en 2015, como consecuencia de la crisis económica y la decadencia de los partidos tradicionales, aunque el eslogan ‘Spain is different’ es “totalmente falso”. Pablo Simón advirtió que el multipartisimo y los gobiernos de coalición en los sistemas parlamentarios europeos son muy habituales, de manera que “tanto ciudadanos como políticos tendrán que aprender a coexistir en este nuevo entorno”.
País Vasco, Baleares, Andalucía o Castilla-La Mancha. No hay que mirar a Europa para encontrar ejemplos, pues el sistema autonómico ha dado lugar a numerosos gobiernos de coalición a lo largo de la historia. En el tablero actual, con cuatro fuerzas políticas importantes, PSOE, PP, Cs y Unidas Podemos, Pablo Simón consideró positivo que todos se impliquen en labores de gobierno.
¿Para qué? Para promover “el cambio del sistema productivo”, romper con la “brecha generacional”, acabar con la “fractura territorial” y resolver el problema del desempleo, para que, como dijo Alfredo Pérez Rubalcaba, “las desigualdades en la cuna no acaben siendo la cuna de todas las desigualdades”. El analista dijo que es hora de pasar de la “política electoral” (politics) a hacer “políticas públicas” (policy).
Las claves del sistema de partidos
De la mano de gráficos, mapas, encuestas y resultados electorales, el profesor de la Universidad Carlos III de Madrid concretó ante una casa de cultura abarrotada de público algunas de las características que definen el sistema de partidos español en la actualidad: la volatilidad del voto, la resistencia del eje ideológico izquierda/derecha, la importancia de la cuestión territorial o la polarización.
Cuando parecía que la “nueva política” iba a acabar con la distinción izquierda y derecha, el eje se mantiene y marca las transferencias de votantes. De hecho, desde 2015, PSOE, PP, Cs y Podemos han encabezado en algún momento las encuestas y 2,6 millones de españoles decidieron a última hora el voto en las elecciones del 28-A.
Invocada por algunos partidos como el origen de todos los males, la Ley D’Hondt, que determina el sistema de reparto de escaños en el Congreso de los Diputados, salió a la palestra. Pablo Simón diferenció tres grupos de provincias en función del número de escaños que tienen asignados y el nivel de proporcionalidad con el voto.
Digna de las Bodas de Caná, según el politólogo, la “jugada del PSOE” con el adelanto electoral tuvo en cuenta la fragmentación de la derecha para alzarse como fuerza vencedora en gran parte de las provincias, favorecida por el sistema electoral en las circunscripciones pequeñas.
Así pues, en circunscripciones como Madrid, Barcelona o Valencia con más de 10 diputados, el sistema destaca por su alta proporcionalidad; y en el extremo está la conocida como “España vaciada” con menos de 5 diputados, donde figura Ciudad Real con una baja proporcionalidad. En medio están circunscripciones como Zaragoza o Cádiz con menos de 10 diputados y un porcentaje del 10% necesario para conseguir representación.
El “empate técnico” entre la izquierda y la derecha
En la noche electoral el color rojo del PSOE tiñó el mapa de España casi al completo, aunque Pablo Simón advirtió del “empate técnico” entre el bloque de izquierdas y de derechas, con alrededor de 11.200.000 votos a cada lado. El profesor, que forma parte de esa generación de politólogos que conquistó las tertulias políticas de los medios de comunicación hace unos años, afirmó que el sistema electoral ha favorecido un “espejismo” para la izquierda, que puede dar sorpresas en las autonómicas, donde existe más proporcionalidad.
Los politólogos no saben qué pasará en el futuro, aunque sí delimitan la incertidumbre. Pablo Simón reconoció que en las elecciones autonómicas y municipales apenas unos votos pueden decantar la balanza. Los resultados son imprevisibles y sería posible otros gobiernos a la andaluza, donde Vox condicione la gobernabilidad.
Además, Pablo Simón pronosticó una menor participación, de entre el 60 y el 65%. Da igual que el ejercicio del derecho al voto suponga gastar 2 minutos, la ciudadanía votará menos el 26 de mayo por “agotamiento”, y también porque considera menos importante las administraciones autonómicas y municipales, un error dada la descentralización de competencias como la sanidad, la educación y la dependencia.
Ciudadanos: partido bisagra o líder en la derecha
Como quedó de manifiesto en Andalucía, en las elecciones municipales y autonómicas lo importante no será solo ganar, sino “sumar” mayorías. Pablo Simón hizo referencia a las diferentes estrategias que puede desarrollar Cs en este sentido, tras quedarse a apenas 200.000 votos de diferencia del Partido Popular. El politólogo señaló que si hubiera un distrito único electoral apenas habría una diferencia de “tres diputados” entre las dos formaciones.
Cs aspira a “hacer el sorpasso al PP, convertirse en el principal partido de la oposición y hegemonizar el espacio desde el centro a la derecha”, sin embargo, en las autonómicas la situación cambiará en función de quién quede en segunda y tercera posición –dado que las encuestas indican que PSOE quedará el primero-.
Por lo tanto, Simón no descarta que Cs sea partido bisagra en algunas regiones, donde no existe la “animadversión” reconocida entre Pedro Sánchez y Albert Rivera, y que “tiene importancia a la hora de pactar”.
En cambio, el pacto entre PSOE y Cs a nivel estatal queda descartado para Pablo Simón, debido a la posición de fuerza de la formación naranja. El politólogo señaló que con la composición actual del Congreso “no hay posibilidad de moción de censura”, y pronosticó un pacto de PSOE y Unidas Podemos, apoyado por PNV, Partido Regionalista Cántabro, Coalición Canaria y la abstención de Esquerra Republicana, puesto que “nadie quiere una repetición electoral”.
La composición de la Mesa del Congreso puede dar pistas y Simón apostó: presidencia y un diputado de PSOE, 2 de UP, 2 de PP y 2 de Cs. Asimismo, el profesor espera que Miquel Iceta sea el presidente del Senado.
Vox, un actor más en el juego político
Tras las elecciones andaluzas, es imposible hablar de política sin nombrar a Vox. Lejos quedó de los 70 diputados que auguró alguna encuesta en la recta final de la campaña electoral de las generales, pero el partido liderado por Santiago Abascal, con 2,6 millones de votos (en torno a un 10 por ciento) se va a incorporar como un actor más al juego político.
La formación de extrema derecha no tiene candidaturas en todos los municipios en España, pero Pablo Simón reconoció que “lo más probable es que consiga representación allí donde se presente”, y más al tener en cuenta que los sistemas autonómicos y locales “son bastante proporcionales” una vez superada la barrera de entre el 3 y el 5 por ciento.
Sin olvidar las elecciones europeas, Pablo Simón consideró que España tiene “una oportunidad de oro para pintar en Europa”, dado que el PSOE puede ser el partido social-demócrata más importante de toda Europa, por la decadencia de los partidos tradicionales en todo el continente de forma paralela al ascenso de la ultra derecha y los verdes, y Cs el segundo grupo liberal por detrás de Emmanuel Macron, lo que será interesante para potenciar las relaciones internacionales y resolver tensiones como la crisis migratoria.
Escuela de Ciudadanía para otoño
Tras reconocer la aportación a la España democrática de Alfredo Pérez Rubalcaba por su fallecimiento, el presidente de la Escuela de Ciudadanos, Juanjo Díaz-Portales, agradeció a los profesores del undécimo curso su presencia a lo largo de un curso que ha tocado temas como el feminismo, el 40 aniversario de la Constitución y las fake news. Además, adelantó que en otoño estrenarán nuevo nombre: Escuela de Ciudadanía.
