La felicidad plena inundó este pasado lunes el pabellón Antonio Caba cuando los colegiados decretaron el final del partido. El Manzanares FS Quesos El Hidalgo había ganado a El Ejido el tercer partido y había sellado un hito histórico en el club: el ascenso a Primera División. Con la alegría metida en los jugadores, técnicos, directivos y aficionados, que celebraban a lo grande este éxito, el capitán Kiki levantó el trofeo de campeones de Segunda División. En su 20º aniversario, el Manzanares FS que preside Manuel del Salto vio cumplido su gran sueño.
«Al levantar esta Copa siente uno mucha alegría, pero sobre todo por la gente de Manzanares y los que nos han apoyado. Especialmente por la gente que ha creído hasta el último momento en nosotros. Este vestuario es increíble, es una familia, los directivos nos ayudan en todo. No hay más que ver a esta gente, estoy muy contento», describía Kiki sus sentimientos, el capitán que, al fin, ha logrado saborear el ascenso con el Manzanares FS tras muchos años y varias etapas en el equipo.
Para Kiki, «ha habido mucho compromiso y mucho sufrimiento (sonríe). Hemos sabido sufrir, el play off ha sido durísimo desde el primer partido hasta el último, y también la liga». Además, el capitán dedicó este triunfo «a mi hija, a mi padre y a toda mi familia. Y también, como he dicho, a esa gente que nos ha apoyado desde el primer minuto».

Chus, el goleador
El salmantino Chus volvió a ser una de las piezas claves esta temporada en el Manzanares FS. Máximo goleador del equipo, con 21 goles en la liga regular y cuatro en el play off (igualado con Otero), el ala fue determinante y un golazo suyo por la escuadra de falta desde casi el centro del campo significó el segundo y definitivo gol del triunfo ante El Ejido (2-1). «Hemos sufrido desde el principio de la temporada, se dudaba de nosotros, pero a base de trabajo y confianza lo hemos conseguido. Manzanares ha recogido lo que muchos años atrás estaba sembrando», indico Chus, que ha vivido su segundo ascenso a la máxima categoría tras el logrado hace unos años con el Segovia.
«Ascender con este equipo y con un pueblo que vive tanto el fútbol sala es increíble. Estamos agradecidos a todo el pueblo, a las instituciones y espero que ahora nos arropen de aquí en adelante», deseó un Chus que se lo dedicó a «a mi novia, familiares, amigos, son un pilar importante en mi vida». Sobre su continuidad, el jugador explicó que «ya tengo conversaciones con el presidente y ya veremos qué pasa».

Dani Juárez, clave en la portería
Otro pilar clave del equipo, en este caso en la portería, ha sido Dani Juárez, que admitió que «este ascenso era un sueño para todo el equipo. Había gente que había jugado en Primera y que quería volver y otros que no habíamos jugado nunca y teníamos ese sueño de poder jugar en la mejor liga del mundo. Nos ha costado, pero creo que nos lo hemos merecido».
Para Dani Juárez «llevábamos muchos luchando, trabajando muy bien. Creo que este equipo tiene un mérito enorme, nos hacemos un montón de kilómetros. Trabajamos por la mañana, entrenamos por las tardes, viajamos los fines de semana y sacrificamos mucho tiempo con la familia... Este equipo se lo merecía y por fin ha llegado».
La dedicatoria del gran meta madrileño fue «para toda la afición que le gusta el fútbol sala aquí en Manzanares. Lo merecían, nos apoyan siempre pese a que este año ha sido raro por el COVID y ha estado el pabellón vacío muchos partidos. Por suerte, hemos podido compartir este ascenso con ellos y se lo dedico a la afición y, en especial, a mi pequeña afición: mi familia, mi novia, mis amigos que me siguen a todas partes y sufren cuando las cosas no me salen. Sin ellos no hubiera sido posible, cuando me faltan las fuerzas son los que me la dan».

La felicidad de Daniel
De «increíble» calificó también este ascenso el pívot Daniel, el primero suyo a la máxima categoría después de lograr hace años uno a Segunda con el Rivas. «Me decían que un ascenso a Primera División es lo mejor que puede pasar y así ha sido. Es un sueño», comentó con alegría.
El jugador aseguró que «este es el mejor grupo en el que he estado en mucho tiempo. Desde mi llegada a Manzanares me acogieron muy bien y este año ha sido increíble. Como personas, de 10. Son los mejores». Finalmente, la dedicatoria en este gran día del ascenso para Daniel y para el Manzanares fue especialmente para «mi novia, mis padres, mis hermanos y mis amigos, que son los que más sufren».
