A las cinco de la tarde, la imagen de la Virgen de la Paz hizo su salida de la ermita acompañada por la música de la banda ‘Julián Sánchez-Maroto’. En la procesión, participaron miembros de esta hermandad, niños y niñas e integrantes de todas las hermandades de Manzanares, así como una representación de la Corporación Municipal, encabezada por la primera teniente de alcalde, Prado Zúñiga.
Fue el último de los actos organizados por la Hermandad de la Virgen de la Paz y Oración en el Huerto para honrar a su titular e hicieron un balance muy positivo. A pesar de una semana marcada por las inclemencias meteorológicas, que obligaron a estar pendientes de las previsiones, la participación ciudadana y el buen desarrollo de las actividades fueron la tónica general de las segundas fiestas del ciclo de los ‘santos viejos’. Así lo destacó el Hermano Mayor, Carlos Calero, que resaltó la masiva respuesta de los vecinos y vecinas de Manzanares y agradeció el apoyo del Ayuntamiento y la colaboración de las personas que trabajaron desinteresadamente para el buen desarrollo de las fiestas.
El acto más multitudinario fue, un año más, la hoguera del sábado. Una cita que congregó a centenares de personas que, como es tradición, se animaron a asar sobre las ascuas y disfrutar de una agradable noche al calor de la lumbre. La hermandad instaló, además, un puesto de asados y bebidas, donde también se pusieron a la venta las típicas palomas de la paz.

Las fiestas en honor a la Virgen de la Paz 2025 comenzaron el domingo 19 con el pregón de Marian Herrerías y continuaron con la que fue la novedad de la pasada edición: ‘Las personas mayores con la Virgen de la Paz’. Calero destacó que la Hermandad organizó actividades para todas las edades, con el objetivo de mantener vivas las tradiciones locales y adaptarlas a todos los públicos.
Con todo ello y pese a que el tiempo no fue el mejor aliado, las fiestas de en honor a la Virgen de la Paz de Manzanares resultaron un éxito gracias al trabajo conjunto de la hermandad y colaboradores, así como a la implicación de la ciudadanía que, como siempre, participa de manera activa de sus fiestas y tradiciones.