La Asociación de Diabéticos de Manzanares (Adima) celebra que Castilla-La Mancha sea “la primera y la única” comunidad autónoma de España que repartirá los parches de medición de glucosa entre toda la población afectada. Hasta ahora, solo podían acceder a ellos de manera gratuita menores, embarazadas y discapacitados.
Por el Día Internacional de la Diabetes, que tiene lugar cada 14 de noviembre, Adima ha salido al mercadillo de Manzanares para realizar mediciones de glucosa y repartir información entre los viandantes. Tampoco ha faltado el tradicional reparto de macetas, donadas por el Ayuntamiento y preparadas en el Centro Ocupacional, entre las personas que han hecho donaciones a la asociación.
Junto al “árbol gordo”, la presidenta de Adima, Juani Jurado, ha mostrado su felicidad de que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, sepa escuchar a los diabéticos, y que dé muestras de “cercanía y sensibilidad”. Además, ha destacado que los nuevos parches producirán “un gasto menor en algunas patologías”.
“Comodidad” e “independencia”
El concejal de Sanidad en Manzanares, Juan López de Pablo, ha destacado la trascendencia que supone “universalizar los parches de medición de glucosa”, que llegarán a alrededor de 12.000 personas en Castilla-La Mancha, pues, según ha advertido, “aproximadamente el 8 por ciento de la población es diabética”.
Así pues, estos parches permitirán a los diabéticos realizar mediciones de glucosa “en cualquier momento y las veces que quieran, sin que sea una técnica invasiva”. Los parches dan “una mayor comodidad e independencia” a la hora de adecuar el ejercicio, la dieta y el aporte de insulina.
En la diabetes, el protagonista es el enfermo, por lo que, en palabras de López de Pablo, “estas políticas sanitarias ponen en el centro al ciudadano”, al igual que ocurre con la recuperación de la Escuela de Salud y Cuidados de Castilla-La Mancha, cerrada en anteriores legislaturas.
Dentro de esta entidad, la primera Escuela de Pacientes en crearse fue la de diabetes, un lugar donde especialistas y pacientes expertos “instruyen sobre cómo afrontar esta enfermedad crónica”, como ocurre con las asociaciones, para así contribuir a la “humanización” del sistema sanitario.
