Mujeres “empoderadas”, referentes en sectores masculinizados, emprendedoras y luchadoras que han roto las barreras de la desigualdad de género, tomaron este viernes la palabra en La Bota de Oro de Manzanares durante la mesa de experiencias organizada por el Ayuntamiento de Manzanares dentro de las jornadas del 8-M.
Teresa Serna, responsable de recursos humanos en Exide Technologies (Tudor); Otilia Romero de Condés, empresaria dentro del sector del vino; Mari Carmen Ruiz-Escribano, atleta; y Cristina Reina, ilustradora y experta en diseño gráfico; compartieron los obstáculos que han encontrado a lo largo de su carrera profesional y experiencias de su vida cotidiana en un halo de esperanza para alcanzar la igualdad.
La mujer en el entorno laboral
Después de abrir una brecha en sectores tradicionalmente reservados para los hombres, Otilia Romero de Condés y Teresa Serna hablaron de la tremenda dificultad que tuvieron hace décadas para entrar en profesiones liberales, dispuestas a “no desperdiciar” su talento. A Otilia incluso la llegaron a echar una vez de una bodega porque “las mujeres paraban la fermentación”.
Moderadas por Valentina Vázquez de Agredos, las tertulianas hablaron de la introducción de las mujeres en la industria, donde al principio sólo podían ser secretarias, “poner el café, ir a por tabaco y archivar papeles de poca importancia”, hace menos de 40 años.
“Y cuidado con los tirantes o una falda por encima de la rodilla porque era insinuación”, señalaba Teresa, a la vez que añadió ante el numeroso público aglutinado que “el acoso ha sido y es muy fuerte, me consta, y no sólo sexual, sino que son gestos, palabras, miradas”.
El deporte y el hogar
Para las más veteranas ha sido fundamental creer en sí mismas, perseguir sus objetivos sin limitaciones, porque “nosotras mismas tenemos que romper el techo de cristal”. Mari Carmen Ruiz-Escribano también lo rompió dentro del deporte, cuando “si en una carrera había 500 corredores sólo 50 eran mujeres”.
La atleta, que fue la primera del Club de Atletismo de Manzanares, reconoce que “en pocos” años ha cambiado mucho la cosa, “ahora representaremos el 30 por ciento”, y confía en igualar cifras, como ya ocurre en Estados Unidos, pues Europa todavía tiene un cierto retraso.
Dentro la intención de ser independientes, autónomas y dueñas de sus vidas, mujeres proactivas y sin victimismos, Mari Carmen, Teresa y Otilia coincidieron en que ha sido muy importante tener “compañeros de viaje” que han confiado en la igualdad, estar junto a hombres que no las han puesto trabas.
Con cierta indignación, Mari Carmen lamentó que aún hoy en día y entre gente muy joven “haya chicas que no pueden practicar sus hobbys porque tienen que hacer tareas en la casa o cuidar de los hijos, cuando sus parejas sí lo hacen”.
“La base está en el hogar, si al llegar a casa de trabajar, tú te pones a hacer la cena o la comida, y tu pareja se sienta en el sofá, ahí existe un problema”, destacó, antes de añadir que “a veces es necesario dar un puñetazo en la mesa”.
Las mujeres ganan visibilidad
Todavía con el “subidón” de las multitudinarias manifestaciones del 8-M, la joven Cristina Reina, que se crio en un entorno igualitario, reconoció el impacto que representó su salida a un entorno laboral marcado por las desigualdades. El “trauma” ha sido positivo, pues hoy desde su empresa, Copelia Ediciones, que apenas tiene unos meses de vida, ya ha publicado tres libros de mujeres y su intención es seguir en la misma línea para devolverles la “visibilidad” robada.
Al ritmo marcado por la moderadora, las cuatro mujeres “empoderadas” reivindicaron la maternidad como “un derecho” y “un bien social”, valoraron los avances en materia de igualdad experimentados en los últimos años, destacaron el cambio en los medios de comunicación a la hora de visibilizar la violencia machista o el acoso, mostraron su solidaridad con las mujeres que en otros países hoy no pueden hacer transacciones económicas o conducir, y reivindicaron la celebración del Día Internacional de la Mujer.
Esperanza en el futuro
Cristina Reina compartió su deseo de que llegue el momento en el que la celebración del Día Internacional de la Mujer deje de tener sentido porque la humanidad haya alcanzado la igualdad. La visión de Teresa Serna, Otilia Romero de Condés, Mari Carmen Ruiz-Escribano y Cristina Reina fue esperanzadora, representan un “eslabón” más de las conquistas de la mujer, y mientras que sea necesaria la lucha por la igualdad celebrarán el 8-M, porque “no podemos bajar la guardia”.
Acompañada del alcalde, Julián Nieva, la concejala de Políticas de Igualdad, Beatriz Labián, hizo una valoración muy positiva de la jornada del 8-M y del desarrollo de las XXIII Jornadas de la Mujer, “para visibilizar todas las dificultades que a día de hoy tenemos las mujeres para conseguir la igualdad que nos reconocen las leyes” y destacó que las cuatro tertulianas han demostrado que las barreras de género “no son infranqueables”, aunque “todavía hay que romper muchos techos de cristal”.