El 6 de agosto de 2016 una pareja de la Policía Local de servicio por el centro de Manzanares sorprendió a una hombre haciendo una transacción por una ventana de una casa del callejón de la Hoz que al verlos se asustó y salió corriendo. Lo siguieron y cuando le dieron alcance le interceptaron una bolsita de marihuana que según dijo acababa de comprar en esa casa, un sitio en el que -también según les contó a los policías-, llevaba años comprando.
De esta forma casual arrancó la operación ‘Hoces’ de la Guardia Civil contra el menudeo de drogas en Manzanares, por la que esta semana se han sentado en el banquillo de la Audiencia Provincial nueve personas con vínculos familiares, y según la fiscalía miembros de un grupo criminal, acusadas de trapichear con marihuana (que vendían hasta a chavales de instituto a través de la misma ventana), y de cocaína.
26 sanciones administrativas por posesión de droga en la zona
En los meses que pasaron desde esa intervención casual y finales de noviembre de ese año las fuerzas de seguridad levantaron 26 sanciones administrativas por posesión de drogas en las inmediaciones, varias de ellas a menores de edad que según les contó uno de ellos “se habían enterado de que ahí vendían droga en el instituto”. Esto y el fuerte olor a marihuana que salía de la zona hizo que la Guardia Civil pusiera los hechos en conocimiento del juzgado e hiciera dos entradas y registros tanto en el callejón de la Hoz como en la calle Orden de Calatrava en la que vivía la otra familia del clan el 25 de noviembre de ese año.
941 gramos de marihuana y dosis de cocaína
El resultado fue la aprehensión de 91 dosis de marihuana dispuestas para la venta, otros 941 gramos de esa misma sustancia, 29 dosis de cocaína listas para su venta y 10,6 gramos de cocaína de gran pureza, además de balanzas de precisión, elementos para la adulteración y preparación de la droga, teléfonos móviles, joyas, 5.720 euros en efectivo en total.
Por todos esos efectos e indicios, una minucia según los abogados defensores, la fiscalía ha mantenido este miércoles la acusación de tráfico de drogas contra Antonio C.M., Carlos R.A. e Isabel R.R., para los que solicita penas de 6 años en el caso del primero –reincididente- y cinco en el de los otros dos.
Matías C.M., Baldomero C.M, Ana M.M. y Francisco C.M. son los inquilinos de otra de las viviendas registradas; para estos la fiscal pide cuatro años de cárcel, y medio año más en el caso del último al tratarse de una persona condenada en 2013 por tráfico de drogas.
En la trama también están acusados aunque con menos grado de implicación en los hechos Rachid A.O. y Manuel C.F., para los que la fiscalía reclama condenas de tres dos años y medio de prisión respectivamente.
Ellos por su parte, que no han querido aceptar ningún tipo de acuerdo, se defienden argumentando que la droga intervenida es muy poca y que no se ha podido probar a quien pertenecía. “Yo no sé lo que hago aquí”, ha declarado al final del juicio Antonio C.M., uno de los principales acusados.
Las defensas también se han quejado de que dos de los acusados, con antecedentes por tráfico de drogas, sigan en prisión preventiva.
El caso ha quedado visto para sentencia ante la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, el mismo tribunal que condenó en 2013 a dos de ellos. En ese caso la sentencia se les suspendió pero se supone que no debían cometer ningún delito en tres años.