D e pelaje pardo y tricolor, ojos profundos y misteriosos, y colas en forma de interrogación, los gatos han formado parte de la estampa tradicional de los tejados de las ciudades y los pueblos, desde donde algún maullido o desprendimiento de teja por las carreras siempre ha roto el silencio de la noche.
Poco tiene que ver esa imagen casi idílica, del gato mimetizado en el espacio urbano y raticida natural, con la de barrios con superpoblación de felinos, reproducción masiva en calles y corrales, animales enfermos y muy delgados, atropellos y juegos macabros, y suciedad.
La proliferación masiva de gatos ha llegado a ser en la actualidad un auténtico problema, que protectoras de animales, asociaciones y muchos vecinos a nivel particular intentan solucionar, ante las malas prácticas de ciudadanos que olvidan el necesario seguimiento de las comunidades para frenar la rápida reproducción de la especie.
La Plataforma Ciudadana Pro Animal de Manzanares es uno de los grupos que vigilan las comunidades de gatos ferales -habituados a subsistir en la calle- y que “salvan” a los que no son capaces de sobrevivir sin los cuidados del ser humano; su labor es encomiable.
Un hogar seguro y limpio para 80 animales
Vestidas con el traje “de faena”, Josefa López y Juliana Camacho abren el portón del “refugio de gatos”, un hogar seguro, limpio y con alimento para unos ochenta animales. ‘Atenea’, ‘Chupito de leche’ y ‘Esperanza’ son los “rescatados”, los gatos incapaces de sobrevivir en la calle, bien porque son abandonados, víctimas de maltratos o porque alguna enfermedad les ha llevado a la marginación dentro de las camadas.
La Plataforma Pro Animal de Manzanares surgió hace “tres o cuatro años” entre varias personas que ya atendían algunas colonias en el pueblo, que suministraban “alimento y anticonceptivos”, y que coincidieron en la premura de atender a los “animales callejeros más olvidados”. En la actualidad, aparte del “refugio”, tienen controladas todas las comunidades de gatos ferales, “unas 30 o 40 repartidas por toda la ciudad”.
Mientras que un felino se enreda en sus pies y otro busca contacto en la pierna, Josefa López explica que “siempre han existido gatos en la calle”, de hecho, confiesa que “es bueno que haya algunos, ya que son un raticida natural, no son una plaga, sino que son una especie que controla ratones y otros bichos”. Los disgustos llegan con la superpoblación y es un buen motivo para dar un “tirón de orejas” al vecindario.
La plataforma comenta que “hay un grave problema con las personas que tienen el Síndrome de Noé, gente que acumula animales, que no los esteriliza y que favorece que el gato, como especie territorial, se extienda”. Una gata pare una media de 4 o 5 mininos cada dos meses entre enero y octubre, así que “sólo hay que echar cuentas”.
La plataforma esteriliza una media de 18 hembras al mes
La primera intervención con las comunidades de gatos callejeros las marca el método CES de “captura, esterilización y suelta”. Voluntarios de la Plataforma Pro Animal, o vecinos que actúan de manera coordinada, no sólo aseguran una buena alimentación a los felinos ferales, sino que asumen las esterilizaciones de manera progresiva, facilitan pastillas anticonceptivas a los que todavía pueden reproducirse y vigilan que no aparezcan hembras activas.
Frente a la visión de que el alimento en la calle promueve que la población felina aumente, Juliana Camacho asegura que “todas las personas que disponen comederos en la actualidad en Manzanares controlan al mismo tiempo que los gatos no se reproduzcan”.
Además, la voluntaria advierte que “el control de la reproducción impide la transmisión de enfermedades y permite que los gatos estén sanos”. “El objetivo es tener pocos gatos y bien”, añaden las voluntarias, que observan como ‘Julián’, un perro que forma también parte de la lista de abandonados, se pasea por el patio.
La disminución de gatos en libertad está garantizada al combinar los rescates con las esterilizaciones: en 2015 y 2016 han sido una media de 18 hembras al mes todos los meses del año menos en agosto, diciembre y enero.
Protección para los “no supervivientes”
El “refugio” cobra sentido con los gatos “no supervivientes”: los atropellados, los cojos, los tuertos, los enfermos y “los cariñosos”. El abandono y el maltrato está a la orden del día, por lo que el “refugio” y las cinco casas de acogida con las que cuenta la plataforma responden a una media de entrada de 5 o 6 gatos todas las semanas.
Josefa López destaca que el rescate es imprescindible en “los gatos que han vivido con humanos” y aprovecha para denunciar los envenenamientos, los juegos macabros que protagonizan menores de edad y hasta los “ritos satánicos”, pues en estas fechas reciben más de una llamada de interesados en la adopción de mininos negros o blancos que poco tienen que ver con la devoción animal.
El Ayuntamiento inaugurará este 2017 un nuevo Centro Zoológico
Al contrastar datos con el concejal de Sanidad de Manzanares, Juan López de Pablo confirma que la acción de la Plataforma Pro Animal ha permitido eliminar algunas colonias problemáticas, como la del Colegio don Cristóbal y otras en el casco histórico; por ello, ante los buenos resultados, el Equipo de Gobierno valora impulsar en un futuro el método CES en Manzanares, una vez que la Junta ha anunciado que va a regularlo.
“Un gato callejero tiene una vida mucho más corta porque está expuesto a muchos peligros, por lo que de forma paulatina eliminaríamos algunas colonias, sobre todo las que afectan por ejemplo a centros escolares”.
Además, los ochenta gatos del “refugio” cambiarán de residencia en breve, pues el Consistorio terminará antes de fin de año un nuevo centro zoológico, donde dispondrán de espacios exteriores, almacén y enfermería, para hacer más fácil el trabajo de los usuarios y evitar molestias a los vecinos.
Los voluntarios llaman a la adopción
Relajante, espiritual, independiente. Josefa López y Juliana Camacho hacen un llamamiento entre ronroneos a las adopciones, pues el gato de raza europea “te quita la negatividad y es una mascota que no requiere muchas obligaciones”, no lo tienes que sacar a pasear.
Las adopciones en el extranjero son complicadas, pero gatos de Manzanares han acabado “en todas partes”, en Madrid, Barcelona o Tarragona, y la plataforma también gestiona apadrinamientos. Juliana Camacho expresa que todos los gatos adoptados tienen un seguimiento y las familias tienen que aceptar la esterilización.
Sin duda, el “refugio de los gatos” es un lugar para empatizar con los voluntarios y su amor por los animales, aquellos que llegan a vivir un auténtico calvario por el desconocimiento y la dejadez a los que les condena la especie humana. La Plataforma Ciudadana Pro Animal de Manzanares cuenta con un perfil de Facebook para gestionar adopciones y dispone el teléfono 696 970 016 para consultas.