Margarita Sánchez-Camacho (76 años) presentó este jueves en el patio del Museo Comarcal ‘Brisas de la vida’, su segundo libro tras ‘Poemas para mi pueblo’. Como ya sucediera entonces, Margarita comparte en este nuevo poemario sus sentimientos sobre lo que le emociona o inquieta.
Así, con un lenguaje sencillo, escribe sobre el amor y la familia, sobre asuntos de actualidad política o social, o sobre fiestas, personajes o parajes locales. “Sus poemas son un manantial que brota de manera espontánea”, como los definía Rosa Fernández-Espartero, que leía así una de las creaciones de Margarita.
La fundadora de la Asociación Cultural Bolote y amiga personal de Margarita fue la encargada de presentarla y de recorrer una vida donde “desde muy pequeña le tocó ponerse a trabajar para llevar el jornal a casa”. Circunstancias, como las de muchos y muchas de la generación que nació en los años de la posguerra, que le obligaron a dejar muy pronto la escuela, pero que no le han frenado nunca las ganas de contar y compartir sus sentimientos.
Precisamente, esa emoción le embargó durante la presentación, y sus palabras se redujeron a dar las gracias a todos los que le acompañaron y a asegurar que va a seguir escribiendo porque “a estas alturas ya no voy a cambiar”.
“El alma” ligada a su pueblo
Entre esos agradecimientos incluyó al alcalde, Leopoldo Sierra, que destacó el cariño que desprenden los versos de Margarita, en especial cuando habla de su pueblo, “de Jesús Nazareno o de sus queridas fiestas del barrio de San Juan”. Sierra señaló que se nota que pone “el alma” en todo lo que escribe, y que ese “interés por lo que le rodea” y esa “capacidad de superación constante” definen a las personas que “mueven el mundo”.
Por último, Margarita Sánchez-Camacho firmó y dedicó varias decenas de ejemplares de ‘Brisas de la vida’ al público que llenó el aforo del patio del museo.