La idea de Mario Cervantes y Esther Granados, de Manzanares, de rematar sus vacaciones de una semana en Canarias en la isla de La Palma, se ha convertido en una extraña experiencia que afrontan con “calma” no exenta de “miedo”, según han explicado ambos desde San Andrés y Sauces, al norte de la isla de la que toda España está pendiente, en una conversación telefónica este lunes con Lanza.
“Nos iremos sin ver el volcán, pesa más el miedo y la responsabilidad que las ganas de disfrutar de un espectáculo de la naturaleza que sabemos que se puede experimentar pocas veces”, cuenta sensato Cervantes, pendiente de adelantar a este martes su vuelo de regreso a la península.
“Nos enteramos paseando por Santa Cruz”
“Llegamos desde Gran Canaria ayer domingo al aeropuerto de San Cruz de la Palma, poco antes de la erupción. Nos enteramos dando un paseo, al ver a la gente pendiente de la televisión porque se acababa de producir la erupción; un poco más y nos pilla en pleno vuelo. Otros aviones que venían para acá después se dieron la vuelta”, relata.
La pareja, que llegó a Canarias el pasado día 15, iba a terminar su estancia con tres días de alojamiento reservado en ‘la isla bonita’, atraídos por sus posibilidades de senderismo y turismo de naturaleza. De modo que reservaron dos noches de hotel en San Andrés-Sauces, la zona en la que están ahora, y una tercera en Llanos de Aridane (una de las poblaciones evacuadas por su cercanía al volcán).
“Desde aquí no se ve nada”
Pero solo harán la primera parte del viaje. “Desde aquí no se ve nada, no nos vamos a acercar a la zona de la erupción y eso que es muy tentador para mí, pero en este caso pesa más el miedo por lo que estamos viendo que la atracción”.
Desde las piscinas naturales de San Andrés, en Charco Azul, ni se huele el azufre y los gases que exhala el volcán, y temen que un terremoto les pille circulando, de modo que pasarán las horas que les quedan en la isla intentando relajarse y siguiendo las recomendaciones de las autoridades palmeras (a través de redes sociales, nadie ha contactado con ellos, al menos hasta las tres, hora peninsular, de esta tarde).
Lo mismo que cuando empezó la pandemia
“Aquí la sensación es la misma que cuando comenzó la pandemia, todo el mundo está hablando y pendiente de lo que ocurre. Lo único que nos preocupa más es que no podamos desplazarnos al aeropuerto porque corten más carreteras”
La segunda vez en una catástrofe
No es la primera que esta pareja de la provincia de Ciudad Real se ve metida en una situación especial en un viaje. “La pandemia nos pilló de viaje en Arenas de San Pedro, en Ávila. Tuvimos el tiempo justo para regresar a Manzanares, al día siguiente se decretó el confinamiento y el cierre perimetral de todo”.
“Queremos salir de aquí cuanto antes”
Y ahora esto. “La sensación por aquí es rara, la verdad es que no se ve mucho turista y la gente está metida en casa, hay miedo y nerviosismo por lo que pueda ocurrir. Ya volveremos en otra ocasión a visitar la isla, ahora mismo lo que queremos es salir de aquí cuanto antes”, interviene Granados.