Estas riquezas mineras y agrícolas, además de ese nudo vital de comunicación, fue lo que motivó abundantes acontecimientos bélicos entre cartagineses y romanos, siendo escenario físico de estas tensiones con consecuencias directas para los oretanos, cuyas posiciones oscilaban frecuentemente de un bando a otro.
Está situación céntrica fue la clave de la configuración de una fuerte personalidad y riqueza cultural que abarcaba un extenso territorio con dos áreas geográficas, la Oretania septentrional, con Oretum (Granátula de Calatrava) como la capital, que abarcaría los territorios englobados por las actuales provincias de Ciudad Real, hasta alcanzar los Montes de Toledo, y el oeste de Albacete, precisamente limitada por la Sierra de Cazorla y la Sierra de Alcaraz al este.
La otra área, con unas dimensiones claramente inferiores, correspondería al territorio de Cástulo y se delimitaría desde el sistema montañoso Subbético hasta el Guadalquivir. Preci-samente desde la capital de la primera de las dos zonas, la región septentrional, Oretum u Oretum Germanorum, es donde Márquez, iniciará su periplo por toda la Oretania.
El historiador José González Ortiz, prologuista de la obra, quien acompaña a Márquez en sus visitas, asegura que “Miguel Ángel Márquez Fernández es uno de esos escritores nacionales comprometidos que ha volcado sus inquietudes y sentimientos por la España prerromana y sobre todo en el misterioso mundo ibérico, tan cercano y a la vez desconocido”.
Para Márquez, uno de los objetivos que pretende alcanzar con su novela es “intentar que el lector visualice cómo eran nuestros antepasados antes de que tuvieran ninguna influencia externa, pues aunque tenían vecinos, como por ejemplo los cartagineses, la culturización romana no les había marcado aún”.
El viaje de Kabor
En este sentido, adelantaba Márquez que Kabor, el protagonista de la novela, habitante de esta tierra, se ve obligado a hacer un viaje cuando los caminos ni existían; explica que el mundo íbero era tribal, que no existía la conciencia de unidad nacional, y que los pequeños poblados eran ajenos al destino de los vecinos, pues solo buscaban su bienestar y su supervivencia; más si cabe en poblaciones del centro de la península, alejadas entre sí y lejos de los estímulos que a través de los viajeros llegaban a los pueblos de la costa.
Según el autor, la historia o, mejor dicho, la estructura de `El diario de Kabor el oretano´, “comenzó a escribirse hace 20 años. Han tenido que pasar dos décadas para que este hecho se convierta en una realidad, gracias, entre otras cosas, al interés que esta novela ha despertado en ‘Ediciones C&G’, editorial del Grupo Oretania, algo que Márquez agradecía al editor, Julio Criado, también al prologuista de la obra, José González Ortiz, y a cuantos amigos leyeron entonces esa obra primaria, consiguiendo así una obra “retocada, mejorada y cuya documentación ha costado tanto tiempo y esfuerzo”.
Las próximas citas que Ediciones C&G ha programado para Miguel Ángel Márquez y su ópera prima “El diario de Kabor el oretano” son para el 13 de diciembre, a las 19,30, en Valdepeñas, donde será presentada en la sede de la UNED.
En el acto, además del autor, participarán el director del centro asociado y doctor en ciencias químicas Pedro Jesús Sánchez, Pedro Jesús Jaramillo, presidente de Orisos, el historiador José González Ortiz y el editor Julio Criado. Y para el 19 de diciembre, a partir de las 19,30 horas, la editorial tiene previsto que el autor firme ejemplares de su libro y tenga un encuentro con sus lectores en la Librería Capri, de Puertollano, dentro del programa “Capri Cultural” en el que el Grupo Oretania colabora.