Las primeras proyecciones de ‘vídeo mupping’ sobre la fachada de la Catedral de Cuenca, programadas en el marco de la exposición “La Poética de la Libertad” que alberga la basílica conquense, han superado las previsiones, ya que han sido contempladas por unas 16.500 personas en el fin de semana.
Así lo indicaron a Efe fuentes Ayuntamiento de Cuenca, después de que los pasados sábado y domingo se completaran las dos primeras proyecciones de este espectáculo, en el marco de la exposición “La Poética de la Libertad” que alberga la Catedral de Cuenca dentro del IV Centenario de la muerte de Cervantes, y del vigésimo aniversario de la declaración de la ciudad como “Patrimonio de la Humanidad”.
Dichas fuentes explicaron que en la noche del sábado unas 2.500 personas contemplaron la proyección en cada uno de los tres pases programados y que el domingo fueron algunas más, hasta llegar a 3.000 espectadores.
La Catedral de Santa María y San Julián de Cuenca de Cuenca, construida entre los siglos XII y XIII y con mezcla estilo gótico, barroco y neogótico, fue el telón de fondo para vislumbrar la más alta tecnología digital con imágenes en 2D, 3D y alta definición.
Golpes de luz en la plaza Mayor de Cuenca, a oscuras para la ocasión, y vibrantes sonidos acompañaron a la proyección de doce minutos, llena de magia y fantasía, según pudo comprobar Efe.
Inspiración
Se inspiraron en las tres líneas que abordan la muestra “La Poética de la Libertad”, que desde finales del pasado mes de julio se puede ver en el interior del templo, que son la perspectiva intemporal de Cervantes, la mirada lejana del artista y disidente chino Ai Weiwei y la mirada cercana de los Informalistas.
Uno de los momentos más llamativos fue el “derrumbamiento” del templo en directo, así como la iluminación a todo color de los rosetones exteriores.
También esos segundos en los que la fachada se empapela con los rostros de decenas de refugiados en un recuerdo al compromiso cívico de Ai Wewei posteriores al mensaje sobreimpreso de: “llegada, registro, salida”.
En la fachada también apareció la sombra del Quijote, que con su voz reclamó “libertad” al final del ‘vídeo mapping’, captado por cientos de móviles que no quisieron perderse la proyección desde cualquier punto de la Plaza Mayor de Cuenca, llena hasta la bandera y muy concurrida en las horas antes de la proyección.
Los pases, a las 22.30, 23.30 y 00.30 horas, desbordaron las previsiones y fue muy difícil acceder al casco antiguo por los cortes de tráfico previstos horas antes.
De hecho, los dos aparcamientos de la parte alta de la ciudad, San Pedro y Mangana, colgaron el cartel de completo horas antes de la primera proyección de ayer, domingo.
El aparcamiento gratuito del barrio del Castillo también se llenó muy pronto, mientras que las calles adyacentes volvieron a llenarse de ríos de gente, algo que ocurre en la ciudad sólo en momentos puntuales como Semana Santa o las fiestas de San Mateo.
El coste del espectáculo, 121.000 euros, fue sufragado en por el Consorcio Ciudad de Cuenca. El espectáculo, que se ha organizado en el marco de la programación del vigésimo aniversario del nombramiento de Cuenca como ciudad Patrimonio de la Humanidad, volverá a hacerse los días 23 y 24 de septiembre y el 28 y 29 de octubre.