Alrededor de 130 hosteleros de Almagro y de la comarca del Campo de Calatrava, entre los que también se encontraban restauradores de localidades vecinas como Ciudad Real, Bolaños de Calatrava y Pozuelo de Calatrava, han realizado esta tarde una concentración en la Plaza Mayor de la ciudad encajera para solicitar “soluciones reales y viables” para su colectivo.
Los participantes en la concentración, organizada por el sector hostelero almagreño, han querido aprovechar esta fecha del Miércoles de Ceniza, que también debería haber sido el día del tradicional entierro de la sardina, para organizar el que han denominado como ‘entierro hostelero’ recordando que “lamentablemente hoy no estamos aquí para el entierro de la sardina, sino que nos juntamos porque sin soluciones reales y viables, el próximo entierro, y no de una manera simbólica sino literal, será el de la hostelería, el de nuestros bares y restaurantes, así como el de cientos de familias que viven de este sector tan fundamental en España”, según ha indicado José Antonio Barrajón, propietario del restaurante El Marqués de Almagro que ha sido la persona encargada de leer un manifiesto.
También han indicado que “hace casi un año los hosteleros fuimos heridos profundamente” a la vez que han añadido que durante todo este tiempo “hemos aguantado con valentía los golpes recibidos una y otra vez” aunque han lamentado que algunos “compañeros no han podido sobrellevar esta situación y se han visto obligados a cerrar”.
Los hosteleros, que se han concentrado delante de las puertas del Ayuntamiento almagreño en medio de una gran cacerolada para criticar la “dramática” situación que atraviesan, han portado pancartas que rezaban lemas como ‘la hostelería se asfixia’, ‘si rescataste al banquero, rescata al hostelero’, ‘toda actividad es esencial cuando vivimos de ella’, ‘basuras y terrazas exentas de pago’ y ‘queremos trabajar, no mendigar’.
Durante la lectura del manifiesto, los hosteleros han señalado que “como conjunto la hostelería se siente abandonada, estigmatizada, débil y moribunda. Y desde el 13 de marzo de 2020 hasta la actualidad, hemos tenido que cerrar total o parcialmente demasiadas veces” a la vez que han indicado que “hay compañeros nuestros dueños de pubs y discotecas que llevan casi un año entero sin trabajar y que en un año tan solo han podido abrir dos meses o dos meses y medio”.
A pesar de que han aclarado que desde hace aproximadamente un año los hosteleros “agonizamos”, han querido dejar claro que ni en Almagro ni en ningún rincón de España piensan quedarse de “brazos cruzados” viendo llegar “nuestro entierro”.
Por este motivo, se han concentrado esta tarde en la Plaza Mayor de Almagro para “apelar” a las autoridades competentes para que les den “soluciones” y les dejen “trabajar”.
Entre las reivindicaciones que han solicitado los hosteleros durante la lectura del manifiesto se encuentran las de ampliar el horario de apertura y atención al público, la ampliación del aforo, la eliminación del código QR o su implantación para todos los “sitios potencialmente concurridos”, la reducción de impuestos, la eliminación del cobro de tasas de basura y el recibir ayudas para la hostelería por parte del Ayuntamiento.
Durante su intervención, José Antonio Barrajón ha incidido en que “hay un punto de la celebración del entierro de la sardina que sí nos gustaría recuperar. Y es el hecho de que la sardina se quema, que es un acto puramente simbólico. Pero la quema de la sardina representa destruir el pasado con el objetivo y la esperanza de renacer mejor y más fuerte”.
Por último ha añadido que los hosteleros de Almagro y los de la provincia de Ciudad Real “mantenemos por ende este significado simbólico del fuego” ya que “queremos enterrar todo lo malo que hemos vivido durante el pasado año” a lo que ha añadido como desde el colectivo quieren que “este pasado año laboral arda” con el fin de “confiar en que después de esto vendrá un renacer”.
El manifiesto ha concluido recordando como la hostelería de Almagro “está unida y muy viva” por lo que “queremos que se nos escuche y se nos haga caso, porque no nos vamos a dejar morir”.
El acto ha finalizado con un emotivo minuto de silencio para recordar la difícil situación que atraviesa el colectivo desde que la Covid-19 hizo acto de aparición.