Llevó tatuado en su corazón la llanura manchega, los carros chorreando hilos de mosto y el olor a canela en las casas para hacer mostillo y arrope. Julián Gómez-Cambronero fue una de esas personas que a pesar de pisar la cúspide de los genios nunca olvidan el camino andado, sus raíces, en esta región que sabe de viñas, de olivos y de corderos, pero que también toca las melodías de la ciencia.
Cientos de manzanareños han despedido este martes al científico Julián Gómez-Cambronero, que falleció este lunes con 59 años en Ohio (Estados Unidos), donde vivía con su mujer y sus dos hijos desde hace muchos años. La lejanía no ha minimizado el pesar en esta ciudad con la que mantuvo una relación constante desde que en 1986 decidió hacer las Américas con una tesis doctoral en Ciencias Químicas bajo el brazo.
Julián Gomez-Cambronero descubrió la “llamada de la ciencia” cuando era adolescente, dispuesto a cuestionarse infinidad de aspectos de la naturaleza y en los últimos años algún manchego le llegó a comparar con el científico español Severo Ochoa, Premio Nobel de Medicina. Salió de España respaldado por su mujer Teresa para ampliar conocimientos en Estados Unidos y decidió dedicar su vida a la biología molecular y a la química para saber el funcionamiento de la célula. Siempre estuvo preocupado por las patologías del ser humano.
La ciencia y el pueblo
En una información de Lanza de 2016, Soledad Ruipérez destacó que la ciencia la hacían “personas sencillas” como Gómez-Cambronero. Y así fue: catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Wright State University de Ohio, dirigió investigaciones de relevancia internacional relacionadas con el tratamiento del cáncer, pero nunca olvidó hacer partícipe de sus avances a las gentes de Manzanares.
Hace dos años, el escritor Jerónimo Calero destacó en la introducción al pregón de las fiestas patronales de Jesús del Perdón: “aquí vemos al hombre normal, el vecino que va a la ermita, en el que existe humanidad aparte de genialidad”. Julián Gómez-Cambronero destacaba que “nunca podemos olvidar de dónde venimos”, porque la tradición es el “soporte de nuestra memoria común”.
El pregón del este Hijo Predilecto de Manzanares desde 2014 estuvo fuera de lo común, pues fue más allá de la tradición, de las añoranzas del emigrante en tierras ajenas, del recuerdo del pasado, y abrazó las ciencias naturales entre pinceladas de biología, química y medicina. Venía a Manzanares una o dos veces al año, pero nunca pasó desapercibido, también por su simpatía y porque era un gran conversador.
La memoria del científico
De su memoria quedan las colaboraciones en las revistas Siembra y Calicanto, y por supuesto el Paseo del Sistema Solar, un conjunto de piezas localizadas en el Parque del Polígono y que pretenden estimular el interés por la astronomía. Probablemente no será la única huella de su afán por acercar la ciencia de manera didáctica, pues hace un año presentó un proyecto al Ayuntamiento sobre un Museo de la Ciencia.
Las redes sociales han sido este martes un hervidero de mensajes de apoyo a la familia y de recuerdo para el científico Julián Gómez-Cambronero. Personas relacionadas con la política, la ciencia, la literatura y hasta los centros educativos han hecho referencia en sus perfiles a su carácter afable y su afán por la educación científica. Ha sido un día para un hombre que quedará siempre en el recuerdo de la ciudad.
La parroquia de la Virgen de Altagracia, abarrotada
El vecindario ha abarrotado la parroquia de la Virgen de Altagracia de Manzanares durante el funeral organizado esta tarde por la familia, aunque los restos permanecen en Estados Unidos. Los padres, la hermana, el hermano y otros familiares han recibido el pésame.
A la misa han asistido los tres últimos alcaldes, Julián Nieva, Antonio López de la Manzanara y Miguel Ángel Pozas, además de la directora provincial de Bienestar Social, Prado Zúñiga, y representantes de los diferentes grupos municipales.
El alcalde de Manzanares, Julián Nieva, ha destacado que la muerte de Julián Gómez-Cambronero es “una pérdida irreparable” para la ciudad y ha transmitido el pésame a la familia, en nombre de la corporación y de todo el pueblo. “Hoy es un día para lamentar la pérdida, para estar unidos a los familiares, los padres, los primos, y en la distancia, con su mujer y sus hijos”.
Asimismo, el primer edil ha subrayado que Julián Gómez-Cambronero “siempre estará presente en Manzanares” y ha asegurado que el proyecto de Museo de la Ciencia para niños “sigue estando vigente”, tal y como sus investigaciones en el terreno de la medicina.