La Fundación Benéfica Legado Bustillo ha presentado a su nuevo gerente. Se trata de Miguel Ruiz García, abogado y economista con amplia experiencia en instituciones relacionadas con la economía social y la salud. Llega con un contrato de alta dirección y sustituye en el cargo a Pedro Alfonso Martín-Albo, que ahora tendrá otra función.
“El límite es el cielo”, llegó a decir durante su presentación a la prensa. Admite que es un desafío dirigir una fundación “con unas posibilidades infinitas”, de las que destacó su capital humano y los recursos económicos que maneja, según él tremendos. Dijo que el objetivo es controlar, reorganizar, ajustar y establecer nuevos retos y necesidades, y trabajar para devolver al pueblo de La Solana lo que se merece, de acuerdo con la dimensión social del legado. Agradeció la confianza depositada para liderar un proyecto que tildó como precioso. “El Legado Bustillo está muy arraigado al ADN de los solaneros”. “Espero estar a la altura de las expectativas”, insistió.
Miguel Ruiz coge el mando de una institución que gestiona un importante patrimonio material y humano. Según explicó su vicepresidente, Ramón Gallego, posee actualmente 4.100 hectáreas, de las cuales la mitad son tierras de labor y el resto de uso cinegético, con un patrimonio de 60 millones de euros -“y solo un administrativo para su gestión”-, más maquinaria agrícola y medio centenar de trabajadores. Conviene recordar que, por desgracia, ese patrimonio apenas es un residuo del legado original Remón-Bustillo, diezmado desde sus inicios y objeto de sonados pleitos. No olvidemos el papel de históricos abogados como Joaquín Costa o Francisco Silvela, que dieron al legado proyección nacional en su momento.
Ramón Gallego cree que la fundación mezcla política con fundamento social y asistencial, y que no se aprovecha su potencial real, con solo 91.261 euros de beneficio declarado en el último ejercicio y apenas 19.090 euros en ayudas concedidas. “Tiene escasa rentabilidad en proporción a su patrimonio y también poca participación social y de obra”, declaró. Por eso -añadió- “estudiamos incorporar personal capacitado, con experiencia y conocimientos”. También dijo que han valorado actualizar los estatutos, a fin de desvincular el sesgo político actual. El nuevo gerente cobrará un salario bruto anual fijo de 48.000 euros, con nueve meses de prueba.
La alcaldesa, Luisa Márquez, a la sazón presidenta de la fundación, dio la bienvenida al nuevo gerente, en el que tiene depositada la máxima confianza. “Si algo he podido aprender del contacto estos días con Miguel Ruiz es que una fundación está al servicio de un fin y el del Legado Bustillo no estaba totalmente definido”. Considera inaceptable que un patrimonio de 60 millones de euros tenga unas ganancias de 90.000 euros, y únicamente destine 19.000 a fines sociales. “Esto es lo que queremos corregir y que no sea el instrumento político de nadie, sino del pueblo de La Solana”.
La regidora avanzó que las primeras líneas de actuación, aún sin afinar, tienen que ver con la agricultura y el trabajo asistencial. En este sentido, habló de fomentar el banco de tiempo, el voluntariado joven y la ayuda a personas con capacidades diferentes. “Estoy muy orgullosa de lo que estamos haciendo estos días, por ejemplo saber que no tenemos que pagar el IBI, de modo que esos 23.000 euros serán recursos para engrosar la ayuda a los demás”. Concluyó insistiendo en que, a partir ahora, “la Fundación Benéfica Legado Bustillo, como ente de derecho privado estará al servicio de los vecinos, desligada del Ayuntamiento; no se puede estar en la chicha y en la tajá”.