J.M.G.P., un joven de Miguelturra de 26 años sin antecedentes, acaba de ser condenado a veinte meses de prisión y un año de multa a razón de seis euros diarios como autor de un delito de omisión del deber de socorro en concurso con dos delitos de lesiones por imprudencia. El acusado ha reconocido ante la Audiencia Provincial que en el verano de 2013 provocó un grave accidente en el casco urbano de esa localidad con dos heridos y se dio a la fuga.
En su descarga hay que explicar que se presentó al día siguiente ante la Policía Local, cuando según su abogado Ramón Alén reparó en la gravedad del daño que había hecho. “Se bloqueó, tenemos informes que acreditan que hay personas que no saben afrontar una situación como esa”.
El reconocimiento de los hechos y que la compañía de seguros, en este caso Mapfre, ha indemnizado a las víctimas ha hecho que la fiscalía rebajara la pena de más de tres años que pedía al principio. De esta forma se ha evitado el juicio por jurado popular ante la Sección Primera previsto para la omisión de socorro.
Sin carné 2 años y medio y tendrá que volver a examinarse
La condena implica la privación del permiso de conducir vehículos a motor y ciclomotores durante dos años y medio, lo que según la ley actual conlleva la pérdida de vigencia del carné. Para recuperarlo tendrá que volver a examinarse.
Ocurrió la madrugada del 30 de agosto de 2013 en la avenida de Alarcos del polígono El Cristo de Miguelturra. El joven, que ha explicado al tribunal que se bloqueó, circulaba por una de las calles sobre las dos de la madrugada, se saltó un semáforo en rojo y chocó de forma frontolateral con la motocicleta en la que viajaban las víctimas.
Salió catapultada 13 metros por el accidente
El impacto fue tan fuerte que la chica, que iba de copiloto, salió catapultada trece metros del lugar y sufrió un traumatismo craneal severo del que tardó en recuperarse cerca de un año. El conductor de la moto también sufrió traumatismo craneoencefálico y estuvo más cincuenta días ingresado en el hospital.
El acuerdo permite que se suspenda la ejecución de la pena prisión, aunque en el caso de que cometa algún delito en los próximos dos años iría a la cárcel.
“Con este acuerdo hemos conseguido todos los objetivos. Por un lado la compañía aseguradora ha pagado a las víctimas y él se ha arrepentido de lo que hizo y ha asumido sus culpas: en cuanto tuvo conocimiento de la gravedad del accidente fue a la policía. Lo de irse de allí fue una reacción anómala que se da en algunas personas”, ha insistido a Lanzadigital.com su abogado Ramón Alén.