El nuevo colegio de Miguelturra estrena el curso con alumnos en todos los niveles

De centro de formación de la CEOE-Cepyme a colegio de educación infantil y primaria en cinco meses y tres semanas. Ese ha sido el extraordinario viaje de las instalaciones de la antigua sede de la patronal, en terrenos del Ayuntamiento de Miguelturra, que el Gobierno regional ha transformado en un moderno centro escolar, el único nuevo que abre en Ciudad Real en este curso 2018-2019 en el que la provincia pierde 3.333 alumnos.

El nuevo colegio de Miguelturra ha recibido este lunes a 98 alumnos de todos los niveles de educación infantil y primaria (hasta sexto), lo que supera las expectativas iniciales. “Cuando se abrió la prescripción sólo se apuntaron veinte, pero a medida que fuimos explicando nuestro proyecto en todos los centros se animaron más familias”, explica la directora Tina Nieto.

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Chavales enseñando su nuevo material en el nuevo colegio de Miguelturra, adaptado en la sede de la antigua CEOE / Clara Manzano

Un referente de convivencia

Nieto, que este lunes ha hecho una visita guiada con los medios después de recibir a los padres, viene del colegio Benito Pérez Galdós de Miguelturra, como algunos alumnos que se han cambiado. El proyecto con el que accedió a la dirección tiene un objetivo claro: “Ser un referente en buena convivencia”. Para ello recurrirán a técnicas de ‘mindfulness’ (atención plena o conciencia plena) que consiste en trabajar la concentración y la atención de alumno y profesorado utilizando técnicas de respiración y relajación.

Relación profesorado-familias

El contacto con padres y profesores es otro de los pilares. Este lunes los padres de infantil han podido asistir a la primera clase de adaptación, y la intención según la directora y el orientador es que el diálogo sea directo.

“Abrir un colegio es un reto para cualquier profesor. Este centro te da la oportunidad de crear el colegio que puede ser, un colegio del siglo XXI, adaptado a unas metodologías y a nuevas formas de funcionar sobre todo en las relaciones alumnado-familia”, explica el orientador Ricardo Molina, uno de los trece profesores de plantilla.

Este lunes no quedan ni rastro de las obras de adecuación que duraron hasta la semana pasada. “Cuando nos incorporamos el día 3 había mucha gente trabajando aún pero la evolución ha sido tremenda”, subraya el orientador, que como el resto de personal no ha tenido incoveniente en ayudar “con mucha ilusión”, dice, a colocar estanterías y material en las aulas.

Comedor para 50 comensales

Construido en una parte del enorme edificio de la antigua CEOE, de momento el colegio número 5, dispone de gimnasio y comedor con capacidad para cincuenta comensales, que según la directora se llenará prácticamente desde el principio con alumnado propio y del colegio cercano El Cristo.

 

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