El Campo de Montiel, que abarca zonas de las provincias de Ciudad Real y Albacete, constituye un mosaico de paisajes agrícolas y forestales típicos del Mediterráneo continental. Las actuaciones realizadas en estos ecosistemas se han centrado en reforzar la resiliencia climática de los ecosistemas del Campo de Montiel.
Muchos de estos sistemas presentan actualmente una alta vulnerabilidad frente a incendios, plagas u otros impactos del cambio climático, debido a una falta de gestión. Por ello, en este proyecto se han realizado labores de silvicultura restaurativa entre las que se incluye implementar modelos demostrativos de gestión forestal sostenible en montes mediterráneos y reforestaciones de la PAC, acciones de resalveo de encinar denso, poda de encinas decrépitas y tala de encinas secas y plantación de 70 nuevas encinas, poda y clara de selección en 5 hectáreas de plantaciones de pinos densas no gestionadas.

Estas prácticas están orientadas a fomentar la biodiversidad, la heterogeneidad estructural y la madurez del bosque y son clave para aumentar su resiliencia a largo plazo y su capacidad para secuestrar carbono, contribuyendo a la mitigación del cambio climático.
En este sentido, se trata de diseñar una red de setos e islas forestales para mejorar la conectividad ecológica, fomentar la biodiversidad y fortalecer la resistencia de los paisajes.
Para cumplir este ambicioso objetivo, el proyecto se ha apoyado en la experiencia acumulada por la Fundación FIRE, que lleva desde 2010 trabajando junto a agricultores locales en la plantación de setos multifuncionales en sus terrenos. A partir de los datos obtenidos durante estas actuaciones, se ha hecho un estudio de supervivencia que permite analizar la persistencia de los setos en el tiempo, identificar las especies con mejores tasas de éxito y establecer buenas prácticas de plantación y mantenimiento.
De forma paralela, se ha llevado a cabo un análisis de conectividad ecológica, una herramienta que utiliza modelos espaciales para determinar las zonas más estratégicas donde continuar con nuevas plantaciones. La finalidad es generar una red de corredores verdes que facilite el desplazamiento de la fauna silvestre, favorezca los flujos ecológicos y contribuya a la restauración del equilibrio ambiental en el paisaje agrícola.
Un proyecto centrado en la transferencia de conocimiento
El conocimiento generado a lo largo del proyecto se ha difundido en diversos foros científicos y técnicos de ámbito nacional. Además, se han celebrado dos charlas técnicas en las que más de 40 personas de diferentes sectores han podido conocer de primera mano los resultados y aprendizajes. Próximamente, también se publicará material técnico y divulgativo de libre acceso, contribuyendo a enriquecer el conocimiento colectivo sobre la adaptación al cambio climático y la restauración ecológica del territorio.
Aunque este proyecto llega a su fin, los ciclos y las dinámicas de la naturaleza continúan. Por ello, desde la FIRE seguirán trabajando para generar conocimiento, restaurar ecosistemas y contribuir activamente a la sostenibilidad del planeta.