El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana Samuel Moraleda considera “muy injustas” y “fuera de la realidad”, las críticas por la gestión del caudal ecológico de río Bullaque lanzadas en la manifestación del miércoles en Ciudad Real de vecinos de los pueblos ribereños, sobre todo por el enorme esfuerzo, que según dice, se está haciendo “por los caudales ambientales” en un año de “estrés hídrico” y con el embalse al 12%.
Moraleda, que ha explicado a Lanza que recibió a una representación de los manifestantes (tres alcaldes y el portavoz de la asociación Guadiana Vivo) “en un tono muy cordial y correcto”, dice, valora que se vea que hay otros interlocutores sociales que tienen intereses en el agua, pero no comparte el fondo de la protesta, que terminó en la sede de la Confederación en Ciudad Real.
“La CHG hace muchas cosas para conseguir la obligación legal de mantener los caudales ambientales de nuestros ríos, siempre y cuando tengamos suficiente cantidad de recursos en los embalses”, explica.
Se sigue soltando agua al Bullaque
En el caso del Bullaque, regulado por la presa de la Torre de Abraham, al norte de la provincia, este año se aprobaron 4,7 hectómetros cúbicos para caudal ecológico que se siguen aportando. “A día de hoy continuamos soltando 350 litros de agua por segundo, y ha habido momentos de ir un poco más allá, a 450, con ánimo de no cortar el río, pero ha sido imposible”, señala.
Trasvase al Gasset
En paralelo y en un escenario de emergencia como es el del verano 2021 en el sistema de abastecimiento La Torre-Gasset, este mes de agosto se han empezado a trasvasar 2,5 hectómetros cúbicos al pantano de Gasset, para garantizar el abastecimiento urbano en otoño la comarca de Ciudad Real.
Los usos para riego son otra obligación legal de la Confederación del Guadiana, recogidos en el actual plan de cuenca. De 33 hectómetros cúbicos que tienen reconocidos los regantes se han tenido que conformar con 13 este verano (al principio se planteó que 10 y ellos pidieron 20). “La capacidad de la Torre de Abraham es limitada, estamos cumpliendo y no podemos desembalsar porque tenemos otros usos que atender”, remarca.
Moraleda compara esta situación con el pantano de El Vicario en Ciudad Real, en el que han muerto miles de peces por la falta de agua, sin poder poner remediarlo (no hay regulación posible en este caso), y con solo un hectómetro cúbico de agua embalsada; por no hablar del desastre de la presa de la Vega del Jabalón y los pozos autorizados para mantener a duras penas el abastecimiento en el Campo de Calatrava. “Si estamos al 22% de agua embalsada en la cuenca es gracias al embalse de Peñarroya”, indica.
Solo 90 Hm3 de aportaciones, la media es 205
El presidente de la Confederación del Guadiana reconoce que le hubiera gustado soltar “caudales ambientales en El Vicario, en peor situación, pero es imposible”. Este año la aportaciones de agua a los embalses del Alto Guadiana están en 90 hectómetros cúbicos, cuando la media de la década es 205, «muy por debajo. Si no se entiende que la situación de embalse es crítica no se entiende nada”.
Ríos efímeros en esta parte de la cuenca
El responsable de la CHG, organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, apela también a la naturaleza de los afluentes del Guadiana, “en verano muchos de nuestros ríos son efímeros y se quedan sin caudal, más en condiciones como esta”.
El embalse de Torre de Abraham, en el término de Retuerta del Bullaque, al norte de la provincia, es el de mayor capacidad de la cuenca del Guadiana en Ciudad Real. Lleno alcanza los 183 hectómetros cúbicos, mediado este mes de agosto y atendiendo todas las demandas reconocidas por ley tiene 12 hectómetros cúbicos.
No desembalsa por “coronación” desde 2010
Respecto a la posibilidad de una reconversión de cultivos en el entorno de Torre de Abraham, cuya comunidad de regantes reivindica su derecho a subsistir, el presidente de la CHG afirma que su administración no tiene las competencias.
El pantano de Torre de Abraham se encuentra situado en la zona de cabecera del río Bullaque, en el término de Retuerta al noroeste de Cudad Real y junto al parque nacional de Cabañeros. Construido en los años setenta, en 1995 se recreció, tras un largo ciclo de sequía y estudio de las aportaciones. Se decidió su recrecimiento para triplicar su capacidad.