Durante este miércoles se ha publicado en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha, la obligatoriedad de llevar mascarilla facial en todo el territorio regional como medida de prevención ante la Covid-19, tal y como aprobó recientemente el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha.
Únicamente los menores de seis años, las personas que practiquen deporte individual y colectivo, aquellas que se encuentren en supuestos de fuerza mayor y aquellos ciudadanos que tengan dificultad respiratoria o alguna discapacidad que desaconseje el uso de la mascarilla, no tendrán que llevarla. Tampoco es obligatorio su uso en bares, restaurantes o terrazas durante la ingesta de líquidos o alimentos, ni en las piscinas durante el momento del baño.
Bares
Rossana Poama, camarera del bar El Callejón de la Plaza Cervantes en Ciudad Real, no ha notado mucho cambio en el comportamiento de los clientes respecto al uso de la mascarilla cuando están sentados en el bar. «Hoy ha sido más o menos similar al de otros días, a pesar de la entrada en vigor de la norma. Hay clientes que si que tenían la mascarilla puesta, pero también hay personas que se olvidan de la mascarilla en el momento en el que entran en el establecimiento».

Por este motivo, considera que las personas «tienen que tener más cuidado y más precaución» para evitar posibles contagios.
Diego Fernando Marín, camarero de Guridi Plaza, reconoce que a lo largo del día «muchas personas han tenido más rato puesta la mascarilla cuando estaban sentados en la terraza» si bien «otros clientes, una vez que se la quitaban, no se la volvían a poner, por lo que los trabajadores teníamos que estar recordándoles cada dos por tres la obligatoriedad de la norma».
En este sentido reconoce que, además de poder ser perjudicial desde el punto de vista sanitario, el hecho de que los clientes no hagan el correcto uso de la mascarilla «también puede ocasionar alguna sanción al local. Al menos, así nos lo han comunicado nuestros jefes». Por este motivo, «tenemos que estar recordando a nuestros clientes que, por favor, hagan uso de la mascarilla, tanto dentro como fuera del establecimiento cuando no ingirieran algún alimento o bebida».

La falta de información o el desconocimiento también ha podido ser uno de los factores por los que algunos clientes de Guridi Plaza no han hecho un uso correcto de la mascarilla. «De hecho, la mayoría de las personas a las que se lo hemos indicado no sabían que este 22 de julio entraba en vigor el uso obligatorio de la mascarilla». Por este motivo, Marín considera que «habrá que recordarlo o poner algún cartel indicativo para que la gente sea consciente de la nueva normativa, con el fin de que la cumplan correctamente, pues se trata de un bien común».
Paseantes y clientes
Fernanda Valdepeñas, que estaba tomándose un café en una bar de Ciudad Real considera que la obligatoriedad total del uso de la mascarilla es “una necesidad”, al considerar que hay personas que “no respetan las normas”, cuando, en realidad “son beneficiosas para todos”.
Desde su punto de vista, llevar mascarilla durante los cálidos días estivales en Ciudad Real “no es algo agradable” pero “las normas están para cumplirlas, y si la ley dice que hay que llevarlas, pues las tenemos que llevar todos”.

Por todo ello califica de «acertada» la decisión del Gobierno regional, ya que “el coronavirus aún no se ha acabado y pienso que tardará en irse”.
Ángel Jiménez, natural de Alcázar de San Juan también considera positivo el hecho de que el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha haya aprobado la obligatoriedad de llevar mascarilla facial en todo el territorio regional. “Viendo los rebrotes que se están produciendo en algunas zonas de la provincia y en otras partes del territorio nacional, lo mejor es que de adopten medidas como ésta”.

En este sentido considera que la única manera de que la gente respete esta norma es que se exija la obligatoriedad de su cumplimiento. “Si nos dan a elegir entre la posibilidad de ponernos la mascarilla o no hacerlo, la mayoría de las personas van a escoger no ponérsela”.
Respecto a la utilización de la mascarilla, Ángel señala que “más del 90 % de las personas con las que me he cruzado por la calle iban con la mascarilla puesta, salvo algún caso esporádico”. En esta línea apunta que esta concienciación ya la lleva viendo durante algún tiempo, “salvo algunos casos puntuales de ciertos inconscientes”.
A Raúl Nieto, que paseaba por la céntrica calle General Aguilera, también le parece “correcta” la medida de la obligatoriedad del uso de la mascarilla, puesto que “en España, en la mayoría de los casos, o te obligan a hacer algo, o no lo cumples”. A pesar de ello, apunta que antes de que esta norma fuese obligatoria “alrededor del 80% de las personas con las que me encontraba por la calle ya la cumplía”.
Nieto confiesa que de un tiempo a esta parte no suele frecuentar mucho los bares, puesto que como medida de precaución, ha decidido mantener el distanciamiento social y únicamente se junta con su familia. “Lo que si observo, por ejemplo, cuando salgo a la calle o voy a hacer la compra es que, en general, la gente sí suele usar la mascarilla en Ciudad Real”.

En su opinión, además del uso obligatorio de la mascarilla “también se deberían tomar otro tipo de medidas más exigentes, como puede ser limitar los aforos en las discotecas y en las reuniones de personas hasta que se encuentre una vacuna contra el coronavirus, que espero que sea pronto”.