B.R./A.B.C./Lanza
Ciudad Real
Un lince macho de nombre ‘Kenitra’, uno de los ocho ejemplares que se soltaron en el sureste de la provincia el pasado julio dentro del proyecto Iberlince ha muerto por un disparo en una finca entre los términos municipales de Torre de Juan Abad y Almuradiel, en una batida de zorros, según Ecologistas en Acción, que se ha apresurado a exigir la intervención del Gobierno regional para rectificar lo que consideran que se está haciendo mal con estas sueltas que pretenden recuperar al felino en Castilla-La Mancha.
“No es de recibo que un cazador no se distinga un zorro de un lince”, señala Miguel Ángel Hernández, portavoz regional de Ecologistas en Acción que encuentra la muerte dentro de la lógica de que “no puede ser, como ha ocurrido, que se suelten linces en una finca vecina a otra en la que se practica la caza intensiva y se mata a predadores”, subraya.
Según Hernández se da la circunstancias de que la finca en la que ha muerto ‘Kenitra’ que lleva un dispositivo de seguimiento lo hace imposible ocultar su muerte, es Navas de la Condesa propiedad del banquero Jaime Botín, y es la misma “que ya fue multada hace años por la muerte de un águila imperial, también radiomarcada en un cepo”.
Iberlince ha dado como explicación que el animal, el segundo que muere de aquellas sueltas (en septiembre se halló el cadáver de ‘Kala’, otro ejemplar del que no se ha aclarado las circunstancias en las que falleció) recibió un disparo en una “acción cinegética”, no una cacería deportiva propiamente dicha.
Pero para la organización conservionista la culpa ni siquiera debería ser del cazador que ha disparado, sino “consecuencia de la gestión de caza intensiva y comercial que se está promoviendo por el Gobierno de Cospedal”.
Según los conservacionistas este titular y esta finca, a pesar de gozar “una inmerecida fama de buena gestión cinegética y modelo a seguir por el resto del sector”, arrastra un historial de conflictos con especies protegidas, como el ya mencionado del águila.
Los conservacionistas también desvelan que las cacerías de zorros son un sistema “poco habitual y muy peligroso” para eliminar predadores que moviliza a muchas personas y armas, donde es fácil disparar sin haber identificado bien el objetivo.
Además exigen a la Consejería de Agricultura una profunda investigación y una explicación urgente.
Por su parte la Real Federación Española de Caza (RFEC) ha hecho pública su intención de “exigir responsabilidades” ante la muerte de ‘Kenitra’.
Andrés Gutiérrez Lara, su presidente, ha manifestado que “es intolerable la actuación” del cazador y ha apuntado que “jamás se debe disparar ante una pieza que no esté permitida por ley y menos que esté en peligro de extinción y pertenezca a un programa de recuperación de una especie”.
Por su parte la consejera de Agricultura María Luisa Soriano asegura que ya se ha abierto la investigación por la muerte de 'Kenitra', a cuyo cuerpo se les está realizando una necropsia en El Chaparrillo. El miércoles los agentes ambientales se desplazaron al lugar y están trabajando “desde el minuto uno”.