Un vecino denuncia la muerte de palomas atrapadas en redes de control de aves en varios edificios de la plaza de Cervantes. Este mismo jueves llamó a los bomberos para liberar a un animal enganchado en una de las redes.
Todo parece indicar que la mala instalación y la falta de mantenimiento de las redes de control de aves, que requieren el permiso del Ayuntamiento, es la causa de que las palomas queden atrapadas y mueran “lentamente”, lo que es “un foco de insalubridad”.

La portavoz del Equipo de Gobierno y concejala de Sostenibilidad, Mariana Boadella, señala a Lanza que el Ayuntamiento es el encargado de dar los permisos para la instalación de las redes, pero luego son las comunidades de propietarios las encargadas de “la colocación y el mantenimiento”.
En el caso de que haya quejas, el Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Urbanismo, puede hacer un requerimiento a la comunidad para supervisar las redes, que son bastante habituales en el centro, “y no suelen dar problemas”.

Desde limpieza, el Ayuntamiento también trabaja con los propietarios de edificios y solares en los lugares donde hay más problemas con las heces de las palomas, la palomina. “Si hay exceso de población se colocan jaulas y se capturan”, explica Boadella.
Multa de 100 euros por dar de comer a las palomas
Asimismo, Mariana Boadella recuerda que “la población no puede dar de comer a las palomas”, acción que contribuye a que se reproduzcan, y que está prohibida con “100 euros de multa”.