“Durante años intentábamos disimular el acento, las costumbres… hasta que un día decidimos hacer justo lo contrario: presumir de ellas”. Así resume Bea, una de las tres patas de Nasti de Plasti, el espíritu con el que nació esta marca de camisetas creada por tres amigos de Herencia —Bea, Antonio y Jorge— que han convertido la identidad manchega en su mejor sello de diseño.
Todo empezó,“de la necesidad de sentir un poco que tienes raíz”, pero también de reconectar con La Mancha: “Yo me fui a estudiar fuera y trabajé en distintos sitios, y al final te das cuenta de que lo que te hace diferente es precisamente lo que te hace de aquí”, explica Bea.
Esa reflexión compartida dio pie a una idea que maduró durante años, desde 2020 hasta ver la luz en 2024: “Ya nos pusimos con la web, que eso ya fue un subidón. Nos pusimos con las redes sociales a tope también. Una vez que ya nos pusimos con las redes y con la web, se notó muchísimo. Que ya la gente te conoce, te pregunta, ya fue otro rollo”, añade.
Pero, ¿por qué ‘Nasti de Plasti’?
Desde el principio, los tres tuvieron claro que querían hacer camisetas, tal y como relata Bea: “Nos gustaba llevar mensajes en las camisetas, independientemente de que fuese manchego o no. Nos gustaba darnos a conocer a través de eso, era como una forma de identidad”.
La estética también dice mucho. El nombre Nasti de Plasti es un guiño ochentero y una declaración de intenciones en toda regla: “Queríamos que sonara ochentero, divertido, con ese toque nostálgico de cuando éramos niños”, cuentan. “Hay expresiones que nos hubiese encantado vivir, pero no las hemos vivido tanto y por eso nació Nasti de Plasti. Nos moló mucho la idea de recopilar palabras de antes”, añaden.
Entre referencias visuales, hay una muy clara: la cabecera de la serie Salvados por la campana. “Yo me acuerdo siempre de ‘Salvados por la campana’. Vimos esa cabecera, y de ahí cogimos un poco también de idea de ese rollo y esos colores”, aclara Bea.
Iconos manchegos con estética pop
El proyecto también rinde homenaje a los referentes populares de la región. Una de sus camisetas más conocidas es la de “Ramón, me regalas el jamón”, inspirada en un vídeo viral de hace años y convertida en fenómeno gracias a las redes sociales.
La idea iba más allá de la anécdota: “Nosotros con Ramón lo que queríamos hacer era tener el icono pop que tienen en Sevilla con Juan y Medio. Nosotros también tenemos nuestros iconos aquí manchegos, lo que pasa es que no los explotamos”, apunta Antonio.
Y esa es, precisamente, una de las claves de la marca: convertir lo cotidiano, lo que se da por hecho, en símbolos de identidad. “Andalucía tiene muchísimas cosas y las explotan muchísimo y están súper orgullosos. Y nosotros también tenemos un montón de cosas”, remata Bea.
La marca combina así humor, nostalgia y cultura popular con una estética colorida, tipografías vibrantes y un aire ochentero que conecta con su generación. “Nos apetecía hacer algo divertido, reconocible y con raíces. Y de paso demostrar que en La Mancha también hay diseño y creatividad”, dicen.
Reivindicando lo manchego
Pero más allá del humor, hay una reivindicación clara: “Antes si escuchabas cierta expresión, la desechabas o corregías o la sustituías por otra y ahora pues no. Y ahora es eso, es un todo, es abrazar de nuevo la cultura manchega”.
Bea habla en primera persona sobre esa transformación generacional: “Las generaciones que van viniendo, voy notando cómo no van renegando de eso, cosa que a mí y a mi generación sí nos pasó en su momento. Por encajar más. Porque a lo mejor te ridiculizaban o a lo mejor no estaba bien visto. Te corregían mucho la forma de hablar también”.
La marca reivindica que hablar como tu madre o tu abuela no está mal: “Es lo que has aprendido a hablar porque tu madre habla así, porque tu abuela habla así. Y es lo que tú dices y es tu forma de decirlo. Y que no está mal dicho, que ya está bien. Siempre corrigiéndonos en todo. Pues no, nuestras expresiones son nuestras y hay que defenderlas también”.
El proceso creativo: de la idea a la camiseta
Detrás de cada camiseta hay meses de trabajo: “Primero que te venga la inspiración, luego llevar a cabo el diseño y dedspués que el diseño nos guste a los tres también”. A veces las ideas surgen de madrugada, otras en conversaciones aparentemente sin importancia.
Muchas ideas nacen directamente de un grupo de WhatsApp que comparten los tres. “Si escuchamos alguna barbaridad y nos viene la inspiración, eso se queda ahí guardado. Porque eso es idea camiseta. En el grupo que te digo, hay mensajes a las doce de la noche, a los domingos. O sea, cuando a ti se te ocurren cosas, pues tú las pones y ya”.
Y hay ocasiones en las que descubren que lo que creían una expresión local… no lo es tanto. “Yo este año he descubierto eso. Yo pensaba que Pitorra era de aquí y resulta que es una expresión que también se utiliza en Quintanar de la Orden y nos dimos cuenta cuando empezaron a pedirnos camisetas gente de Quintanar. Vino un chico a recoger aquí en tienda y dijo, es que es nuestra expresión. Y yo constesté, ¿cómo que es vuestra expresión? Y ya a partir de ahí pues me enteré, no tenía ni idea”, recuerda Bea.
Emprender desde el corazón de La Mancha
Poner en marcha un proyecto desde un pueblo pequeño como Herencia no ha sido fácil. “Hasta que nos ha conocido un poco la gente ha sido un poco más complicado”, reconoce Bea. “Nosotros intentamos que sea sobre todo por redes y por web. Pero claro, hay gente que se escapa a la web. Tiene que ver también con la edad”.
Pero ese mismo reto se ha convertido en oportunidad: Nasti de Plasti ha logrado conectar con quienes están fuera de Castilla-La Mancha y llevan la tierra por dentro. “Da también mucho lugar al orgullo, sobre todo de gente que vive fuera de aquí. Pero son de aquí y te hacen pedidos, por ejemplo, de Valencia, de Galicia, de un montón de sitios que están viviendo allí pero tienen su orgullo manchego. La mayoría de los pedidos son de fuera. Nos escriben y nos dicen que gracias a nuestras camisetas sienten un poco más cerca su tierra. Eso es lo más bonito”, asegura Bea.
También hay historias que les emocionan: “Me acuerdo una chica del País Vasco que nos pidió la camiseta con la receta de las gachas y nos dijo que ella allí nunca comía gachas, así que le mandamos la camiseta y un paquetillo de harina de almortas para que pudiera hacerse unas gachas también”.
Diseños virales
En cuanto a cuáles son sus diseños más populares, ellos lo tienen bastante claro: “Yo te diría quizá la de las gachas se vende guay. Esas se venden muy bien. Las de las berenjenas de Almagro también”, asegura Antonio.
Y cuando personalidades conocidas se ponen una camiseta suya, la repercusión se nota: “Las de los Chanantes, desde que lo puso Ernesto Sevilla fue un pelotazo”.
Otros nombres que han contribuido a dar visibilidad a la marca son Rozalén y Fernando Alfaro, que también compartieron sus camisetas en redes, y más recientemente algunos de los presentadores de CMMedia. “A raíz de la camiseta de Ramón y el jamón a Gloria Santoro también le enviamos una camiseta y lo compartió en sus redes. Además, súper amable con nosotros, en cuanto ponemos algo siempre nos comenta, nos pregunta…muy guay”, afirma Bea con una sonrisa.
El altavoz de las redes sociales
“Para nosotros ha sido todo”, dice Bea sin titubeos al hablar de las redes sociales. Y es que en Nasti de Plasti desde el principio tuvieron claro que la estrategia debía ser digital: “Si nosotros ponemos aquí en Herencia la marca como tal para vendérselo en el local, es Herencia. Nosotros lo teníamos claro, tenía que ser principalmente online”.
Cada miembro del equipo tiene un rol bien definido, explica Bea: “La web la lleva Jorge. Él y Antonio son los que más se encargan del tema diseños. Cada uno tenemos un poco nuestro papel porque así funciona guay. Si todos hacemos todo, no… y así tenemos total libertad”.
Próximos pasos
Nasti de Plasti no quiere quedarse solo en camisetas. “Sí que nos gustaría sacar prendas ahora para el invierno”, adelanta Bea. “Y a mí más adelante sí que me molaría sacar otro tipo de cosas”.
Lo que no piensan cambiar es su esencia: crear desde el humor, la memoria y el orgullo manchego. Esa forma de hablar, de reírse, de nombrar las cosas que antes se escondía o se corregía, hoy brilla en estas camisetas de colores ochenteros y tipografías divertidas.
Y quizá, esa sea su mayor aportación: convertir lo de siempre en algo que llevar con orgullo.
