El río Estena en los Montes de Toledo, que separan las provincias de Ciudad Real y Toledo, corre bravío por la zona conocida como el Boquerón, en Navas de Estena, en pleno parque nacional de Cabañeros, por efecto del deshielo de la nieve que dejó la borrasca Filomena.
Agentes medioambientales de Castilla-La Mancha han captado la imagen de este río de aguas frías y norteñas, parte de la reserva natural fluvial que conforma junto al Estenillas y Estomiza, representativos de los ríos de baja montaña mediterránea en la cuenca alta del Guadiana.
Reserva fluvial desde 2015
La reserva, una nueva figura de protección medioambiental que se declaró en 2015, queda integrada por siete cauces principales: río Estena, arroyo de las Peralosas, río Frío, río Estomiza, río Estenilla, arroyo del Carabillo y arroyo del Pueblo.
También protegido como reserva natural fluvial, por su escasa degradación ambiental, está el río Milagro (entre Retuerta del Bullaque y Ventas con Peña Aguilera), las únicas reservas de este tipo que quedan en la cuenca alta del Guadiana, a la que vierten.
Una de las mejores rutas de Cabañeros
El río Estena a su paso por el Boquerón conforma una de las rutas más singulares y populares del parque nacional de Cabañeros, cuyos centros de visitantes y servicios están cerrados al público desde el 14 de enero, cuando la Consejería de Sanidad decretó el cierre perimetral de todos los municipios de Ciudad Real, y reforzó las medidas restrictivas para frenar los contagios por coronavirus.
En estos momentos solo pueden disfrutar del río los vecinos del término municipal de Navas, en espera de mejores tiempos para que visitantes del resto de la provincia y el país puedan ver los efectos buenos de Filomena en el parque nacional, que también ha divulgado la imagen del río en sus redes sociales.
La nieve que ha dejado Filomena en España
Precisamente esta semana se ha conocido que la borrasca, con nevadas históricas en muchas provincias españolas, ha dejado entre el 7 y el 10 de enero una acumulación de 5.000 hectómetros cúbicos (hm3) de agua, que equivale al consumo de agua de las ciudades durante un año, según datos aportados por las Confederaciones Hidrográficas y las mediciones de pluviometría de 70 estaciones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) al Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico.
Los resultados hídricos son una estimación inicial que tendrá que comprobarse según se vaya fundiendo la nieve que aún queda. El estudio ha tenido en cuenta también las imágenes por satélite que calcula que la superficie nevada de la Península alcanzó una superficie de 256.000 kilómetros cuadrados, en torno a la mitad del la superficie peninsular, según una información divulgada el viernes por la agencia Europea Press.
El ministerio valora que esta acumulación permitirá aumentar la reserva de agua durante el resto del año, principalmente en zonas de montaña, aunque no se espera que sea tan importante en la provincia de Ciudad Real.