Nazario Martín, catedrático de Química Orgánica de la Universidad Complutense de Madrid y doctor Honoris Causa por la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), ha hablado esta mañana en Ciudad Real de las grandes aportaciones que la investigación en nanociencia está tributando a la sociedad para optimizar los progresos tecnológicos y mejorar la vida de las personas.
Ha sido en la conferencia que ha abierto el ciclo divulgativo ‘Los viernes en el IRICA (Instituto Regional de Investigación Científica Aplicada)’ en la Facultad de Químicas, que este año se desarrollará en torno a la celebración del 150 aniversario de la creación de la tabla periódica.
Martín, a quien se le ha asignado el Sodio (Na), ha destacado el valor de la nanociencia y su impacto social porque, a través de sus aplicaciones en ámbitos profesionales como la medicina, “está revolucionando la vida”.
Según el experto en la investigación de nanoestructuras de carbono tales como fullerenos, nanotubos de carbono y grafeno, dicha transferencia de conocimientos, muy avanzada en instituciones como el IRICA, “abre nuevas perspectivas” a la hora de “cambiar, como ya lo está haciendo, los hábitos sociales”.
A su juicio, este ámbito de estudio tiene “un decisivo papel” a escala nanométrica (1 millón de veces más pequeñas que el milímetro). Es una dimensión donde aparecen “propiedades totalmente nuevas”. que ofrecen amplios campos de investigación y “enfoques muy distintos a escala macroscópica”.
“Es un mundo nuevo y sorprendente a explorar”, asegura, similar a lo que ocurre con el oro, “que se piensa que es poco reactivo”. Por el contrario, sus nanopartículas “pueden ser un catalizador activo y eficaz”, además de tener condiciones ferromagnéticas propias (imanes).
Mejorar el tratamiento de la diabetes
En el campo médico, la nanocienica adaptada podría mejorar el tratamiento de la diabetes. La introducción de nanopartículas dentro del organismo de un paciente podrían determinar sus necesidades de insulina y llevar a la autorregulación de sus dosis.
Igualmente, podrían detectar y eliminar células cancerosas.
También tendría aplicación, según el profesor Martín, en la ciencia espacial y en los viajes fuera de la atmósfera, donde los tripulantes podrían protegerse de la radiación cósmica con dicha materia dentro de sus propios cuerpos.
También en las vidrieras de las catedrales
Otros destinos más ‘domésticos y terrenales’ de estas partículas estarían relacionados con la elaboración de materiales más duros, o con los efectos de los bellos juegos de colores de las vidrieras de las catedrales. “Cuando los artesanos tallaban estas cristaleras no sabían que los responsables de los colores eran las nanopartículas”, ha indicado en declaraciones a este digital.
Prestigio investigador
El vicerrector de Investigación y Política Científica, Julián Garde, ha estado presente en la intervención y ha destacado el nivel de las intervenciones que acogerá el ciclo en el presente curso “donde se intercambian opiniones con investigadores de prestigio mundial y con los nuestros”.
Así, ha abogado por “potenciar” este tipo de foros, en este caso organizado por “uno de los mejores institutos de investigación”.
En la misma línea, Ester Vázquez, la directora del Instituto Regional de Investigación Científica Aplicada, ha subrayado la “sinergia” que se crea con ‘Los viernes en el IRICA’ y ha adelantado que invitarán, con la correspondiente identificación con un elemento químico, a personalidades como los honoris causa Maurizio Prato, (químico), Ignacio Cirac (físico), José Elguero (químico) o Margarita Salas (bioquímica).