La crisis provocada por el coronavirus ha trastocado el día a día de las empresas de todo el mundo, que han tenido que adaptar sus productos y servicios a las nuevas demandas de los consumidores. En estos días de confinamiento y de infinitas recomendaciones para frenar el Covid-19, las empresas de Ciudad Real han tenido que responder a la necesidad creciente de mascarillas, mamparas de metacrilato, guantes de nitrilo, equipos de protección individual, desinfectantes, rótulos para delimitar distancias de seguridad y geles hidroalcohólicos.
En la provincia no existen transformaciones radicales en los centros de producción y los puntos de distribución, pero sí readaptación de lineales y reconfiguración de la oferta comercial. Talleres de confección, fábricas de mobiliario corporativo, destilerías, establecimientos de suministros industriales y droguerías forman parte de la red de empresas que en estos días hacen “negocio” en tiempos de pandemia. En la mayoría de los casos las nuevas ventas no sirven para equilibrar la balanza de pérdidas, pero permiten sobrellevar mejor la crisis. La idea es “reinventarse o morir”.
En medio del caos de las mascarillas
Con veintidós años de trayectoria como distribuidor del sector industrial, desde herramientas de ferretería profesional a productos de protección, Suministros Valero de Ciudad Real ha pasado a formar parte de la maraña de empresas que hoy distribuyen los famosos EPIs. Antonio Valero confiesa que “hoy en día el 80 por ciento de las ventas son productos de protección: guantes, mascarillas, gafas, pantallas”. Desde la carretera de Carrión, la empresa suministra estos días solo a los clientes profesionales, a puerta cerrada y con una persona menos en plantilla. Tienen menos ventas, porque antes vendían más variedad de artículos, pero el dinero todavía fluye.
Ayer envió pedidos a Albacete y Cuenca; y hoy distribuirá a Jerez de la Frontera. La escasez de mascarillas y guantes de nitrilo ha convertido la venta en un auténtico “caos”. Los clientes piden presupuesto para productos, la búsqueda es eterna y cuando consiguen precio de un proveedor, muchas veces en el tiempo que pasa hasta que el cliente admite la oferta, “el precio ha subido o se ha agotado”. Antonio Valero señala que a todas horas recibe llamadas de toda España, principalmente de ayuntamientos, residencias de ancianos, empresas de ambulancias y profesionales de los sectores que están en activo, como la construcción o mantenimiento de depuradoras.
Desde la puesta en marcha de la plataforma digital Covid Market Place C-LM recibe muchas más, de manera que ahora distribuye material por toda Castilla-La Mancha y fuera de la comunidad autónoma. Impulsada por el Centro de Operaciones Covid-19, se trata de una plataforma creada por la Consejería de Sanidad y la Consejería de Economía, Empresas y Empleo, que da visibilidad a empresas que ofrecen este tipo de productos tan demandados y que coordina el Instituto de Promoción Exterior (IPEX).
Los guantes de nitrilo están agotados desde hace una semana y tampoco tiene en estos momentos mascarillas. Valero señala que hay pedidos 500 paquetes de 100 guantes y 5.000 mascarillas, que “están vendidas casi todas”. Dice que las mascarillas llegarán a primeros de mayo y los guantes también en el próximo mes. Todo viene con cuentagotas, excepto las pantallas y los geles. El empresario destaca que el principal problema deriva de la deslocalización de la industria. “En Europa nos hemos quedado sin fábricas, así que dependemos totalmente de China”, afirma.
Las droguerías, en el “top” de ventas
Junto a los elementos de protección personal, los productos de desinfección y limpieza están desde antes del comienzo en el “top”. Decoraciones El Curro de Socuéllamos es uno de los establecimientos que sacan partido a la epidemia. “La verdad es que, los comercios que estamos abiertos, estamos vendiendo más; yo no me puedo quejar”, confiesa Conchi Martínez. Desde que llegó el coronavirus, venden “el doble” de lejía y desinfectantes.
Con todo el tiempo del mundo para estar en casa, debido al confinamiento decretado por el Gobierno de España el pasado 14 de marzo, a los ciudarrealeños les ha dado por limpiar. La empresaria confiesa que no deja de vender lejías, desinfectantes, productos de limpieza y pintura, porque los vecinos de Socuéllamos han aprovechado estas semanas “para limpiar en profundidad, remover armarios y pintar”. La gente está pintando habitaciones y patios, todo menos las fachadas, para “tener a punto sus viviendas”.
Para adquirir productos no ha habido de momento problemas en Socuéllamos. Conchi señala que solo al principio sufrió desabastecimiento de hidroalhólicos, pese a que reconoce que le quedaban existencias del tiempo de la gripe aviar. Incluso, tuvo miedo a la hora de realizar pedidos, por si no les daba salida. Ahora, “las casas de perfumería han readaptado su producción”, por lo que cada vez mandan más ofertas. También faltó alcohol, pero no desde que las destilerías lo producen. Eso sí, apunta al aumento del precio de algunos productos, como el alcohol de 96 grados, que “cuesta un 50 por ciento más caro”.
Dispuestos a aumentar beneficios y dar más comodidad a sus clientes, Decoraciones El Curro además ha empezado a repartir a domicilio, como tantos otros comercios de toda la provincia. Conchi señala que la mayoría de las personas que demandan este servicio son mayores que “evitan así que salgan sus hijos más de la cuenta a comprar” o gente que no tiene coche y no quiere salir a la calle andando. Por la mañana abre solo de 9 a 13 horas y por la tarde se tira “casi dos horas repartiendo”.
Del diseño corporativo a las mamparas
La maquinaria en la fábrica de Tecnoseñal en Herencia también se ha puesto al servicio de las necesidades de la pandemia. Desde el principio del estado de alarma distribuyen en centros comerciales y logísticos las novedosas mamparas de metacrilato, que también han llegado a farmacias, supermercados y entidades financieras. Un mes y medio después del decreto ofrecen una amplia gama de mamparas para recepciones con atención al público y oficinas. Incluso, en el recién estrenado catálogo de “elementos de protección Covid-19” aparecen mamparas de más de un metro de tamaño para diferenciar puestos de trabajo.
Dedicada a la señalización, el mobiliario y la imagen corporativa, esta empresa, que tiene una planta de 30.000 metros cuadrados con 150 trabajadores en Herencia, ha adaptado sus líneas de producción a las “nuevas demandas de los clientes”. Ante la falta de inversiones por parte de empresas que quieran realizar cambios en sus espacios corporativos, la empresa ha buscado interesantes alternativas, al mismo tiempo que colabora en la implantación de medidas de protección.
Fuentes de la empresa confirman que, aparte de distribuir mamparas, también han diseñado “nuevos elementos de marcaje para mantener las distancias en recintos y ascensores”. Además, han diseñado elementos novedosos como un “abre puertas” sin pomo donde colocar el brazo en vez de la mano. La empresa, que pertenece al grupo Tecnove y que es líder en el sector, también tiene filiales en Madrid y Jaén.
Entre los distribuidores de las mamparas también hay pymes como Rótulos Olmedo de Tomelloso, que en los últimos días no deja de recibir solicitudes de establecimientos y asociaciones empresariales para conseguir información sobre la compra de mamparas, sobre todo a raíz de formar parte del Covid Market Place C-LM. Con el cierre de gran parte del pequeño comercio, un 90 por ciento según el cálculo de Fecir, la actividad de empresas como ésta quedó paralizada. Ahora, la “desescalada” genera buenas expectativas de cara a la venta de artículos de protección para el pequeño comercio. “Esperemos que esta situación termine pronto”, señalan en la empresa de cara al fin del confinamiento por la superación de la crisis sanitaria.
Los talleres textiles al servicio de la crisis
A la par de las empresas que han encontrado nichos de mercado en la crisis del coronavirus están las que empezaron por impulsar iniciativas solidarias y que en la actualidad han descubierto las posibilidades de hacer negocio. La solidaridad empezó a mover las máquinas del taller de Coser y Cortar de Torre de Juan Abad al inicio de la pandemia para distribuir mascarillas y batas sanitarias por toda la provincia. En estos momentos, uno de los propietarios, Roberto Valle, confirma que ya hay empresas que se han puesto en contacto interesadas en la compra de material sanitario.
El Campo de Montiel hace gala de su tradición textil y pone el conocimiento adquirido durante décadas por las mujeres entre dedales y agujas al servicio de la lucha contra el coronavirus. Algunas de las costureras de este taller, que sigue en funcionamiento, organizaron hace unas semanas una red de costureras provincial de forma voluntaria para surtir de mascarillas, batas y gorros a los pueblos.
La alcaldesa de Torre de Juan Abad, María Fresneda, que ha estado al frente de la iniciativa en colaboración con el taller, confirma que ya han distribuido tela cortada para la confección de 200.000 mascarillas, más de 10.000 batas de hospital, y 2.500 botas y gorros de quirófano. Ellas cortan la tela, que distribuyen entre costureras de todas las comarcas, desde el Campo de Montiel a Cabañeros y Puertollano, y que ha llegado a la ciudadanía en general, aparte de residencias, centros de salud y hospitales.
Así es como ha cambiado el devenir en este taller que confecciona ropa de mujer “desde hace más de 30 años” y que sabe lo que es reinventarse. Roberto Valle explica que en sus inicios fabricaban pijamas y otras prendas para señora, pero todo cambio cuando entró el gigante chino con su industria textil. “Nos tuvimos que espabilar y montamos una fábrica de ropa de mujer, ‘Tu pantalón’, en el Polígono Cobo Calleja de Madrid, precisamente donde están todos los chinos”, comenta el propietario. Ahora tienen tres centros de trabajo: el de Torre de Juan Abad, otro en Montiel y el de Madrid, que es su “buque insignia”.
Si siguen las recomendaciones de usar mascarillas durante mucho tiempo, puede que el mercado chino se tope de nuevo con las perspectivas de expansión de esta empresa ciudarrealeña, pues no descarta que una vez que acabe la “situación de emergencia” mantengan una línea de producción de material sanitario. Hasta el momento han contado con la colaboración del Ayuntamiento de Torre de Juan Abad y la Junta de Comunidades, dado que en un principio no contaban con las autorizaciones para fabricar material homologado, pero eso puede cambiar.
De la ropa de cocina a la sanitaria
Relacionada con el sector textil, la tienda de vestuario laboral Dis-tinta de Valdepeñas también ha reorientado sus ventas como consecuencia del Covid-19. Ana Isabel Lucha confiesa que, si antes estaban especializados en la ropa de hostelería, ahora están centrados en el vestuario para sanitarios. En las últimas semanas distribuyen mascarillas, unas novedosas batas reutilizables y calzado, no solo en la provincia, sino en Madrid, Albacete y otras partes de España. Los clientes también demandan pantallas de protección, gafas y guantes, pero algunos están agotados, y sus proveedores advierten que habrá problemas para adquirirlos hasta “junio o julio”.
Todo no queda ahí, pues la solidaridad en estos tiempos no tiene límites y en Dis-tinta han puesto en marcha una campaña de camisetas solidarias a 6 euros. Ana Isabel señala que “todo el dinero recaudado irá para el Centro de Día de Alzhéimer de Valdepeñas”. Ya llevan 190 euros recaudados y animan a colaborar con la causa. Además, reparten las camisetas a domicilio, un nuevo servicio surgido a raíz del confinamiento. “Antes lo hacíamos a empresas y ahora también a particulares para que la gente pueda estar en sus casas”, apuntan.
Entre las principales novedades que ha adoptado además la empresa, destaca la venta de tinta y otros accesorios de impresora, en respuesta a la demanda surgida de forma paralela al impulso del teletrabajo y del confinamiento de menores en edad escolar con tareas. Con el cierre de restaurantes, bares y la paralización empresarial derivada del decreto de alarma, Dis-tinta ha notado que “ha bajado el ritmo de venta”, de manera que piensa mantener las nuevas líneas de negocio para garantizar su futuro “mientras que el resto de sectores se ponen en funcionamiento”. Todos esperan que sea pronto para reactivar la economía.
