Belén Rodríguez
CIUDAD REAL
Ramón García Navas, un albañil de Herencia de 32 años, padre de dos hijas de 13 y 8 años, tendrá que ingresar en prisión el próximo lunes para cumplir una condena firme por lesiones (le dio un puñetazo a un revisor de Renfe en una pelea en 2008) de dos años de prisión e indemnización de 76.000 euros que con sus nulos ingresos en estos momentos no puede pagar.
“Por lo que me ha explicado mi abogado si hubiera pagado no tendría que ir a prisión, voy a la cárcel por pobre”, comenta desde su pueblo, Herencia, en el que ha iniciado una campaña de recogida de firmas y peticiones de apoyo para eludir la cárcel.
“No es que yo no quiera pagar por lo que hice, pero debe haber otra manera que no sea dinero, como trabajos en beneficio de la comunidad. No es justo que yo tenga ir preso y otros con condenas de dos años no”, añade.
García Navas, que ya ha conseguido varias cartas que avalan su buena conducta y que es una persona decente, entre ellas del alcalde y del sargento de la Policía Local de Herencia, tuvo un encontronazo con un revisor de Renfe cuando, en pleno boom de la construcción, trabajaba en una obra en Pozuelo de Alarcón. Iba con otros compañeros y se enzarzó en una riña que llegó a las manos. Fue juzgado y condenado.
El viernes pasado, seis años desde aquello, le llegó el exhorto que le obliga a presentarse en una cárcel de su elección en los próximos días.