El Organismo Autónomo Parques Nacionales cierra el año 2023 con la recuperación de 0,38 hm³ de agua para riego en el entorno de las Tablas de Daimiel, con la compra de terrenos con derechos de riego de fincas colindantes con el parque nacional, en uno de sus peores momentos de superficie inundada (152 hectáreas de 1.500 posibles).
La compra de este año suma 355 hectáreas de terreno al parque nacional, la mayoría de la finca Cañada del Gato (con 231 hectáreas de superficie), una finca que cuenta con “excepcionales valores naturales”, según el Organismo Autónomo, y en la que destaca una magnífica representación del encinar adehesado que rodea las Tablas.
La adquisición de terrenos se ha hecho con fondos propios del Organismo Autónomo Parques Nacionales, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y fondos europeos Feder.
La Cañada del Gato
Los terrenos se compraron en julio, agosto (la Cañada del Gato) y las últimas 56 hectáreas (una viña en espaldera que deja de explotarse) esta misma semana. El viñedo en regadío tiene derechos de 105.000 metros cúbicos de agua al año, “que dejarán de explotarse”, confirman, y que se han dado a conocer estos días como “un granito de arena para la recuperación del acuífero”.
La viña recién adquirida irá evolucionando a vegetación natural y lo mejor: dejará de regar.
Reducción de la presión sobre el acuífero
Con estas medidas Parques Nacionales quiere seguir trabajando en la reducción de la presión de la agricultura sobre el acuífero del que se nutre el humedal y contribuir a una conservación más que mejorable, tras casi diez años de sequía, el último especialmente duro.
También se han comprado terrenos en el parque nacional de Cabañeros, “actuaciones están en consonancia con las funciones y vocación del Organismo Autónomo Parques Nacionales en materia de conservación de la biodiversidad y ampliación del patrimonio natural público con un especial valor natural o cultural, en particular de la Red de Parques Nacionales”, subrayan.
Las Tablas también han sido escenario de recuperación de la cerceta pardilla, con sueltas y cría en el parque para repoblar otros humedales de la provincia, y de la restauración a finales del año pasado del entorno de la isla del Pan, la parte más visible de un parque preocupado por la desaparición de la masiega y el paulatino proceso de transformación de ecosistema acuático a terrestre formado por un tarayal monoespecífico.