Los párrocos de la provincia de Ciudad Real han recibido con fe, esperanza y alegría la elección del nuevo Papa León XIV, que sucede a Francisco tras su fallecimiento el pasado Lunes de Pascua. Las primeras reacciones desde diversas parroquias del territorio muestran una Iglesia confiada en la acción del Espíritu Santo y comprometida en la oración por el pontífice recién elegido.
Desde Daimiel, el párroco de San Pedro Apóstol, Manuel Pérez Tendero, ha expresado que la comunidad ha acogido el nombramiento “con mucha tranquilidad y mucha confianza en Dios”, destacando que la fe ayuda a vivir estos momentos sin inquietud.
“Estamos muy contentos con el Papa que ha salido, pero cualquiera hubiera sido recibido con alegría, porque confiamos en que Dios mueve los caminos de la Iglesia y el mundo”, ha afirmado, indicando que ya desde el momento que se tuvo conocimiento de la elección, sonaron las campanas y ya se tienen palabras para el nuevo Papa en las misas.
Por otro lado, Pérez Tendero ha subrayado también el legado “precioso” dejado por Francisco y la necesidad de apoyar al nuevo pontífice, de rezar mucho, “porque lo que tiene encima es una gran carga: el momento del mundo y de la Iglesia no es sencillo”.
En Valdepeñas, el párroco de Nuestra Señora de la Asunción, Enrique Galán, también se ha mostrado confiado en que León XIV “va a ser el buen Papa que la Iglesia necesita en estos tiempos”. Ha destacado su preparación intelectual y pastoral, así como su “sencillez” y su condición de religioso agustino.
Galán recordó con afecto al Papa Francisco, cuyo fallecimiento ha calificado como doloroso, pero a la vez sereno: “Era un Papa que ya estaba cansado físicamente. Ha dado mucho a la Iglesia y necesitaba ese descanso último junto a nuestro señor”. Frente a las especulaciones previas al cónclave, defendió su fe en la providencia: “Jamás respondí con nombres. El elegido lo ha sido con el impulso del Espíritu Santo. Tengo mucha confianza en que va a ser el Papa que la Iglesia y este tiempo necesitan”.
También en Puertollano, Federico Serrano, párroco de Nuestra Señora de la Asunción, ha dado gracias a Dios por esta elección y ha subrayado que la Iglesia sigue su curso de sucesión apostólica, de sucesión de San Pedro, al servicio de la evangelización ungida por el Espíritu Santo, y al servicio de la comunidad cristiana.
Además, ha acogido con esperanza al nuevo pontífice: “Le doy una grata bienvenida y le deseo fortaleza y amor a Dios”, ha indicado Serrano quien considera que estos últimos días se han vivido con paz, convencidos de que la elección ha sido guiada por el Espíritu Santo.
Otro sacerdote que ha acompañado este momento histórico con oración y esperanza ha sido Domingo García-Muñoz Elipe, párroco in solidum de las Parroquias Santa María de la Estrella de Almadén, San Sebastián de Guadalmez, La Purísima Concepción de Alamillo y San Benito Abad de San Benito.
“Nos sorprendió a todos”, confiesa el sacerdote, al recordar el fallecimiento de Francisco, quien había impartido la tradicional bendición urbi et orbi apenas un día antes de su muerte. Aun así, subraya que el momento fue vivido “con paz y tranquilidad”, confiando en que Dios guía a su Iglesia “a través de hombres frágiles y pecadores”.
Durante esos días, dice, la comunidad parroquial se volcó en la oración tanto por el alma del Papa difunto como por el cónclave.
Respecto al nuevo Papa León XIV, García-Muñoz expresa una profunda confianza en la voluntad divina: “Estoy convencido de que Dios lo conoce plenamente y ha inspirado su elección”. Aunque el cardenal Prevost no figuraba entre los nombres más mencionados antes del cónclave, el párroco considera que su perfil como religioso agustino y misionero es una riqueza para la Iglesia universal. “Parece un hombre sencillo, discreto y prudente”, señala, al tiempo que destaca su capacidad para asumir una misión “de gran responsabilidad” en medio de un mundo convulso.
“La principal tarea del Papa es ser un hombre de Dios, y cumplir adecuadamente su misión de gobernar la Iglesia, de enseñar la doctrina de la fe y de santificarnos”, afirma García-Muñoz, concluyendo con una nota de esperanza y confianza en el Espíritu Santo que guía a la Iglesia en cada etapa de su historia.
En conjunto, los párrocos de Ciudad Real han llamado a sus comunidades a rezar por León XIV, conscientes de los retos que afronta el nuevo pontífice en un mundo complejo.