Se han cumplido veinticinco años de hermanamiento entre Puertollano y el Pays de Pouzages y algunas familias ya han participado varias ocasiones en esta iniciativa. Primero lo hizo la madre de la familia que nos ocupa, Raquel, en ese primer año de intercambio educativo cuando ella misma estudiaba primero de BUP, iniciando el instituto y cursando francés. Ahora esta experiencia se ha repetido, en esta ocasión quien acogía era su hija, Alicia, una vuelta al recuerdo que han vivido en este veinticinco aniversario y una grata experiencia que han compartido tanto madre como hija.
En esta ocasión llegaba a casa de la familia García una francesa de nombre Sara que ha podido compartir durante todo el fin de semana el idioma español con su familia de acogida. Sara reconoce que le ha gustado todo de la ciudad de Puertollano, ya que ha podido conocer tanto sus costumbres culinarias como diversos espacios y monumentos emblemáticos de la propia ciudad para que pueda llevarse una imagen -en esos escasos dos días- tanto de cómo viven los puertollanenses como de la propia ciudad de Puertollano.
Aseguran que es una buena experiencia en la que compartir muchas cosas y esperan que pronto Sara vuelva a su casa, el que se ha convertido durante el fin de semana en su propio hogar, no obstante en un futuro esperan que sea durante más tiempo, para poder seguir afianzando los lazos de amistad que en estos días han dado inicio.
Acoger de nuevo a una persona extranjera en casa con un idioma que ahora Alicia, la menor de la familia, está estudiando, ha supuesto para toda la familia un fin de semana festivo en el que compartir muchas actividades. Además, su madre Raquel ha vuelto a recordar aquellas palabras de francés que un día, su profesora por aquél entonces -Pilar Mata- le enseñó y que en estos días volvía a poner en práctica; una experiencia de aprendizaje e intercambio cultural para todos, tanto para las familias de Puertollano que acogen como para los jóvenes que han visitado estos días la ciudad puertollanense. El pasado domingo todos se despedían esperan que vuelvan pronto.
Arboles de hermanamiento
La ciudad de Puertollano ha recibido un regalo que el pasado domingo ofrecían los franceses en su cena de despedida. Se trata de trece árboles -uno por cada demarcación que conforma el Pays de Pouzages del que proceden- que serán plantados en una zona del Pozo Norte y que se denominará “El Rincón de Pouzages”.
Son trece árboles que irán creciendo con el tiempo al mismo ritmo que lo hacen los lazos de amistad entre ambas localidades fruto de ese hermanamiento suscrito hace ya un cuarto de siglo.
Por su parte, el ayuntamiento de Puertollano también regaló un presente a este grupo de franceses. Se trata de un cuadro en el que aparecen reflejados los principales monumentos de la ciudad y que conforman la seña de identidad de toda la ciudad.
En la despedida de la noche del domingo, en esa cena de hermandad, con la que finalizaba este encuentro muchos fueron los que despidieron a estos jóvenes que han acogido durante el pasado fin de semana con lágrimas en los ojos y con el ánimo de volver a encontrarse pronto otra vez, ya sea en Puertollano o en Pouzages.