Como es tradición, el Claustro del Convento de Santo Domingo acogió el XXXIX Certamen Poético Internacional ‘Francisco de Quevedo’, que cada año organiza la Orden Literaria homónima en Villanueva de los Infantes, en el marco de la Feria y Fiestas y que cuenta con el patrocinio del Ayuntamiento a través de la Concejalía de Cultura.
Un evento que se celebra con ceremonial, usos y costumbres del siglo XVII y que abría el maestro de ceremonias, Clemente Plaza, para a continuación tomar la palabra el Gran Maestre de la Orden, Juan José Guardia Polaino, quien tuvo un emotivo recuerdo para los miembros fundadores de la Orden Miguel Montalbán Simarro e Ignacio Santos Gutiérrez, fallecidos durante este año.
Juan Santos
El miembro de la Orden Literaria Juan Santos presentaba al mantenedor de esta edición, el actor Pedro Mari Sánchez, quien manifestó que se ha pasado la vida viajando por el interior de las palabras. Durante su intervención subrayó “la capacidad del lenguaje humano para describir la vida, algo que Quevedo supo hacer muy bien, como mago de las palabras que fue”. Por último sentenció que “si cuidamos de las palabras, cuidaremos del mundo, y me parece un empeño que merece la pena”.
Previamente, la Escribana Mayor de la Orden, Presentación Pérez, procedía a la lectura del acta del jurado, tras la cual tenía lugar a la investidura y entrega de pergaminos a los premiados en cada una de las categorías, así como a la lectura de trabajos.
El primero en subir al escenario fue el poeta Iván Montenegro Vázquez, natural de Chapela, Redondela (Pontevedra), ganador del Premio “El Buscón” para menores de treinta años con su poema ‘Yo habito la memoria del poeta’.
Laura Cabedo
A continuación subía a recoger su galardón la poeta Laura Cabedo Cabo, natural de Torrent (Valencia) ganadora del Premio Tema Libre, dedicado al poeta Rafael Simarro, por su poema titulado ‘Piedras’, con el que ha querido enumerar “cosas que tenemos que hacer juntos para construir un mundo mejor”.
Desde Alicante llegaba el poeta José Antonio Asensio Florenciano, ganador del Premio Don Francisco de Quevedo con su poema ‘Alma de Heráclito’, en el que se toca un tema bastante desconocido, la relación de Quevedo con la transcendencia.
Por último, respetando el ceremonial tradicional de este acto, los caballeros de la Orden Literaria, acompañados de las Damas, abandonaron el claustro de Santo Domingo para llevar la corona de flores al busto de Don Francisco de Quevedo que se encuentra en la Plaza de San Juan.