Asociaciones de astronomía y aficionados en general tomarán este fin de semana los puntos más altos de la provincia para disfrutar de la magia de las Perseidas. El momento álgido será el domingo a las 3 de la madrugada, cuando habrá alrededor de 100 meteoros a la hora, pero desde este sábado iluminarán la bóveda celeste.
A punto de entrar en Luna Nueva, el presidente de la Asociación Astronómica Astromanchas de Puertollano, Pablo Vozmediano, indica que este 2018 será “un año especial” para ver las Perseidas, ya que el cielo estará especialmente oscuro. La luminosidad del satélite terrestre “apaga” muchos meteoros y permite contemplar solo los más luminosos.
La lluvia de estrellas empezó a mediados de julio y durará hasta finales de agosto, aunque este sábado y domingo serán los días con mayor actividad. Las principales recomendaciones para observar las Perseidas son “alejarse de la contaminación lumínica de las ciudades, acudir a zonas en altura, llevar algo de abrigo y evitar el uso de teléfonos móviles”.
El Parque Nacional de Cabañeros, el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, la Atalaya de Ciudad Real, las Lagunas de Ruidera y el cerro de Santa Eugenia de Almodóvar del Campo están dentro de la lista de puntos aconsejados por las asociaciones y empresas de turismo activo de la provincia. Astromanchas repetirá su observación en la pedanía almodovareña de La Bienvenida, junto al yacimiento romano de Sisapo.
El origen de las Perseidas
Casi todas las lluvias están asociadas a cometas y toman el nombre de la constelación de la que parecen venir. Así, las Perseidas toman el nombre de Perseo, porque su “radiante” o “punto de origen” está en esta constelación. Algunas de las estrellas sorprenden por su intensidad y coloración llamativa.
Desde el Complejo Astronómico La Hita de Toledo, que también ha organizado actividades este fin de semana, explican que las Perseidas surgen cuando la Tierra atraviesa las partículas de polvo que deja el cometa 109P/Swift-Tuttle a lo largo de su órbita. “Las partículas de polvo entran en contacto con la atmosfera terrestre y se desintegran a gran velocidad, generando las esperadas estrellas fugaces o meteoros”, señalan.
Formado por hielo y rocas, las características colas de polvo y gas de los cometas surgen al aproximarse al Sol. En el observatorio de La Puebla de Almoradiel indican que este cometa en cuestión tiene “un periodo orbital de 133 años y la última vez que se aproximó al Sol fue en 1992”.
Recomendaciones para ver las Perseidas
Los astrónomos indican que el periodo de mayor actividad será entre las 20 horas del 12 y las 8 del día 13. La tasa horaria cenital para las Perseidas, que indica el número máximo de meteoros por hora observable bajo un cielo claro y con el radiante en el cénit, es de aproximadamente 100 meteoros la hora con una velocidad de entrada en la atmósfera de 210.000 kilómetros la hora.
Asimismo, desde el Observatorio La Hita advierten que las estrellas “pueden aparecer por cualquier parte de la bóveda celeste”, por lo que es importante abarcar el máximo cielo posible con el ojo. De ahí que la recomendación es tumbarse en el suelo y evitar los telescopios, que reducen el campo de visión.
Como orientación, aconsejan localizar la constelación de Perseo, que está entre las constelaciones de Casiopea, Áuriga, Aries y Andrómeda. El Observatorio La Hita indica que “la noche del 11 de agosto, el radiante asomará por el horizonte noreste sobre las 22 horas”. Para este sábado están previstos 60 o 70 meteoros a la hora de media.
Como curiosidad, Pablo Vozmediano destaca que a veces es posible reconocer reflejos de colores en los meteoros, ya que tienen composición química. Calcio, cobre y sodio son los químicos más comunes, y los colores más habituales son el verde, el azul, el naranja y el amarillo. “En las Perseidas predomina el verde”, apunta.
Para contemplar la lluvia de estrellas no hay que ser un experto, aunque participar en alguna de las actividades propuestas por las organizaciones de la provincia ayuda. Pablo Vozmediano señala que “siempre es una oportunidad disfrutar del evento con gente que te informe de lo que acontece; así no solo ves las Perseidas, sino que comprendes el fenómeno”.
Astromanchas guiará la observación desde La Bienvenida, donde además dispondrá varios telescopios este sábado y el domingo a partir de las 20 horas en La Bienvenida para examinar Marte, Saturno, Júpiter y La Luna, o la nebulosa de la Laguna. Más de 100 personas asistieron hace dos años a esta actividad.
La lluvia más famosa del año, pero no la única
Las lluvias de estrellas son habituales en la Tierra, pero lo que ha hecho conocidas a las Lágrimas de San Lorenzo ha sido la época del año en la que tienen lugar. Las altas temperaturas y el tiempo de ocio vacacional acompañan la salida de miles de personas en toda España a observar las estrellas, de ahí que sean tan famosas.
El presidente de Astromanchas señala que “las lluvias de estrellas son mucho más numerosas en invierno”, como las Gemínidas en diciembre, que traen una de las mayores lluvias de meteoros. Los cielos encapotados y el frío no favorecen que los grupos de astronomía organicen salidas en pleno invierno al campo.
El Observatorio Astronómico de La Hita también hace referencia a las Cuadrántidas de enero, las Líridas en abril, las Oriónidas en octubre o las Leónidas en noviembre, entre las lluvias de estrellas más famosas para los observadores del hemisferio norte.
Un verano con citas astronómicas interesantes
Este verano ha sido extraordinario para la observación de fenómenos astronómicos. Pablo Vozmediano recuerda que Saturno estuvo el pasado 27 de junio en oposición a la tierra, a 1.400 kilómetros de distancia, más cerca de lo habitual; y trece días después fue el acercamiento de Marte.
Estos fenómenos permitieron contemplar el tamaño y distinguir algunos detalles de los planetas del Sistema Solar, que dejaron imágenes de 6 de las 62 lunas conocidas de Saturno o de la gigantesca tormenta de arena que envuelve a Marte, donde aún es posible visualizar los casquetes polares blancos.
También, el 27 de julio fue el eclipse de luna más largo del siglo XXI, que duró casi dos horas. La Tierra se situó entre su satélite y el Sol, una situación que se produce de media una vez al año. Para el resto de 2018 no quedan muchos fenómenos más, aunque sí habrá una superluna.