La provincia de Ciudad Real es un buen lugar para observar las estrellas, las constelaciones, los planetas y este fin de semana las Lágrimas de San Lorenzo. Organizaciones de astronomía y decenas de aficionados ocuparán los lugares más oscuros de los municipios para asistir a la lluvia de meteoros que brinda la constelación de Perseo y que tendrán su punto álgido este sábado 12 de agosto.
Con cuarenta socios repartidos por toda la provincia y trece años de historia, la Asociación Daimieleña de Astronomía será una de las organizaciones que guiarán el viaje entre las estrellas, desde un escenario privilegiado, el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. El eclipse lunar del lunes y la conjunción de la Luna y Neptuno del jueves sirvieron de introducción a la materia, aunque el presidente del colectivo, Miguel Ángel Martín Serrano, señala que “cualquier mes es propicio para contemplar los astros”.
El espectáculo de estrellas que habrá esta noche no será el único tampoco para contemplar este mes, pues el 19 de agosto habrá una conjunción de Venus con la Luna y el 21 un eclipse solar -aunque no se verá en España y el mejor lugar para observarlo es Estados Unidos-. Además, los expertos calculan que el periodo de las Perseidas es del 23 de julio al 22 de agosto, por lo que todavía quedan días para salir de la ciudad. Así pues, Martín Serrano reconoce que en verano “la gente está de vacaciones, las temperaturas por la noche son agradables y por lo tanto es un buen momento salir al campo, tender las mantas y observar el cielo”.
Las Perseidas suceden todos los años en torno al 12 de agosto producidas por un cometa. La Asociación Daimieleña de Astronomía explica que “los cometas, según describen sus órbitas alrededor del sol, arrojan al espacio un reguero de gases, polvo y escombros”. Cuando la Tierra, en su movimiento en torno al Sol, encuentra uno de estos anillos, atrapa “algunos de los fragmentos rocosos (meteroides)” con su campo gravitatorio y caen a gran velocidad a través de la atmósfera formando la lluvia de meteoros.
Manta, ropa de abrigo y mirada al cielo en sitios oscuros
La principal recomendación para contemplar la lluvia de estrellas es acudir a sitios oscuros, “lo más lejos posible de la luz artificial”. Este consejo es muy importante este año, ya que la Luna, llena el pasado 7 de agosto, todavía está muy luminosa y restará visibilidad a los meteoros más débiles.
Una manta en el suelo, ropa de abrigo para pasar la noche, paciencia y buena vista son los elementos necesarios para captar las estrellas fugaces, y la estimación científica es que en el punto más elevado llegan a ser 100 a la hora. Miguel Ángel Martín Serrano destaca que “el mejor instrumento para ver las Perseidas es el ojo”, ya que permite contemplar “prácticamente toda la bóveda celeste”, mientras que cualquier lente artificial, como unos prismáticos o un telescopio, solo coge un “trozo” del cielo.
La lluvia ganará intensidad a partir de las doce de la noche hasta el amanecer. Para captar el número máximo habrá que colocar la cabeza dirección al norte, a la constelación de Perseo, que según comentan en la asociación daimieleña, “está debajo de Casiopea”, una de las más conocidas en el hemisferio norte por su condición circunpolar -nunca se oculta en el horizonte- y reconocible por sus cinco estrellas brillantes que forman una W.
Por si la lluvia de Perseidas no fuera suficiente, la Asociación Daimieleña de Astronomía, que tiene dos telescopios, un ETX 70 y un reflector 150, además de unos prismáticos de 20×100, guiará la observación de Júpiter y Saturno, y descubrirá las curiosidades del cielo en los meses estivales.
Cabañeros y Sierra Madrona ofrecen las mejores vistas
Aunque también observarán los cráteres de la Luna y algún cúmulo globular -objetos difusos formados por concentración de estrellas que nacieron a la misma vez-, el presidente expresa que “la imagen Saturno, con los anillos, las bandas de la atmósfera y los satélites, siempre queda en la retina”.
También, Martín Serrano explica que la cita ofrece una oportunidad para aprender a identificar la Estrella Polar, el Triángulo del Verano formado por las estrellas Altair, Deneb y Vega, la constelación del Cisne o Sagitario en el centro de la galaxia.
Las Tablas de Daimiel ofrecen un entorno espectacular para realizar la experiencia, aunque Martín Serrano reconoce que “los mejores cielos de la provincia están en la zona de Cabañeros, en El Robledo o Navas de Estena, y también en Sierra Madrona, cerca de Fuencaliente”. Los Mirones, una pedanía de Calzada de Calatrava, también es un lugar de excepción; de hecho, allí organizan su encuentro anual aficionados de la provincia, entre los que participan miembros de la Asociación Daimieleña de Astronomía, la Sociedad Astronómica y Geográfica de Ciudad Real o la Agrupación Astronómica de Miguelturra.
Jornadas de arqueología y astronomía en Daimiel
Tras las Peseidas, la Asociación Daimieleña de Astronomía no quedará parada y el próximo 26 de agosto ha organizado las tercera Jornada de Astronomía ‘Ciudad de Daimiel’, que este año abordará la relación de esta ciencia con la arqueología, desde el Centro del Agua. El presidente del colectivo explica que la primera charla será una introducción al heliocentrismo a partir de las conclusiones de Aristarco de Samos, por Alberto Martos Rubio del Grupo de Estudios Lunares Enrique Silva de la Agrupación Astronómica de Madrid.
La siguiente conferencia será a cargo de una de las “mayores eminencias” en arqueología de España, Andrea Rodríguez Antón, del grupo de investigación del Instituto Astrofísico de Canarias, que hablará del urbanismo y la astronomía en las ciudades romanas de la cuenca del Guadiana. Y cerrará el profesor universitario Luis Benítez de Lugo Enrich, que hablará de los rituales con astros en monumentos funerarios de la Prehistoria reciente y la Protohistoria al sur de la Meseta.
Así pues, entre otros temas, abordarán la relación de la construcción de las motillas con la astronomía, que suscita tanto interés en Daimiel. El cierre a las jornadas lo pondrán una observación astronómica en las Tablas y otra solar desde el Parque del Carmen de Daimiel.
El presidente de la Asociación Daimieleña de Astronomía dice que “todas las noches son un buen momento para mirar el cielo, desconectar, dejar las tecnologías, relajarse y quitarse el estrés del trabajo”, y destaca que para descubrir la bóveda celeste no son necesarios grandes sistemas. Para Miguel Ángel Martín Serrano, el cielo más interesante es el del invierno, “el más oscuro”, en el que brilla “espectacular” constelación de Tauro, por lo que este fin de semana es un buen momento para iniciar la inmersión al firmamento.