Frente al olvido, Piedrabuena ha evocado este viernes a las 48 personas represaliadas en la posguerra española por defender las ideas que dan sentido a la democracia para devolverle la dignidad que durante décadas les fue arrebatada.
Piedrabuena es el primer pueblo que señaliza las fosas comunes en la que están enterradas las víctimas del Franquismo, con nombres y apellidos, a través del proyecto Mapas de Memoria, en el que está implicada la Uned y que cuenta con la financiación de la Diputación.
El presidente de la Administración provincial, José Manuel Caballero, acompañado del alcalde de Piedrabuena, José Luis Cabezas, y del director del proyecto, Jorge Moreno, ha destacado, desde el cementerio municipal donde están localizadas las fosa, que la sociedad española tiene la obligación de devolver “el recuerdo y la dignidad” a estas personas.
En Ciudad Real 3.457 personas, “pagaron con su vida el ideal de justicia y de libertad que hoy compartimos como fundamento de la democracia”. Todas estas personas están enterradas en 53 fosas comunes repartidas por toda la provincia.
Mapas de la Memoria empezó hace varios años con la localización de todos los represaliados y José Manuel Caballero, delante de varios miembros del equipo del CIEMEDH (Centro Internacional de Estudios de Memoria y Derechos Humanos), ha afirmado que la intención de la Diputación provincial es llegar a señalizar todas las fosas.
“Empezamos con este proceso de dignificación en solitario cuando no había apoyo del Gobierno de España y, ahora que hay recursos, seguiremos”, ha afirmado Caballero, consciente de que la democracia tenía una deuda con las familias de los represaliados y que hoy estos actos llegan “demasiado tarde”.
Caballero destaca la “perspectiva pedagógica” de Mapas de Memoria
El primer de los memoriales organizados en cementerios a partir del proyecto Mapas de Memoria ha sido un sencillo acto “de memoria, de reconocimiento y de justicia”, que además no ha perdido de vista la “perspectiva pedagógica” para las próximas generaciones.
Así pues, la placa “grabada en hierro, como el carácter de aquellas mujeres y hombres” asesinados en los primeros años de la dictadura no solo es reparadora para las víctimas, sino que contribuye a la construcción de una cultura democrática.
Con el apoyo de las nuevas tecnologías, todas las personas que visiten el cementerio podrán conocer los detalles de los represaliados a través de un código Qr. “El porvenir tiene que ver con el pasado y con cómo nos comportemos en el presente”, ha dicho Caballero.
Cabezas destaca que ha sido “un día de felicitaciones para los piedrabueneros”
Una vez colocados unos centros con rosas rojas al pie de las dos fosas comunes, el alcalde de Piedrabuena ha insistido en que actos como estos sirven para “reconciliar” y dar dignidad, “sin tener la voluntad de molestar a nadie”, a los represaliados que fueron enterrados en el más absoluto anonimato.
Jornaleros, labradores y algún maestro de escuela están entre los asesinados entre julio de 1939 y mayo de 1948 en Piedrabuena. También está Victoriano Casado Cabezas, fusilado por colaborar con el guerrillero ‘Veneno’ y Ramón Guerreiro ‘Julio’, uno de los guerrilleros más representativos de Castilla-La Mancha.
José Luis Cabezas ha destacado que fue “gente que se significó por una vida democrática, que peleó por un mundo más justo y que se tropezaron con los que no pensaban lo mismo”. Afortunadamente, ha expresado Cabezas, ideas como las de esos hombres cristalizaron y en la actualidad vivimos “con democracia, libertad y paz”.
Tras aludir a la llamada que la ha hecho una antigua concejala cuyo abuelo está entre los represaliados, León Mora Úbeda, el alcalde ha concluido que este viernes ha sido “un día de felicitaciones y un buen día para los piedrabueneros”.
Mapas de Memoria, un estudio pionero que crea “referentes”
¿Dónde están enterrados los cuerpos de las personas asesinadas en la provincia de Ciudad Real durante la posguerra? Es la pregunta que se hizo el equipo de Mapas de Memoria, según ha apuntado el director, Jorge Moreno, y que ha dado lugar a la localización y dignificación de las fosas que existen en lugares como Piedrabuena.
Primero se preguntaron por los nombres de los represaliados, luego por los cuerpos y el tercer objetivo es la dignificación, también conseguida recientemente a través de la publicación del libro ‘Todas las fosas de la posguerra en Ciudad Real’. En palabras del antropólogo forense, asesor de la secretaría de Estado, Francisco Etxeberría, “el estudio debería replicarse en todo el país”.
De forma pionera en España, el estudio ha permitido “cartografiar los lugares donde fueron enterrados los represaliados”. La tarea no ha sido fácil, sino resultado de un arduo trabajo por archivos, que ha incluido hasta entrevistas a enterradores.
En algunos casos ha sido “imposible”, por el mismo crecimiento de los cementerios, “que hizo que muchos restos acabasen en el osario”. En Piedrabuena, hay localizadas la fosa que hay junto a la tapia del cementerio viejo y la del cementerio civil, pero no las repartidas en un tercer sector.
Al final de un acto discreto, marcado por las restricciones que exige la pandemia, Jorge Moreno ha recalcado que la señalización de las fosas supone para las familias “honrar a sus muertos después de tanto tiempo” y significa para la sociedad la posibilidad de “invocar a esos hombres y mujeres para que sean referentes en el devenir de nuestros días”.
