El olor a ajedrea impregna cada calle, a lo lejos suenan las bandurrias y grupos de gente agarrada a un callejero no dejan de pasar por la calle Real, la calle Carolina y el entorno de la plaza de los toros para maravillarse con los paisajes naturales que los piedrabueneros evocan en el interior de las casas.
Extendida la tradición por toda la provincia, la de Piedrabuena es única. El alcalde, José Luis Cabezas, dice que en esta localidad de los Montes “no se entienden las cruces sin los mayos, ni los mayos sin las cruces”, como tampoco se entienden sin las paredes tapizadas de brezo, el susurro del agua de las cascadas ni las luces del ocaso.
Cuando la primavera invade con su manto floral de campanillas y amapolas los campos, la cruz iluminada de la Sierra brilla más que nunca para guiar la visita de las Cruces y los Mayos, por algo este año Piedrabuena espera recibir en torno a 15.000 personas en la primera quincena de mayo.
La cruz inspirada en Gaudí, enmarcada en piedra volcánica
“Yo os doy las buenas noches, a esta santa sociedad, a adorar la santa cruz, con devoción y humildad”. Esa fue la primera estrofa que sonó este jueves en la inauguración de la cruz municipal elaborada por el Ayuntamiento en la cueva de la plaza de toros.
Una cruz inspirada en el arte del máximo exponente del modernismo catalán, Antonio Gaudí, atrajo todas las miradas, sobre un estanque y enmarcada en esos muros de piedra volcánica tan característicos del antiguo castillo de Mortara. Es una de las visitas imprescindibles para todos los que acudan a esta fiesta de Interés Turístico Regional.
Cuentan que la falta de medios y ajuares entre las capas más bajas de la población provocó que las gentes de Piedrabuena incorporaran los elementos naturales que había su entorno, las piedras y las flores silvestres para ornamental la cruz, honrada de forma popular al menos desde que una cofradía rescató la cruz de San Marcos de la iglesia parroquial tras el terremoto que asoló Lisboa en 1755.
Así surgieron las características cruces de brezo de Piedrabuena, sin mantones ni colchas de puntillas bordadas, aunque éstas tampoco han desaparecido. Todavía en la actualidad es posible ver a mujeres sentadas en bancos alrededor de las cruces de tela para velarlas hasta altas horas de la madrugada, mientras se sirven canelos y limonada.
Las primeras colas
Este año, la ruta completa la constituyen 15 cruces: nueve de brezo, cuatro de tela y dos mixtas. Entre ellas están las de Los Novatos, Amas de Casa, Los Castilleros, Los Discípulos, la Asociación Amigos de las Cruces, El Calvario, UDP Piedrabuena, Centro de Mayores, Los Tunantes, La Corchea, Brezo a Brezo, Cruz y Malla, Los Frescolabis y la cruz de la Cueva del Castillo.
Desde las ocho de la tarde de este jueves, la multitud se agolpó a las puertas de las cruces y empezaron las primeras colas. Fueron muchos los que tuvieron la suerte de contemplarlas al son de los grupos locales de mayeros Santísimo Cristo de la Antigua, Cruz de Mayo, Jóvenes Mayeros y Nuestra Señora de la Asunción.
Permanecerán abiertas hasta el 15 de mayo
Tras la inauguración, las cruces permanecerán abiertas del 3 al 15 de mayo, de 17 a 24 horas, excepto los sábados 4 y 11 de mayo, que tendrán horario de 11 a 14 horas y de 17 a cierre. Aunque se pueden visitar por libre, el Ayuntamiento organiza visitas guiadas. De hecho, el año pasado más de 2.200 personas realizaron la ruta con guía.
Disfrutar de la amplia oferta gastronómica y del entorno del río Bullaque, que avanza flamante tras las últimas lluvias, son complementarios a esta fiesta que además incluye multitud de actividades paralelas. De hecho, este mismo fin de semana el grupo de bolillos El Acerico organiza en los Jardincillos el XX Encuentro de Encajeras y este domingo se celebrará la romería de la Sierra de la Cruz.
La semana siguiente, el jueves 9 de mayo, la coral polifónica de Piedrabuena ofrecerá un concierto en la bóveda del castillo, y del 10 al 12 estará instalado el mercadillo medieval en la plaza Mayor, con puestos de artesanía, gastronomía y exhibiciones.
El viernes también tocará Sabineros, un tributo a Sabina, en la plaza de toros, y el sábado tendrá lugar el III Festival Folclórico Villa de Piedrabuena con la actuación de la Asociación Folclórica San Pantaleón de Porzuna, el Grupo Folclórico albahaca de Albuquerque de Badajoz, y la Asociación Folclórica Coros y Danzas Mortara de Piedrabuena.
Asimismo, habrá tiempo para el deporte, el domingo 12 de mayo, con el Jaratril 2024, una ruta de senderismo, y el concierto de la Banda de Música de Piedrabuena en la plaza de toros. El broche lo pondrá la procesión de San Isidro, el 15 de mayo, con invitación a refresco y la degustación de una gran caldereta elaborada por el Ayuntamiento.
