Cuentan los recuerdos de los que soplan más de 30 años que los abuelos se ponían a merced del experto en cuchilla para abrillantar sus caras en vísperas de la feria. Los espejos eran enormes, los sillones estaban comodísimos y las tijeras no paraban de abrirse y cerrar como si esculpieran el viento en las manos del barbero.
La radio ya no suena como le gustaba a Ángel y Marceliano ‘Los malillos’, si acaso ‘Bendición’ de El Madrileño, a juzgar por la estética del barbero. Tampoco cuelgan de las paredes recortes de periódico con Alfredo Di Stéfano, Paco Gento y Amancio Amaro, las estrellas madridistas que le gustaban a Florentino.
Las cuchillas ahora son de usar y tirar, en los carteles se leen tratamientos faciales, hay estanterías con perfumes, al fondo colocan los dispositivos para hacer tatuajes y microblanding en las cejas, y por la puerta entran chavales jovencísimos con la última moda en ropa deportiva, pelos degradados y barbas afiladas.
Así es Viru’s Barber en Piedrabuena, una de las 50 mejores barberías de España según la revista Soy Barbudo. Al frente está Roberto Álvaro, que hace cuatro años decidió dejar de ser “un número” en la fábrica donde trabajaba para apostar por el emprendimiento en un pueblo de apenas 4.500 habitantes.
Del laboratorio a formarse por toda España

La suerte estuvo de su parte aquella noche de 2019 que se puso a buscar cursos por el móvil en busca de un hobby que le sacara de la monótona rutina diaria. Por las tardes trabajaba en un laboratorio y por las mañanas no tenía otro oficio, así que por qué no hacer un curso de peluquería, “para sacar algo de provecho” y cortar el pelo a los colegas.
Descubrir su vocación estaba a la vuelta de la esquina. Roberto cuenta que al día siguiente le llamaron de una academia, le cuadraron horarios y empezó a estudiar. “Allí descubrí que me gustaba cortar el pelo, el trato al cliente y que la gente me valorara”, explica. No lo paró ni siquiera la pandemia del Covid, de ahí el nombre del negocio, no solo por el mote del jefe.
Con las peluquerías de toda España cerradas, el teléfono de Roberto empezó a sonar. “Oye Viru hazme el favor”, me decían. Y así fue como en cuanto las restricciones empezaron a relajarse decidió dar el gran paso: dejó el laboratorio y montó su propia barbería en un pequeñito local de la calle Rollo.
Pero antes de subir la verja viajó por toda España en busca de los mejores formadores del país. “A lo largo de dos meses recorrí las grandes capitales: estuve en Madrid, Barcelona, Valencia, en Granada con Oche Barber, en Sevilla con Brain Ón Academy, en Almería con De la Calle”, cuenta.
“Una barbería normal y corriente de pueblo”
Decidió abrir “una barbería normal y corriente de pueblo”. En Piedrabuena habían pasado “cerca de 20 años” desde que el último de los viejos barberos se jubiló. Álvaro, que tenía 23 años y estudios Secundarios, no tenía grandes expectativas, pero la vida le iba a dar una gran sorpresa: Viru’s Barber fue todo un éxito.
“A los dos meses tenía ya 14 días de espera”, exclama. Empezaron a llegar clientes de toda la zona, de Luciana, Alcolea de Calatrava, Poblete, Corral, e incluso de Puertollano y Ciudad Real. Las barberías se empezaban a multiplicar por toda España de acuerdo a las nuevas tendencias y su negocio crecía. Incluso tuvo que contratar a otro peluquero.
Trescientos clientes a la semana

Desde su recién estrenado local, Roberto cuenta que en estos momentos son tres barberos. Negocio tienen pues, según destaca, atienden a “300 personas a la semana”. Llega también gente de Malagón, de Fuente El Fresno, muchos atraídos por las redes sociales, donde están muy presentes. En la actualidad ningún negocio con éxito puede permanecer al margen de las plataformas.
Por el barbero ya no pasan los hombres mayores para rasurarse la cara, ni los niños a soportar los tirones que requería llevar todos el mismo ‘pelado’, sino que el nuevo local de 120 metros cuadrados, que llevaba años y años cerrado en el centro de Piedrabuena, se ha convertido en un centro de referencia para la juventud.
Los clientes que predominan tienen entre 17 y 25 años, como mucho treinta y tantos. El ambiente es “muy cercano, como si fuéramos todos amigos”. Roberto Álvaro cuenta que “la gente joven cada vez está más preocupada por la imagen: los hombres se cuidan, se hacen el láser, las cejas y el cuidado facial se lleva cada vez más”.
Las barberías recuerdan cada vez más al servicio de peluquería y estética dirigido tradicionalmente a mujeres. “A los chicos les cuesta mucho acercarse a los centros de estética tradicionales, les da vergüenza ir donde acuden sus madres, por lo que encuentran aquí su espacio”, explica el barbero.
Los futbolistas y las nuevas tendencias

Si antes los recortes de periódico del fútbol respondían al gusto de los barberos, hoy la imagen de los futbolistas está muy presente en Viru’s Barber porque son los que marcan las nuevas tendencias. Roberto Álvaro cuenta que los jóvenes buscan “lo más actual, que son los degradados y los perfilados de barba”.
“Cada vez se lleva menos el afeitado clásico, con navaja y espuma, que era la especialidad de los antiguos barberos”, cuenta, mientras que coloca un paño de agua caliente para que se abran los poros de la cara a un cliente antes de retocar su barba. Una vez hecho, se lo vuelve a poner frío, para cerrar los poros tras el after shave.
La barbería es de visita obligada cada quince días. “La gente tarda cada vez menos tiempo en venir. El que más tarda son 3 semanas, hay mucho cliente semanal y cuando hay un evento todo el mundo se retoca, aunque tengas el pelo corto”, cuenta Álvaro. Además de cortar, hace el estudio de visagismo a cada cliente, para realzar su belleza natural, y así les aconseja sobre lo que les va a quedar mejor.
Desde hace un año Roberto también ha empezado a trabajar con novios en bodas. Peina, elimina calvas de la barba con fibras y maquilla. “Todavía no cala demasiado entre los chicos, pero en el siglo que estamos, para el recuerdo de toda la vida, podemos hacer tratamientos que se vean naturales y aplicar un poco de antiojeras”, explica.
Estética, tatuajes, perfumes y ropa

Pero es que además de la barbería han incorporado secciones de estética, tatuajes, perfumes y una marca de ropa. Al frente de los espejos le acompañan Cristian Heredia de Miguelturra y Dani Mayoral de Malagón, que viene de Malayerba de Madrid, “una de las mejores peluquerías de la capital de España”.
En el servicio de estética, para hombres y mujeres, está Sheila Portillo, de Corral de Calatrava, con su propio negocio en su localidad, que realiza láser, limpiezas faciales, depilaciones tradicionales, microblanding para las cejas, elimina verrugas, … Y varios días en semana va el tatuador David Díaz, de El Cimarrón de Ciudad Real.
En la parte de perfumería son franquicia de la marca Aromas, la única de toda España. “Tienen solo tiendas físicas en centros comerciales. Al principio no querían, pero los invité a conocer mi proyecto y dijeron que sí”. Roberto asesora al cliente sobre los aromas, fresco, amaderado, frutal o dulce con ayuda de diferentes probadores.

Y también capitanea la marca de ropa. Lleva el nombre de la empresa, Viru’s Barber y Roberto es el que realiza los diseños. Ya tienen camisetas, sudaderas, gorras y han dado el salto hacia la venta online. Con tantos servicios, su objetivo no es otro que “el cliente se sienta a gusto, que note un rato personalizado y exclusivo, y que viva una experiencia inolvidable”.
El proyecto sigue en expansión y Roberto, que sin duda es el emprendedor joven que ha tenido más éxito en los últimos años en Piedrabuena, reconoce que se siente “con fuerza e ilusión” y ganas de “hacer nuevos proyectos”. El cuentakilómetros del coche de Roberto da fe de ello.
En la actualidad Roberto Álvaro sigue formándose por toda España, le gustaría extender su proyecto a medio plazo a Ciudad Real y reconoce que le ilusionaría llegar a ser formador. “Doy las gracias a mi pueblo y a su gente, que desde que abrí las puertas se tiraron a mí. Esto ha sido un sueño”, concluye muy emocionado.