El alcalde de Piedrabuena, José Luis Cabezas, asegura que la presencia de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) este viernes ha sido “impactante” a la hora de concienciar a la gente del pueblo de cumplir con las normas que marca el estado de alarma por la crisis del coronavirus.
En declaraciones a Lanzadigital, el alcalde de Piedrabuena, localidad de unos 4.5oo habitantes, se muestra convencido de que la presencia de 17 militares, en sus cinco todoterrenos y una furgoneta, ha sido un aldabonazo para los que todavía no estaban concienciados.
Durante su estancia en el pueblo, en torno a tres o cuatro horas, hicieron labores de desinfección, pero su principal labor fue la de recorrer sus calles con megafonía en mano para instar a los vecinos a cumplieran el decreto de estado de alarma en todos sus términos.
Cabezas señala que los habitantes de la localidad venían cumpliendo el confinamiento en los domicilios en líneas generales sin mayores problemas, pero que siempre hay gente que “se lo salta a loa torera”.
Hasta ahora, la Policía Local, la Guardia Civil, trataba de subsanar la situación, pero reconoce que la presencia de la UME ha supuesto un paso importante para cumplir este objetivo.
Tiendas de alimentación
Otra cuestión que se ha detectado en el pueblo es la aglomeración de personas en las tiendas de alimentación. Este mismo sábado, Cabezas ha procurado poner fin a la misma. Así, ha mandado a la Política Local a estos comercios para advertir a sus propietarios de que se cumplan las normas.
Así, los agentes están pidiendo que se cumpla la distancia de separación entre clientes, en torno a metro y medio, y que no se acumulen en el local, que se admitan un número razonable y que, cuando la gente vaya saliendo que vayan entrando otros clientes.
El alcalde no cree que solo sea necesario salvaguardar a los clientes, no también a los propios dueños y empleados de las tiendas, a los que pone el mismo nivel de importancia en su labor en esta crisis del coronavirus que, por ejemplo, los sanitarios y oros colectivos que están al pie del caño en estos días.
Cabezas se muestra muy serio a la hora de cumplir las normas para evitar más contagios. Recuerda que, hace unos días, cuando decidió suspender la edición de este año de la feria los “Sabores del Quijote”, que se iba a celebrar en la localidad, recibió algunas críticas, pero ahora entiende que “el tiempo me ha dado la razón”.
Edificios oficiales cerrados
El Ayuntamiento, cuenta Cabezas, ha procedido a cerrar todos los edificios oficiales dependientes del propio Ayuntamiento, incluida la propia Casa Consistorial.
Entiende que toda la actividad está prácticamente paralizada, pero, por si acaso hay algo urgente, en la puerta exigen carteles con número s de teléfono y correos electrónicos para que los vecinos puedan explicar cuál es su problema.
Cada día, dos trabajadores municipales están pendientes de estos teléfonos y de esos correros electrónicos para respondes a las demandas de los ciudadanos. Todo está cerrado, puntualiza Cabeza, menos los servicios sociales.
Mayores solos
Se mantiene el servicio a domicilio para el colectivo de mayores para hacerles la compra o cocinarles. Esos sí, mayores que estén viviendo solos, para los que tengan familiares, durante este época, se ha pedido a estos familiares que se hagan cargo de ellos.
También, en la casa tutelada, donde se cocina también para más gente de los que en ellas viven, y que antes se podía ir a comer allí, se ha habilitado el servicio para puedan acceder a esta comida la gente mayor que lo requiera, algunas de las cuales ya iban a comer allí antes.
La limpieza es otro trabajo fundamental en estos tiempos. Cabezas señala que, además de la desinfección que ha hecho la UME, el ayuntamiento ya ha limpiado las calles con una mezcla de agua y legía, proceso que volverá a repetir a principios de la próxima semana.