El Ayuntamiento de Piedrabuena mantiene desde el mes de marzo un pleito con la Finca de San Antón y El Espino por la apropiación del camino público de San Antón, que une el paraje de Valdestremera con Luciana. La defensa del espacio común frente a la “usurpación” de las fincas cinegéticas es campo de conflicto en este pueblo con uno de los términos municipales más extensos de la zona y 350 kilómetros de caminos públicos inventariados.
Senderistas, cicloturistas y deportistas utilizan de forma habitual este camino localizado en el entorno del río Bullaque, antes usado para llegar a las Hoyas de Chozo Chavo, que aparece recogido en mapas y documentos desde el siglo XIX. Incluso, por este camino discurre cada verano la prueba ciclista del Triatlon Cross Circuito Trijote Series, en el que participan más de 300 personas procedentes de toda la provincia y la región.
Nueve expedientes abiertos y cuatro intervenciones para cortar los candados
Señales tapadas con bolsas y candados. Hasta en cuatro ocasiones funcionarios del Ayuntamiento han acudido hasta la puerta canadiense de la Finca de San Antón y El Espino localizada a unos 300 metros de Valdestremera – por la CR-P-7211- con órdenes de apertura por resolución de alcaldía y han tenido que romper los candados ante la negativa a abrir el paso por parte de los guardas de la finca. La última vez fue este viernes y fuentes del Ayuntamiento confirman que el domingo ya estaba cerrado.
Nueve expedientes sancionadores están abiertos hasta el momento contra la finca por usurpación al tránsito de unos 8 kilómetros de camino público, desde el paraje de Valdestremera hasta el término municipal de Luciana. Las alambradas alrededor de la finca tienen “40 años”, pero las puertas nunca habían estado cerradas. Fuentes del Ayuntamiento indican que dos expedientes sancionadores, por cuantías de 3.000 euros, están resueltos, y que los otros siete están en proceso, según las directrices de la Ordenanza de Caminos.
Cada vez que empieza un proceso sancionador, el Ayuntamiento notifica a la finca que proceda en el plazo “improrrogable” de 24 horas a la apertura al tránsito público del camino. En el caso de no producirse, el personal del Ayuntamiento, apoyado por la Policía Local, realiza la apertura de forma “subsidiaria”, que no está exenta de tensión.
Sin dar marcha atrás en la apropiación del paso, la finca ha reforzado en las últimas semanas las cadenas y los candados de la puerta, de manera que los funcionarios tienen que utilizar radiales para cortarlos. Fuentes del Consistorio además confirman que los guardas han tratado de intimidar a los funcionarios con la toma de imágenes.
El Ayuntamiento planea informar a la fiscalía
Ante la reincidencia, el Ayuntamiento planea informar del caso a la fiscalía, “por un posible delito de desobediencia” del Código Penal. Fuentes del consistorio señalan que en estos momentos recopilan los incumplimientos y preparan los escritos para denunciar la “usurpación” del camino público. La Plataforma de Caminos Públicos La Arzollosa también está implicada y decenas de vecinos han presentado ya reclamaciones en el Ayuntamiento por el mismo motivo.
Propiedad de un alto funcionario del Estado, la finca tiene más de 2.000 hectáreas y es una de las más importantes del término municipal. Está registrada como propiedad de una sociedad: San Antón del Espino SL Anespa, con domicilio social en Madrid.
Los concejales de Turismo y Agricultura, Ángel Borras y Rafael Sánchez, confirman que la finca de San Antón y el Espino comprende “una zona de cultivos, monte mediterráneo bajo y raña, formada por encinas y alcornoques”. Ambos señalan que la labor de control de caminos por parte del Ayuntamiento en este término municipal tan extenso es “complicada”.
Además, cabe destacar que este camino de servidumbre entronca con otros cinco caminos más, que el Ayuntamiento pretende recuperar, entre ellos el de la Viñuela y el Perdiguero, que ya ni siquiera tienen puerta. Según ha comprobado este medio, están cerrados por alambradas y arados, de manera que es difícil localizar el trazado original.
La Plataforma La Arzollosa encabeza la lucha por los caminos públicos
Formada por vecinos de Piedrabuena, la Plataforma de Caminos Públicos La Arzollosa nació hace doce años frente a los excesos de los terratenientes. “Piedrabuena era el pueblo que tenía más término municipal de la zona y casi nos quedamos en la iglesia y poco más”, expresa Antonio García Simón.
Las fincas han aumentado su extensión con la compra de minifundios y han cerrado de forma paralela los caminos. El problema en El Espino no es el único y el integrante de la plataforma confiesa que también tienen localizados otros tres caminos cerrados en las fincas de la familia Botín, propietarios de El Castaño, Santa María y Retama.
En coordinación con la Plataforma Ibérica por los Caminos Públicos, el colectivo de Piedrabuena participó en la elaboración del Inventario de Caminos Públicos del Ayuntamiento de Piedrabuena y en los dos últimos años ha realizado acciones para la apertura de pasos históricos. Hasta ahora han abierto los caminos del Caracol, Villalegre y Calabazas, que discurren por las fincas La Peñuela, Villalegre y El Tábanar, entre Piedrabuena y Los Pozuelos.
La plataforma nació para “recuperar todos los caminos que se han quedado los terratenientes”. Antonio García subraya que el perfil de los propietarios de las grandes fincas que cierran los caminos siempre es el mismo, “son gente de fuera con gran poder adquisitivo y con influencias en ámbitos como la justicia”. “La gente del pueblo no se apropia de lo que no es suyo, a las personas que tienen una explotación agrícola o ganadera no se les ocurre cortar un camino, aunque tengan que vallar por los dos lados”, señala.
Castilla-La Mancha, paraíso para los propietarios de las grandes fincas cinegéticas
Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía han llegado a representar un “paraíso” para los propietarios de las grandes fincas cinegéticas. Piedrabuena no es el único municipio de la provincia que lidia con el problema, que existe también en zonas como el Valle de Alcudia y Sierra Madrona. En cambio, el representante de la plataforma La Arzollosa advierte el exquisito control que existe en Cantabria, El País Vasco o Cataluña, y lamenta la “impunidad” que han tenido los terratenientes en la región.
No es casualidad que personas tan influyentes como la familia Botín tengan una de las mayores fincas cinegéticas de toda España. Entre Luciana y Piedrabuena, la finca del fallecido empresario tiene 4.600 hectáreas. En la provincia, Gerald Cavendish Grosvenor, duque de Westminster, posee la finca La Garganta en Sierra Madrona, con 15.000 hectáreas. En Retuerta del Bullaque, Pedro de Borbón-Dos Sicilias posee La Toledana de 2.000 hectáreas. Son solo unos nombres de la larga lista de fincas con propietarios de renombre y que en muchos casos arrastran numerosos conflictos con plataformas vecinales y ecologistas por la apropiación de caminos.
La Plataforma de Caminos Públicos La Arzollosa insiste en que los terratenientes “no pueden poner alambradas, ni hacer su cortijo particular” e insiste en que harán uso de las nuevas herramientas con las que cuenta la Administración para acabar con los cierres. Los vecinos claman para que las fincas no pongan puertas al campo y Antonio García valora que el compromiso de ayuntamientos como el de Piedrabuena favorece “que no puedan campar a sus anchas”.