El modelo madrileño de pisos de prostitución, afianzado durante los años de pandemia, cada vez está más asentado en Castilla-La Mancha, y en concreto en Ciudad Real, donde los clubes de alterne ya solo representan el 15 por ciento.
Es una de las conclusiones del informe de datos y experiencias obtenidos en la intervención directa en los lugares de prostitución de Castilla-La Mancha, elaborado por la Asociación In Género (Interculturalidad y Género) y presentado este miércoles en Ciudad Real.
A lo largo del año pasado, In Género atendió en esta provincia a 586 personas que ejercían la prostitución -556 mujeres cis, 8 hombres cis y 22 mujeres trans-, según han dado a conocer en la Biblioteca Pública del Estado de la capital.
Los técnicos visitaron 78 lugares donde se ejercía la prostitución, de los que tan solo 12 eran clubes de alterne. En cambio, 55, es decir, un 70 por ciento eran lugares privados, que normalmente se corresponden con pisos.
Nuevas situaciones de vulnerabilidad
Durante la pandemia, los clubes quedaron cerrados y la prostitución derivó en pisos, donde en muchas ocasiones las mujeres que ejercían la prostitución autogestionaban sus ingresos sin intermediarios al margen del pago del alquiler.
Ahora bien, el coordinador de In Género, Miguel Ángel del Olmo, ha confirmado que la gestión de estos pisos ha acabado en nuevas situaciones de explotación sexual. “En Madrid se habla de pisos 50/50, donde el 50 por ciento del precio del servicio acaba en el propietario y donde las mujeres además pagan alquileres abusivos”, ha explicado.
Pero es que, además, ha señalado la Ley del ‘solo sí es sí’ también ha tenido un efecto “perverso”, ya que al prohibir los anuncios ha perjudicado a las pocas mujeres que podían autogestionarse y pagar publicidad.
El resultado es, según ha señalado Olmo, que “ahora los dueños de los pisos además gestionan los anuncios a través de redes como Whatsapp o Telegram”, de manera que “ha empeorado la situación notablemente”.
Todo ha llevado, según ha indicado el coordinador de In Género, “en que muchas mujeres han vuelto a los clubes”, en peores condiciones que antes. Ha vuelto el formato de “una plaza en un club para 21 días” y las “listas de espera”.
Mención aparte merece en Ciudad Real la prostitución que se ejerce en casas típicas, que representan el 14 por ciento. In Género ha visitado en el último año 11 casas, la mayoría en Manzanares y Tomelloso, que son una variante de los clubes de alterne, pero que están integradas en los pueblos y no son en formato hotel.
Según el informe, la asociación ha intervenido en 13 municipios de la provincia: Alcázar de San Juan, Argamasilla de Calatrava, Ciudad Real, Daimiel, Fernán Caballero, Manzanares, Miguelturra, Puerto Lápice, Puertollano, Santa Cruz de Mudela, Tomelloso, Valdepeñas y Villanueva de los Infantes.
Cerca de 2.000 mujeres atendidas en Castilla-La Mancha

En Castilla-La Mancha, In Género atendió a 1.890 personas que ejercían la prostitución o eran posibles víctimas de trata con fines de explotación sexual -1.768 mujeres cis, 92 mujeres transexuales y 30 hombres cis-. Son 300 más que el año anterior
Asimismo, en las cinco provincias intervinieron en 245 lugares de ejercicio de la prostitución, 40 más que en 2021: 165 lugares privados (67 por ciento), 66 clubes de alterne (26,94 por ciento), 12 casas típicas (4,9 por ciento).
La prostitución en la calle, “la más vulnerable”, prácticamente ya no existe. In Género solo intervino en 2 puntos en la calle, en un polígono de Talavera de la Reina y en una rotonda de Toledo, a las que acudían «entre una y cuatro personas».
Extranjeras de 30 y con estudios
Las mujeres que ejercen la prostitución en Ciudad Real tienen una media de 36 años, el 87 por ciento no posee nacionalidad española y en su mayoría proceden de América Latina. Colombia, Paraguay y República Dominicana son los principales países de origen y solo el 2,7 por ciento son españolas de nacimiento.
Coordinadora de acción social, Belén Jiménez, ha concretado que tan solo el 39 por ciento tienen una situación administrativa en España regularizada. El 36 por ciento son irregulares, una buena parte están en trámites y un 5 por ciento tienen visado turístico.
Otro de los datos más interesantes ha sido que el 90 por ciento de estas mujeres tienen cargas familiares, ya sea en España o en sus países de origen. La mayoría cuentan con estudios, un 47 por ciento Secundarios o de Formación Profesional, y un 10 por ciento Superiores.
La mitad de las encuestadas por In Género afirmaron que no vinieron a España a ejercer la prostitución y el 83 por ciento nunca lo había hecho antes. En España, “entre un 20 y un 30 por ciento de las mujeres que ejercen la prostitución son nuevas cada año” y gran parte no continúan a los tres años.
Tres mujeres víctimas de trata en Ciudad Real
La estimación de In Género es que en España en 2022 existían 847 víctimas de explotación sexual y que 286 podrían ser víctimas de trata. Entre “el 20 y el 30 por ciento”, ha indicado Rosario Porras, abogada de la asociación, residirían en Castilla-La Mancha.
Todas estas mujeres no denuncian. Así pues, Porras ha contado el caso de una mujer de Cuenca “que huyó metida en un coche del personal de mantenimiento del club y no denunció”.
En el último año, 4 personas han denunciado en la provincia ser víctimas de trata, “una en la capital y dos en Puertollano”.
La Ley contra la trata, todavía en el tintero
In Género ha aprovechado la presentación de datos para insistir al Gobierno de España que dé un empujón a la Ley contra la trata, que “lleva dos años y medio” en proceso de elaboración y sigue sin salir. “Parece que no es una prioridad”, ha señalado Olmo.
Aparte, la asociación ha defendido que las Administraciones cuenten directamente con las mujeres prostituidas para hacer las leyes. “Hasta que no sentemos a las mujeres y les preguntemos qué pasa con sus vidas, hasta que no participen, vamos a seguir dando traspié tras traspié”, ha añadido.
En la lucha contra la trata, ha expresado Miguel Ángel del Olmo, “no vale con el refugio”, porque “en este país una denuncia conlleva el riesgo de muerte, para las mujeres y sus familias en sus países de origen”.
Por eso, han defendido la “restitución” de las vidas “rotas” de las víctimas, una “cobertura seria”, que vaya más de las ayudas “de 6 meses o 1 año”, y un programa de inserción laboral con resultados, además de “recursos para acabar con las mafias que trafican con seres humanos”.
Lo que sí han valorado de forma positiva ha sido la puesta en marcha de la aplicación ‘Nosotras’, en colaboración con el Ministerio de Igualdad, que incluye “más de 17.000 recursos”, sociales, sanitarios, jurídicos, de ocio, empleo y mediación.