La Audiencia Provincial de Ciudad Real repetirá en el mes de febrero del año que viene (9,10 y 11) contra un joven de Porzuna de 21 años que fue absuelto de una presunta violación, denunciada en abril de 2018 en la localidad.
El acusado, que pasó un año y medio en prisión preventiva por lo ocurrido, fue puesto en libertad tras un juicio y una sentencia absolutoria que no convenció ni a la fiscalía ni a la acusación particular, que recurrieron al entender que el tribunal de la sección segunda no valoró todas las pruebas.
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha dio la razón a las acusaciones y acordó en marzo de este año repetir la vista oral en el mismo tribunal, pero “con una composición de la Sala distinta de la que dictó sentencia”, en sintonía con lo que solicitó el abogado de la perjudicada, Ángel María Rico.
Orden de protección para la joven
Desde hace meses la joven denunciante, que sigue viviendo en Porzuna como el presunto agresor, tiene una orden de protección que hasta la fecha se ha respetado. Esta fue una de las medidas cautelares inmediatas que pidió Rico ante las posibles represalias del denunciado y su entorno.
Fundamentación jurídica insuficiente
“La fundamentación jurídica de la sentencia es insuficiente, ya que deja pruebas practicadas sin valorar absolutamente. Aunque es cierto que en la apreciación de la prueba corresponde al tribunal de instancia (…) Sin embargo en este caso, en el fundamento de derecho tercero de la sentencia, en que se comienza la valoración de la prueba, sólo se consideran útiles las declaraciones del acusado y de la acusación particular, desechando sin otra argumentación, por ser de referencia, los restantes testimonios practicados en juicio”, recoge textualmente el fallo del TSJCLM, que se notificó a las partes poco antes de los meses de confinamiento por la crisis sanitaria del coronavirus.
La denuncia de la violación
La sentencia de la sección segunda de la Audiencia Provincial absolvió a V.G.R., de 21 años, de haber agredido sexualmente a una joven de 20 años de la localidad, que lo denunció en abril de 2018, al poco de la supuesta violación.
El tribunal consideró probado que la madrugada del 15 de abril de 2018 el acusado y la denunciante, algo más que amigos desde la adolescencia pero sin llegar a ser novios, quedaron en un parque de Porzuna. Lo hicieron tras intercambiar ‘whatsapp’ amigables al principio, que subieron de tono después.
Cuando por fin se vieron en el lugar convenido, la sala consideró probado “que ambos mantuvieron relaciones sexuales completas por vía vaginal y bucal sin que hayan quedado acreditados los actos de agresión física ejercidos por el acusado con la finalidad de que ésta, mantuviera dichas relaciones sexuales, ni por tanto las palabras amenazantes que dirigió a la víctima si denunciaba lo acaecido”.
La joven ha mantenido desde su primera declaración que fue víctima de una violación brutal y que quedó con él esa noche porque la amenazó con difundir un video sexual suyo, que no existía.
El joven estuvo un año y medio en prisión preventiva por estos hechos. En el juicio se enfrentó a una petición de condena de 11 años y medio (fiscalía) y de 15 por parte de la acusación particular, acusado de agresión sexual y amenazas.