El gran apagón que sufrió este lunes España fue especialmente largo en Carrizosa y tres pueblos de la comarca de los Montes. «Se han olvidado de nosotros», decía a primera hora de la mañana un vecino de Piedrabuena, tras comprobar que la electricidad había vuelto en casi toda España y en su pueblo no.
Fueron alrededor de veinte horas de apagón en Piedrabuena, Porzuna, El Robledo y Carrizosa. La luz cayó este lunes en torno a las 13.30 horas y volvió este martes a las 9.30 horas. El viceconsejero de Administración y Coordinación Administrativa, Eusebio Robles, confirmaba a primera hora que la normalidad se iba recobrando en la región.
La razón del retraso se desconoce, pero el problema en los tres pueblos de la comarca de los Montes podría estar relacionado, pues comparten la misma línea de electricidad. El alcalde de Piedrabuena, José Luis Cabezas, se comunicó esta misma mañana con el director general de Transición Energética de Castilla-La Mancha, Alipio García, y con la dirección de Unión Fenosa en Ciudad Real.
«Viendo que solamente quedábamos unos cuantos por recuperar la luz en todo el país y que en el entorno había suministro, pensé que algo debía de haber ocurrido», ha confesado a Lanza. Explicación concreta no tuvo, pero a la media hora la luz había vuelto.
Noche tranquila y sin incidencias en Piedrabuena
La noche fue tranquila y sin incidencias en Piedrabuena. Por la tarde, el concejal de Seguridad, Ángel Borrás, comprobó que en los ascensores de los edificios públicos no había nadie encerrado, y las empresas encargadas de la gestión de la residencia y la vivienda tutelada tomaron las medidas necesarias para que ningún usuario se viera afectado por el corte en el suministro eléctrico.
Sin cobertura, el alcalde recibió la visita de la Guardia Civil a las once de la noche en su propio domicilio para asegurarse de que no había ninguna incidencia. Las patrullas en la calle se reforzaron por la noche para evitar «robos y vandalismo».
«Al anochecer, todo el mundo estaba en su casa». El alcalde reconoce que los vecinos pasaron la noche en sus casas, alumbrados con velas, pegados a las radios y sin los problemas que se dan en las grandes ciudades. «Aquí no hay turistas que no saben donde dormir y los semáforos se pasan con facilidad. Todo es más sencillo», ha añadido.
Tras la vuelta de la luz, esta mañana la normalidad ha vuelto poco a poco a la localidad. El Ayuntamiento ha abierto a primera hora con dos personas y el resto se han incorporado cuando ha vuelto la corriente, y los establecimientos comerciales han solventado los diferentes problemas derivados del gran apagón.