La sección primera de la Audiencia Provincial de Ciudad Real ha absuelto de estafa al promotor inmobiliario J.L.R., de la empresa Redonar, promotora de un grupo de viviendas en Pozuelo de Calatrava, que nunca se construyeron, un año antes del estallido de la burbuja inmobiliara en 2008.
“No ha quedado acreditado que Promoción y Construcción Redonar SL y Vitruvio Promoción Sostenible SL hayan compartido promoción de viviendas alguna, cuentas bancarias, o que entre ellas se hayan financiado su respectiva actividad”, falla el tribunal, que ha absuelto de los delitos de estafa, y alternativamente apropiación indebida y alzamiento de bienes, por los que acusó la acusación particular, ejercida por dos familias perjudicadas.
No hubo relación entre Redonar y Vitruvio
La sentencia también absuelve al padre del principal acusado, administradores de Construcción y Promoción Redonar en ese momento, y a la exmujer del principal acusado y su suegro, dueños de otras dos sociedades Vitruvio Promoción Sostenible y Diseño Inmobiliario.
El fallo desmonta las tesis de la acusación particular, que trataron de demostrar en el juicio que los cuatro acusados se pusieron de acuerdo para obtener el solar de estas personas y dedicarlo a otros gastos, interponiendo para ello una tercera sociedad que crean exprofeso, no para construir la promoción de viviendas de Pozuelo.
En el año 2007 dos familias de Pozuelo de Calatrava, los denunciantes, contactaron con Redonar a través de un mediador inmobiliario de su confianza, “un chico serio del pueblo”, explicaron en el juicio. Esta persona les convenció de la oportunidad de la operación y firmaron la permuta del solar, de común acuerdo, a cambio de un local o reconocimiento de 97.000 euros, en caso de que no se construyera (una de las familias). Otro matrimonio entregó la que era su vivienda habitual a cambio de otra nueva y varias plazas de garaje, más el pago del alquiler.
Permuta del solar, en marzo de 2007
La permuta de la casa se firmó el 14 de marzo de 2007. Un día después los denunciados la gravaron con una hipoteca de 150.000 euros que no pagaron, por lo que el banco terminó embargando el inmueble, que sigue en pie en estado ruinoso.
Eso ocurrió en torno al año 2007, el año en el tocó techo el precio de la vivienda nueva en España. En 2008 estalló la burbuja inmobiliaria y la promotora se quedó sin vías de financiación, pese a que habían hipotecado el solar de la permuta, que al final se lo quedó un banco.
La fiscalía no vio delito
La sentencia, que todavía no es firme, da la razón a la fiscalía, que no vio delito en este caso y consideró que los acusados no tuvieron intención de engañar, ni propusieron una edificación inviable. “Existieron dificultades con el Plan de Ordenación Urbana y falta de financiación”, reconoció la fiscal, como así lo ha visto el tribunal.
La sentencia todavía no es firme, las víctimas, sin casa y sin dinero, siguen sintiéndose engañadas aunque estudiaran con sus abogados las opciones de recurrir.