Esquivar el coronavirus de forma permanente es prácticamente imposible. Controlarlo puede lograrse en según qué ámbitos y que espacios físicos y de convivencia, siempre que se sigan a rajatabla las normas sanitarias recomendadas.
La decisión de la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha de bajar el corte de población de los pueblos donde se hacen públicos semanalmente los datos de contagios ha hecho aflorar 19 pueblos en la provincia de Ciudad Real sin ningún caso positivo, en la semana del 14 al 20 de septiembre.
Representan prácticamente una quinta parte de los poco más de 100 pueblos de la provincia las poblaciones con menos número de habitantes que son las que, por ahora, se están salvando de los contagios o los están viendo pasar de soslayo.
Como las encuestas, son una foto del momento. Entre las poblaciones que aparecen libres de virus están Brazatortas y Terrinches.
Este viernes, el Ayuntamiento de Brazatortas confirmaba cinco casos en el pueblo, mientras que la alcaldesa de Terrinches ha ratificado unos días después de los datos de Sanidad, dos casos positivos en el pueblo y una clase cuarentena en la localidad.
Los pueblos que aparecen sin casos en la notificación de Sanidad entre el 14 y el 20 de septiembre son: Abenójar, Alhambra, Brazatortas, Fernán Caballero, Villanueva de la Fuente, Almedina, Almuradiel, Los Cortijos, Granátula, Las Labores, Puebla del Príncipe, Puerto Lápice, Saceruela, Santa Cruz de los Cáñamos, Terrinches, Torre de Juan Abad, Villamayor de Calatrava y Arenales de San Gregorio.
Son poblaciones entre los 500 y los algo más de 2.000 habitantes, alejadas de los grandes núcleos de población de la provincia, en las que se están concentrando los casos positivos en esta segunda ola de contagios.
Cumplir las normas
El alcalde de Saceruela, José Fernández, recuerda que, desde que empezó la pandemia, en el mes de marzo, en el pueblo ha habido dos casos, “los dos importados”, uno de una chica que trabajaba en una residencia de otro pueblo de la provincia y el segundo un joven que estaba trabajando en una empresa de electricidad fuera de la población.
Para mantener el virus a raya, añade, lo que se ha hecho es cumplir con todas las normas de Sanidad: mascarillas, distanciamiento, limpieza, “intentando que hubiera las menos reuniones posibles”, asegura el alcalde.
En el mercadillo, un lugar de concentración, solo se han mantenido los puestos de productos básicos y ahora solo están ocupados 4 ó 5 puestos de los 15 habituales.
Por otro lado, explica Fernández, se han manteniendo los trabajos de desinfección que se han venido realizado durante toda la pandemia, mediante el uso de atomizadores, para lo que se ha contratado a un agricultor del pueblo. Se empezó esta labor tres veces a la semana, luego se pasó a dos y ahora se realiza una vez cada siete días.
Pese a los resultados de cero casos, Fernández considera que “no hay que lanzar las campanas al vuelo”. “La gente –dice- se cuida, respeta mucho el uso de las mascarillas, en los dos bares que hay abiertos se respeta la distancia en las terrazas”.
Durante el verano, indica el alcalde, la gente se ha portado al salir, “la gente que ha venido desde fuera, de Barcelona, de Madrid, que lo ha hecho en mayor proporción que otros años, también se ha comportado”, señala.
En todo caso, Fernández no obvia que la gente “tiene miedo” y eso se nota en que algunos vecinos le han pedido que solicitara a vendedores del mercadillo que venían de pueblos con más contagios que se abstuvieran de acudir a Saceruela.
Dos casos tras los datos
En Terrinches, cero casos en la semana del 14 al 20, poco después han aparecido dos casos positivos en el pueblo y un aula del colegio está en cuarentena. La alcaldesa, Ana García, espera que las pruebas que se están haciendo den negativo.
Para mantener cero positivos hasta estas últimas fechas, la alcaldesa señala que lo que se está haciendo en el pueblo es cumplir con las normas sanitarias que emanan de las administraciones, sobre todo, en sitios donde puede hacer concentraciones, como es el mercadillo.
“Se está respetando el número de puestos y las distancias, aunque tampoco es un marcadillo muy grande”, explica la alcaldesa, “y no tenemos muchos problemas porque tenemos espacio de sobra para acoger a los 5 ó 6 puestos que vienen”.
Otras de las acciones que se lleva a cabo, en otro lugar de concentración de gente, es el apoyo en la limpieza del Centro de Salud, así como en el colegio, donde hay una persona durante todas las horas lectivas “limpiando para que no haya ningún problema y ventilando, sobre todo”.
A los 5 bares del pueblo, explica García, se les ha trasladado la normativa para que puedan desarrollar su trabajo, con los porcentajes de aforo y “la gente cumple”, indica.
La alcaldesa, en este sentido, remarca que no ha habido ningún problema durante el verano “hasta ahora” y señala que la gente está tranquila, aunque al detectarse esos casos “siempre hay un poco de revuelo, pero aquí todo el mundo va con su mascarilla y cumple”.
La gente está concienciada
Villanueva de la Fuente, con algo más de 2.000 vecinos, es el pueblo más habitado donde en la semana del 14 al 20 de septiembre, no se dio ningún caso de coronavirus.
Su alcalde, Desiderio Navarro, asegura que el principal elemento es que la “gente está concienciada” y que, desde las autoridades, la Policía Local, se está trabajando para que se respeten las normas sanitarias.
“Básicamente es la gente del pueblo, que está muy concienciada y que se están llevando las cosas de forma muy rigurosa”, remarca el alcalde.
Vigilancia particular en actividades que pueden concentrar más gente, como el mercadillo, o las labores de desinfección en el pueblo, explica Navarro, son dos de las acciones que se están llevando a cabo para contribuir a evitar la expansión del virus en el pueblo.
Mientras las temperaturas han sido altas, se suspendió la desinfección, explica, que en la noche de este viernes a sábado, con la bajada del termómetro, se han vuelto a recuperar con una primera batida.
“La gente está tranquilla –dice el alcalde-, dentro de la intranquilidad que nos produce todo esto y ahora, incluso, están un poco más tranquilla, porque ya se ha ido la gente que ha venido de fuera este verano, que ha sido mucha más con respecto a otras vacaciones”.
El alcalde recuerda que tras dar un “margen de confianza y viendo que aquello no se prestaba”, decidió prohibir el botellón en el pueblo, pero, cuenta, “lo que no puedes prohibir ya es las reuniones que ha habido en cocinillas. Ahora respiramos un poco mejor porque, con el cambio de tiempo, se van sujetando estas reuniones”.