La alcaldesa de Puerto Lápice, Rosa Requena, señala que los 950 vecinos de la localidad han guardado el confinamiento durante todo el tiempo que ya dura el estado de alarma por la crisis sanitaria del coronavirus y “ha salido lo justo”, aunque ahora que llega el calor es “darse un paseo, aunque no sea lo más conveniente”.
Con la posibilidad de que en los pueblos de menos de 5.000 habitantes se puedan salir a hacer paseos los niños, mayores, gente a hacer deporte sin tramos horarios, la alcaldesa señala que “si es cierto que, a ciertas horas, se ve a la gente paseando o los padres o madres con los niños, pero siempre con las medidas de precaución”.
La gente, agrega, a partir del levantamiento de esas restricciones, “la gente lo aprovecha para salir”. “En orden y bien, nada masificar, los parques están cerrados, y la gente pase por la calle”, puntualiza.
La gente, matiza, a veces tira por un camino fuera del pueblo o por otro y “en ese sentido somos muy privilegiados”.
Desde el Ayuntamiento, señala, se empezaron iniciaron la labores de desinfección del pueblo, días antes de que se declarara el estado de alarma, el pasado 14 de marzo, explica la alcaldesa.
Los agricultores del pueblo se ofrecieron para desinfectar, cuenta, y “han salid todos los días dos tractores a desinfectar todo el pueblo”. Ahora, añade, se va a empezar a hacer tres días a la semana, lunes, miércoles y viernes. Este trabajo se está haciendo también con apoyo de cuadrillas de la Diputación y de Geacam.
Así mismo, añade, se ha dotado a la gente de mascarillas y guantes, “todo lo que ha estado a nuestro alcance se ha hecho llegar a la gente, a las trabajadoras de ayuda a domicilio, yo creo que, en ese sentido vamos bien”.
En los últimos días se han recibido dos máquinas de ozono para desinfectar el Ayuntamiento y el colegio público y se pondrán a disposición de los comerciantes y otros locales que las puedan necesitar.
Ayuntamiento
En cuando al funcionamiento del Ayuntamiento, señala Requena, en principio se pusieron turnos en horarios y días, tras cerrarse el servicio al público, aunque se podía acceder por teléfono por internet para que la gente pudiera contar lo que necesitaba.
Ahora, añade, llevan dos semanas con todos los trabajadores a pleno rendimiento, sin abrir la puerta todavía, y estamos esperando a las órdenes de las autoridades sanitarias para atender al público cuando nos digan”.