La biorrefinería Clamber sigue trabajando en varios proyectos y presentará a las nuevas convocatorias que están abiertas otros proyectos para seguir con sus investigaciones a escala demostrativa.
Javier Mena, coordinador científico de Clamber, afirmaba que en estos momentos están a la espera de que unos socios finalicen sus investigaciones a escala laboratorio para poder comenzar en Clamber con el escalado industrial, dentro del proyecto Urbiofin.
Se trataría de un escalado industrial en el que a partir de residuos orgánicos se podrían obtener bioplásticos dirigidos al sector de la agricultura e incluso al de la cosmética. “A partir de los residuos orgánicos que se generan en las casas se podría obtener un producto de alto valor añadido como son los bioplásticos”, matizaba Mena.
Y es que la Unión Europea obligará a que se instalen contenedores marrones -que vendrán a sumarse al verde, al amarillo y al azul- en los que sólo se podrá depositar residuos orgánicos, para proceder a separar la fracción orgánica de los residuos. Precisamente a partir de estos residuos se podrán obtener los bioplásticos. Se trata de transformar residuos sólidos urbanos en bioproductos de alto valor añadido. Unas pruebas a escala demostrativa que podrían comenzar en el mes de octubre en Clamber.