Desde hace unos días, operarios del servicio de jardinería del Ayuntamiento de Puertollano están llevando a cabo unas “severas, indiscriminadas, ilógicas y antiecológicas podas a más treinta ejemplares de eucaliptos (y a algún pino, todos ellos de gran porte) de los jardines del poblado; más que de podas, se debería hablar de talas, pues los árboles agredidos han perdido casi la mitad de su tronco y sus ramas han quedado reducidas a simples muñones, sin estética ni salud alguna”, aseguran desde Ecologistas en Acción Valle de Alcudia.
Lamentan que esta práctica se repita “año tras año, sin que el nuevo equipo de gobierno haya hecho nada por desterrarlos y por cumplir algunas de las normas sobre arbolado urbano que ya hace años se aprobaron en el Consejo de Sostenibilidad, o apoyarse en unos más lógicos criterios de poda”. Esta situación ha sido denunciada por Ecologistas en Acción-Valle de Alcudia en numerosas ocasiones anteriores.
Hay personas que piensan que la poda hace bien a los árboles, y que un “repaso” anual hará que crezcan más fuertes y sanos, pero lo cierto es que, aseguran, los más reconocidos jardineros y los más naturales principios, piensan que ningún corte hace bien al árbol y que los desmochados y terciados ponen en peligro su salud y acortan su vida, además de suponer un atentado contra su estética y su dignidad.
“Es notorio, y fácilmente comprobable, cómo los árboles se desarrollan de forma natural en el bosque, sin necesidad de poda alguna. La mayoría de los árboles pueden soportar las podas, pero no las necesitan: podar es eliminar una parte viva de la planta y, al hacerlo, se provoca una disminución de sus funciones vitales. Tampoco el argumento de realizar la poda (o tala) para evitar riesgos para los viandantes sirve para justificar las salvajes podas que se están realizando, aunque sí justificaría una vigilancia continua y un cuidado permanente para minimizarlos”, aconsejan.
Además, afirman que cuando sea imprescindible o esté justificado realizar una poda, tiene que hacerse con unos criterios profesionales: los cortes deben ser limpios e inclinados (para evitar la pudrición por la humedad que se deposite), realizados por fuera del collar de la rama, evitando dejar muñones de madera muerta, realizados con las herramientas adecuadas (afiladas y desinfectadas), las heridas grandes (no deberían cortarse ramas de más de 10 cm. de diámetro) protegidas con tratamientos adecuados…ponen como puntos importantes para llevar a cabo una correcta poda. “Pero a los responsables municipales parece que no sólo les faltan conocimientos técnicos de la tarea a realizar, también adolecen de faltan de sensibilidad hacia esos conciudadanos”, subrayan los ecologistas.
“Partiendo de la premisa de que la mayoría no podríamos imaginar una ciudad sin árboles, sería interminable la relación de beneficios que el arbolado urbano nos aporta: nos dan sombra y nos protegen de la lluvia y del viento, naturalizan las construcciones urbanas y reducen la contaminación atmosférica y la acústica, absorben carbón, conservan agua y reducen la erosión, disminuyen el estrés y mejoran la salud física y psíquica de los residentes, aumentan la calidad de vida”.
Y terminan con una frase del paisajista y jardinero Gorka Lopategi: “lo mejor que los humanos podemos hacer con los árboles es, en primer lugar, plantar el árbol adecuado en el sitio correcto, para que pueda estar 500 años en el mismo sitio, esto es, con perspectiva de futuro; luego hablarles con cariño, abrazarlos y… dejarlos en paz”.