La directora de Cáritas, Josefina Frutos, considera que es una aportación solventar los gastos anuales el mantenimiento de estas instalaciones situadas en la barriada Fraternidad, que ascienden a 300.000 euros, y espera que continúe la buena sintonía con el consistorio.
Sor Petra, directora del centro, recordó que el centro no solo atiende a las personas transeúntes sino que también ayuda a todos los que quieren dejar la vida en la calle, que su vida rota cambie de rumbo e intentar recuperarlas para que la sociedad vuelva a acogerlas.
Un centro que ofrece aseo, manutención, ropa, asistencia psicológica, talleres en la propia “casa” o bien mediante su derivación a otras instalaciones del entorno.
Cuenta con una capacidad de diecisiete plazas (quince de hombres y dos de mujeres), con una media de ocupación de a doce a trece personas, aunque en estos momentos es de catorce, de los que nueve se encuentran en proceso, es decir, con posibilidades de dejar la calle, ya como reconoce Sor Petra, el resto solo plantea de ir de un sitio para otro, en búsqueda de trabajo o porque no saben donde estar.
Inserción laboral
Sor Petra agradeció el apoyo que siempre ha ofrecido el Ayuntamiento de Puertollano que ha facilitado la inserción laboral de algunos de sus residentes, de ofrecerles una oportunidad de trabajo. “Les hemos visto que se han recuperado, que han podido tener una vida autónoma”. Además ha destacado el Ayuntamiento ha estado ahí cuando ha sido requerido para el pintado del centro o en el cuidado de sus jardines con trabajadores de los Planes de Empleo.
Una joya a conservar en una ciudad solidaria
La alcaldesa, Mayte Fernández, afirmó que este es uno de los convenios más sensibles que firma el Ayuntamiento y refleja la propia forma de ser de una ciudad solidaria, “que no quiere dejar a nadie en la cuneta y con ese sentimiento hemos firmado a lo largo de estos años este acuerdo para ayudar este centro, que lo hicimos entre todos, con el liderazgo de Cáritas”.
Fernández subrayó este Centro es una joya a conservar, ya que estamos ante el marco más idóneo con el que atender a las personas que lo han perdido todo, de ahí la necesidad de contribuir y respaldar a una tarea sacrificada de cuyos éxitos “son un triunfo porque es una labor dura”
