El Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha ha ratificado recientemente la improcedencia de los despidos de cinco trabajadores de Repsol Lubricantes y Especialidades, quienes fueron acusados y despedidos en enero de 2024 por haber ejercido un supuesto acoso laboral contra una compañera.
Las sentencias concluyen que no existen pruebas sólidas ni testigos presenciales que avalen las acusaciones, destacando la ausencia de hechos objetivos y la falta de coherencia entre los testimonios presentados durante el proceso. Los tribunales han determinado que los despidos se produjeron sin base probatoria suficiente, y que el procedimiento interno de investigación adoleció de objetividad y garantías.
Durante el proceso, los trabajadores afectados mantuvieron el silencio por recomendación de sus servicios jurídicos, y ahora, con las resoluciones firmes en mano, han querido dar a conocer la realidad de los hechos.
Así, lamentan profundamente el daño reputacional, emocional y profesional sufrido, así como la falta de rectificación por parte de la empresa, que ha optado por indemnizar, en lugar de reincorporar a los afectados.
Además, cuestionan el papel de la comisión de investigación y de los sindicatos implicados en el proceso (CO.OO, S.T.R. y U.G.T), que hasta el momento y tras conocerse las sentencias no han emitido ningún comunicado público ni se sabe si adoptarán medidas de presión para que los trabajadores sean readmitidos tras estas sentencias.
Los trabajadores hacen un llamamiento a la reflexión colectiva, apelando a la justicia y a la necesidad de evitar que se repitan situaciones similares, donde un protocolo interno pueda desembocar en despidos sin pruebas fehacientes.